Noticias cegadoras

Si bien es cierto que AfD duplicó sus votos con respecto a las elecciones de 2021, no es menos importante y decisivo el hecho de que su influencia en el nuevo Gobierno es nula.

Una de las características que domina la escena de estos tiempos es el vértigo que provoca la sucesión de noticias difíciles de profundizar en su verdadero volumen, porque detrás de cada una de ellas hay otra noticia urgente que saca a la otra de circulación. Lo hemos citado en nuestras columnas y lo seguiremos haciendo. En el libro “Los ingenieros del caos” del politólogo Giuliano da Empoli, hay un consejo transversal de esos ingenieros a los políticos que asesoran, incitándolos a que, cuando gobiernen, provoquen un caos informativo tal que al ciudadano de a pie se le torne muy difícil entender lo que le está pasando.

Pronto se cumpliría una semana de las elecciones llevadas a cabo en Alemania en 23 de febrero pasado. La noticia pasó. Sin embargo, cuando la diseccionamos aparecen elementos que nos permiten inferir que se arman climas de conversación que no se condicen con lo que realmente está pasando.

Antes de que los señores Elon Musk y el vicepresidente de los Estados Unidos J.D Vance se manifestaran públicamente en torno al proceso electoral teutón, la situación política alemana era la siguiente: los sondeos decían que los democristianos, (el partido de Merkel) tenían el treinta por ciento de intención de voto. Lo seguía Alternativa por Alemania, (la ultraderecha acusada de simpatizar con el nazismo), y el partido socialista de Scholz – Canciller en este momento- tenía el quince por ciento.

Es interesante recordar cómo el nuevo cónsul imperial y tecnomagnate terrenal Elon Musk se inmiscuyó en el proceso electoral alemán. Manifestó públicamente que estaba dispuesto a financiar a Alternativa por Alemania y que este partido era lo mejor que le podía suceder a los germanos, banalizando así lo que significaría para Alemania ser gobernada por una fuerza política que revive lo peor de su pasado.

Pero ahí no terminaron las intervenciones en la disputa alemana. J.D. Vance participó en la cumbre de cancilleres de Munich, verdadero pistoletazo de salida del descuartizamiento de Ucrania. Cosa vederes, Sancho. Vance les explicó a los europeos cómo va a ser la paz en Ucrania. El pintoresco Zelensky va a entregar su capitulación a la Casa Blanca cediéndoles a Estados Unidos las tierras raras, mineral crítico necesario para fabricar los semiconductores indispensables para desarrollar Inteligencia artificial.

Para más Inri, el vicepresidente de USA, además de dejar como convidados de piedra a los europeos en la discusión sobre el futuro de la guerra, soltó como si nada, que Europa no tenía libertad de expresión. Y, trascartón, se entrevistó con los dirigentes de Alternativa por Alemania. Esas dos injerencias insolentes en el país que representa el cuatro por ciento de la economía mundial, no hicieron efecto favorable en el caudal de votos de la ultraderecha. Recordemos que AfD tenía un veintidós por ciento de votos y terminó consiguiendo un veinte por ciento.

Por si fuera poco, en ese proceso electoral acontecieron tres atentados terroristas que costaron vidas humanas. Todos ellos fueron ejecutados por inmigrantes. La cuestión migratoria fue junto con el estancamiento económico alemán, los temas centrales de discusión en los tiempos recientes. La mesa estaba servida para la ultraderecha. Si bien es cierto que AfD duplicó sus votos con respecto a las elecciones de 2021, no es menos importante y decisivo el hecho de que su influencia en el nuevo Gobierno es nula. No en todas las sociedades es fácil instalar las ideas del odio y del individualismo extremo. Víctor Hugo, el dramaturgo francés, decía que no hay nada más potente que una idea a la que le llegó la hora. Alemania nos demuestra que el giro ultraderechista se encuentra en discusión o por lo menos ralentizado.

Quien también duplicó sus votos fue Die Linke, (la Izquierda), que antes de comenzar la campaña registraba cuatro puntos de intención de votos y que terminó consiguiendo nueve por ciento. Observamos que cuando se disecciona el voto por edad, nos encontramos con la sorpresa de que el sesenta y cinco por ciento de los jóvenes menores de veinticinco años votaron a Die Linke.

Esta confirmación pone en disputa la idea de que los jóvenes abrazaron mayoritariamente ideas de ultra derecha. La campaña de Die Linke fue bien clara. Habló de las dificultades de los jóvenes para alquilar vivienda, habló también de la mala calidad de los empleos y del encarecimiento de los productos básicos de la canasta.

En nuestra casa

Como hablábamos al comienzo de esta columna, el vértigo de instalar una noticia nueva que vaya tapando a la otra, también es de uso y costumbre en la Argentina de hoy. El nombramiento de dos jueces de la corte por decreto ocupa en este momento el grueso de la noticia política que emiten las grandes cabeceras mediáticas. Sin embargo, en el submundo de las redes sigue circulando con intensidad el criptogate. Todas las consultoras que realizan estudios sobre tráfico en redes sociales coinciden en que el conocimiento sobre el cripto escándalo es altísimo y que la valoración que hacen los cibernautas es profundamente negativa para Javier Milei. Esto no es óbice para evaluar que una anestesia potente adormece a empresarios, sindicalistas, políticos y a buena parte de la sociedad. Esa anestesia está compuesta de dólares baratos que dificultan nuestro sistema productivo y alimentan una masiva salida de argentinos al exterior. Por caso, un titular de Clarín de estos días lo deja bien claro: “Salida récord de argentinos al exterior: creció en un 75% por el efecto dólar”

A propósito de Clarín, se observa que para comprar la filial argentina de Telefónica, no necesitó endurecer su línea editorial contra el gobierno de turno.

Resumiendo: la semana comenzó con los coletazos del criptogate y la visita presidencial a Estados Unidos. Tomó la delantera la noticia de que Clarín compró la filial argentina de Telefónica y luego, rápidamente, esta noticia quedó desplazada por la del nombramiento por decreto de dos jueces de la Corte.

Todas estas transgresiones se sostienen gracias al dólar barato que la clase media anhela por sobre todo. Cuando este contrato entre el gobierno y buena parte de la sociedad haga crisis, tal vez muchos de estos deslices serán realmente penalizados.

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