Asís fue el centro del milagro en Italia

Cuando periodistas, medios e influencers desparraman la idea de que “la ultraderecha avanza en el mundo”, el mundo justamente da algunas sorpresas. En Uruguay, el triunfo del Frente Amplio que hizo Presidente a un profesor de Historia y sindicalista docente. Del otro lado del Atlántico, dos elecciones regionales, más modestas, están siendo la piedra en el zapato de Giorgia Meloni.

Durante el 17 y el 18 de noviembre, se llevaron a cabo elecciones regionales en dos regiones de Italia, Umbría y Emilia-Romaña. La centroizquierda fue la ganadora en ambos lugares. Emilia-Romaña nunca dejó de ser “roja”, aunque con porcentajes diferentes según las épocas. En las épocas de gloria del Partido Comunista Italiano, era un feudo del PCI, y luego del Partido Democrático. 

En los últimos comicios se revalidaron las ideas y las características del gobierno existente. Pero Umbría fue la gran sorpresa: el Partido Democrático cortó la carrera electoral que la ultraderecha inició en la región en 2019. En Emilia-Romaña el PD se impuso por más del 40% de los votos, y en Umbría, por el 30%.

Umbría es una región a la que se suele llamar “el corazón verde de Italia”. Limita con Toscana, Lacio y Marcas. La capital es Perugia. Está ubicada en Italia central. La ciudad de Asís, en la que nacieron dos santos en el siglo XIII, está ubicada en Umbría. Los santos son, por supuesto, San Francisco de Asís y Santa Clara. La Umbría es la región menos desarrollada de la Italia central. Tal vez haya que buscar ahí una de las razones por las cuales los umbros se hartaron de la ultraderecha. Umbría necesita desarrollo porque el desarrollo genera empleo., consumo y bienestar.

Compuesta por la unión de dos regiones históricas, Emilia-Romaña está ubicada en el norte de Italia. Se extiende desde los Apeninos hasta el río Po. Su capital es Boloña, la ciudad cultural en la que se encuentra la universidad más antigua del mundo. Módena, Rávena y Ferrara son otras de las ciudades más importantes. Hoy es considerada una de las zonas más ricas de Europa y la tercera región de Italia en términos de PBI. La tasa de desempleo es baja, de entre el 5 al 6 %. La industria es la principal actividad económica, pero el turismo también hace un aporte importante a la economía de la región. Tiene la mayor densidad de cooperativas de trabajo que en 2018, representaban no menos del 30% del PBI de Emilia-Romaña. Es una zona próspera que avanza. Tal vez allí también haya que buscar una de las razones del triunfo de la centroizquierda: equipo que funciona, no se toca.

En 2019 los diarios italianos titulaban “Salvini logra histórico triunfo electoral en Umbría”. Salvini es Matteo Salvini, Vicepresidente del Consejo de Ministros de Italia. Pertenece a la xenófoba Liga del Norte de la que tiene la dirección desde 2013. El blanco de sus ataques fue durante mucho tiempo “el Sur, la tierra de holgazanes y parásitos”. Para ganar los primeros cargos del Gobierno italiano, él como Vicepresidente y Meloni como Presidenta, debió cambiar la dinámica de su retórica discriminatoria. Pasaron a ser, cuándo no, los inmigrantes. Ahí prendió una llamita nacionalista y hoy Salvini sigue donde está, pero perdiendo la Umbría.  En 2024 ganó Stefania Proietti, alcaldesa de Asís, candidata de la centroizquierda y apoyada por una coalición amplia que incluyó al Partido Democrático, al Movimiento Cinco Estrellas, a la Alianza Verdes-Izquierda y a Italia Viva. Superó a la Presidenta saliente de la Liga, Donatella Tesei, por cinco puntos. Las elecciones regionales umbras se preveían empatadas hasta poco antes de la votación. Pero fue importante sobre todo el resultado del Partido Democrático que superó el 30% de los votos. Elly Schlein, la joven secretaria del PD, puso toda su energía en acompañar a la candidata Proietti. Dijo de la ahora Presidenta de Umbría: “Nosotros hemos venido a acompañar a una candidata muy buena (…) que ya demostró como alcaldesa de Asís de saber estar cerca de las necesidades de las personas y dar respuestas concretas”. El PD se planteó como estrategia volver a tener presencia en los territorios, después de la derrota del 2022 en la que Giorgia Meloni se hizo con el gobierno. Evidentemente, por ahí andan los que ganan. Si se habían alejado de las necesidades concretas de la gente, entendieron que es en ese lugar donde deben estar.

La nueva Presidenta de Umbría, Stefania Proietti, explicó al diario “Quotidiano Nazionale” cómo logró vencer a Donatella Tesei y a la ultraderecha: “Gané porque la atención de los que fueron a votar no se dirigió a mí, Stefania Proietti, sino a nuestra Umbría. Porque los electores reconocieron nuestro programa, el de los partidos, el de las listas cívicas, el de la voluntad de dar un futuro diferente y mejor a esta región. Ésta no es mi victoria. Es la victoria de los ciudadanos, de aquéllos que no se dejaron arrollar por la arrogancia, por la violencia verbal, por los métodos incorrectos, por los que escupen en la cara. Nosotros, los ciudadanos, íbamos a escucharlos con respeto y atención en las plazas, en las calles, en los pueblos. Queríamos devolver a los umbros a la centroizquierda y lo conseguimos».

Ya en junio de este año Vittoria Ferdinandi le arrebató el poder a la derecha después de diez años de gobierno, y se convirtió en alcaldesa de Perugia. Según Il Messagero, es la primera mujer que ostenta este cargo en la capital de Umbría y que ganó las elecciones con el 52,12 % de los votos. Ferdinandi dijo, cuando ganó las elecciones, que “sabía que Perugia no cedería a la arrogancia del poder, al odio y a la rabia”. Las ultraderechas se copian, se repiten pero también pueden ser derrotadas. En Umbría la centroizquierda fue unida y eso resultó crucial para el resultado porque fue un frente el que apoyó a Proietti. Si bien en la cantidad de escaños del Consejo Regional, cada uno de los partidos tiene la cantidad que le corresponden, el Ejecutivo es fruto de la unidad.  

La campaña electoral de Stefanía Proietti se centró en gran medida en la defensa de la salud pública: “A partir de mañana nos pondremos a trabajar porque la gente necesita ser tratada y en los últimos años la salud pública estuvo desfinanciada y arruinada. Los que tenían dinero fueron a parar a profesionales particulares. Los que no lo tenían, y eran miles, tuvieron que abandonar los tratamientos. El primer objetivo es llevar las listas de espera de los pacientes de hospitales públicos a cero. Necesitamos volver a invertir en salud pública, escuchar al personal sanitario y relanzar los servicios locales». Además de la salud, otros objetivos como Presidenta de Umbría son: “El medio ambiente, el desarrollo sostenible, los jóvenes. Sobre todo a ellos, a los niños, queremos devolverles la fe en nuestra Umbría, el sentimiento de esperanza, las ganas y las oportunidades de permanecer aquí. Y luego hay otra cosa importante. Ganamos claramente tanto en Perugia como en Terni. A partir de hoy todos los umbros estarán al mismo nivel, administraremos la región con las puertas abiertas y seremos el gobierno de todos los territorios, sin excepción. Umbría es una”, terminó diciendo Proietti después del triunfo.

Claramente hizo campaña poniendo el acento en la inversión en salud pública, abandonada por la ultraderecha a las fuerzas del mercado. Una vez elegida, mantuvo este eje de su agenda. Les habló a los jóvenes que parecen ser los desmemoriados de la sociedad mundial, los que llevan a personajes como Milei o Meloni al gobierno. Marcó y remarcó el cuidado del medioambiente y el desarrollo sustentable. Umbría no es de las regiones más ricas de Italia. Urge que su economía crezca porque en diez años, la Liga del Norte no hizo más que atrasarla. Por eso, en Umbría ganó la centroizquierda. Después de probar un experimento que finalmente los abandonó, los umbros volvieron a apostar a un modelo que hace eje en necesidades básicas de la gente, sin ningún adorno, muy puntual y claro.

En las elecciones regionales de Emilia-Romaña, el candidato de la centroizquierda, el alcalde de Rávena Michele De Pascale ganó por un amplio margen. Obtuvo el 56,77% de los votos. La candidata de la derecha, Elena Ugolini, se quedó con el 40,07% de los votos. 

Después de ganar las elecciones, Michele De Pascale marcó sus prioridades de gobierno: cambiar de rumbo las políticas públicas respecto de las inundaciones. Planteó la necesidad de establecer relaciones con Meloni a la que le solicitaría ser nombrado “Comisario de las Inundaciones”. Durante 2023, las lluvias en la región provocaron inundaciones en los alrededores de Bolonia, Rávena, Rímini, entre otras ciudades. Desbordaron veintitrés ríos de la región y se contabilizaron quince muertos en mayo. Debieron evacuarse 36.000 personas. Los daños materiales fueron enormes. Viviendas destruidas sin electricidad, calles por las que se desbordaron los ríos cercanos, derrumbes de puentes y destrozos en más de 500 calles y avenidas. En septiembre y octubre de este año, nuevamente se produjeron inundaciones causadas por el paso del ciclón Boris. 

La ultraderecha niega el cambio climático, y la ecología y el ambientalismo no son temas de su agenda porque forman parte del “marxismo cultural”. Pero De Pascale pone el acento en prevenir los daños causados por las inundaciones porque la misma cantidad de lluvia que suele caer en siete meses, cayó en dos semanas. Los habitantes de Emilia-Romaña han sufrido el cambio climático por dos años consecutivos. Ahí está otra de las razones por las cuales ganó la centroizquierda con el abordaje de las inundaciones como punto uno de su agenda.

Las distintas vertientes del centroizquierda apoyaron a Michele De Pascale. Se unieron el PD, el Movimiento Cinco Estrellas, la Alianza Verde-Izquierda, Civici con De Pascale Presidente y Emilia-Romaña. Claramente, las fuerzas de la centroizquierda italiana lograron derrotar a I Fratelli, el partido de Meloni, con una unidad respetuosa y una agenda que pusiera el foco en los problemas concretos de la gente.