En Bolivia se ha desatado una guerra intramafias para ver quién se queda con el negocio. Es sugerente que en apenas tres meses once personas murieran en balaceras entre narcos. Un fenómeno que no se daba en Bolivia. Para el analista Andrés Portillo Bolivia está camino a convertirse en Sinaloa, México. El criterio puede ser exagerado pero no cabe la menor duda de que el río piedras trae.
Herodoto en su monumental Historia, nos cuenta de la llegada de una nave fenicia a las costas de Argos. Después de atracar, los visitantes desenrrollaron las telas que llevaban de cargamento sobre las arenas de la costa. Horas después las mujeres argonautas se habían quedado con los lienzos y el capitán tenía una pesada bolsa de monedas.
Sin embargo, había algo que desentonaba. En el barco había un pasajero más: la princesa de Argos. Hombres y mujeres de la polis griega hablaban de un secuestro. El comandante de la nave tenía otra versión: la chica estaba embarazada y, temerosa de la reacción de sus padres. abordó el barco y pagó su pasaje hacia tierras más hospitalarias.
Dos versiones contrapuestas, pero con partidarios cada una. Finalmente creemos lo que queremos creer.
Y eso ocurre con la caída del que fuera el zar antidroga durante 11 años de la era Evo Morales. Y es que Felipe Cáceres no sólo fue el viceministro encargado del tema Coca Cocaína, sino 11 años alcalde de Villa Tunari. Conocido entre sus amigos como “Felipao”, Cáceres es uno de los más cercanos amigos del expresidente indígena. No solo llevan 30 años en la misma organización sino que Felipao es parte del círculo más cercano. De hecho es considerado el segundo en el mando chapareño hoy por hoy, cuando Andrónico Rodríguez se ha alejado de la dirigencia de los cocaleros.
Evo Morales se ha apresurado en decir que éste es un golpe directamente a él. Cáceres fue encontrado cerca de una fábrica de drogas que se encontraba a 500 metros de donde fue detenido. La factoría producía 160 kilos de cocaína al día.
El fiscal departamental de Cochabamba, Osvaldo Tejerina, señaló que Cáceres fue capturado en flagrancia toda vez que el lote en el que se encontraba la fábrica fue entregado a él para que se instalara una chancadora.
La cosa empeoró cuando se detectaron 9 millones de bolivianos, al cambio oficial más de un millón de dólares en las cuentas de Felipao.
Finalmente, la ex autoridad no será recluida en la cárcel sino que tiene detención domiciliaria.
El regreso de la DEA
La agencia antidrogas de Estados Unidos fue expulsada por el gobierno boliviano. Ella no solamente coordinaba con la policía boliviana sino que pagaba sobresueldos a quienes trbajaban bajo sus orden a pesar de llevar uniformes del país.
De hecho eran tiempos en que los presidentes enviaban la lista de sus ministros a la embajada gringa para que estos les dieran su agreement.
Cualquiera sea la elección de los bolivianos el 19 de octubre, es seguro es que se restablecerán las relaciones con los gringos y, por supuesto, la DEA regresará si es que se ha ido alguna vez,
Por lo pronto, el gobierno boliviano está muy interesado en demostrar que el centro del narcotráfico boliviano sigue siendo el Chapare, la cuna y el centro del poder de Evo Morales.
Y esto quizá solo sea el anuncio de que podría haber una fuerte intervención en esa región en los primeros meses del nuevo gobierno.
Vendrán momentos muy álgidos en la economía boliviana, toda vez que habrá que devaluar la moneda y sincerar el precio de la gasolina, un conflicto contra los narcos y los productores de coca bien pueden desviar la atención de la gente, dice el analista Andrés Portillo.
Un “Macho” en el centro
Maximiliano Dávila era conocido como el “Macho” y fue jefe de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico y de Inteligencia en la Policía Boliviana.
No era muy discreto, ya que le gustaba trasladarse en un auto de lujo todo blanco con las guardallantas de oro. Cuando fue detenido la justicia ya tenía una lista más de 50 inmuebles a su nombre o al de su pareja. Lo que de verdad es una grosería para cualquier jefe policíal de cualquier parte del mundo.
Hace largo tiempo que Dávila estaba bajo la lupa de la DEA al punto que ésta logró infiltrar a un par de agentes que grabaron al “Macho” mientras este comprometía apoyo con uniformados armados hasta los dientes con armamento pesado para 7 avionetas que llevaba droga de los acopiadores más una octava nave que llevaba droga incautada por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico que era revendida por Dávila.
El ex coronel fue apresado por legitimación de ganancias ilícitas pero muy pronto EE UU pidió du extradición y, fuentes de inteligencia, dicen que ya ha llegado a un acuerdo con la fiscalía de Nueva York.
A nadie sorprendería que parte del acuerdo sea la entrega de su jefes directos, uno de ellos Felipao. En el evismo se teme que la cacería incluya a Evo Morales y al ex ministro de gobierno del MAS, Carlos Romero.
Juego de tronos a la boliviana
Mientras tanto muchas versiones circulan en torno a este hecho. Muchas que pueden resumirse en dos:
- El objetivo es Morales y es una trampa del imperialismo.
- El narcotráfico ha penetrado al MAS y en su gobierno ha extendido su poder en el Chapare.
Lo cierto es que a partir de la llegada de Jeanine Añez al poder el narcotráfico comenzó a amplirse hacia el amazónico Beni (lugar de origen de la presidenta no constitucional de Bolivia) y empezaron a llegar también colombianos, peruanos, mexicanos y brasileños.
Apareció entonces el uruguayo Sebastían Marset, que se dedicó a acopiar grandes alijos de cocaína. Después de que fuera perseguido se ha desatado una guerra intramafias para ver quién se queda con el negocio. Es sugerente que en apenas tres meses once personas murieran en balaceras entre narcos. Un fenómeno que no se daba en Bolivia.
Para el analista Andrés Portillo Bolivia está camino a convertirse en Sinaloa, México. El criterio puede ser exagerado pero no cabe la menor duda de que el río piedras trae.