Jorge Zaccagnini: “Existe un extractivismo de almas”

El Presidente Javier Milei no gana para sustos. Mientras resuenan cada día los ecos del narcoescándalo Espert-Machado, reaparece el fantasma del millonario fraude con la criptomoneda $Libra. Un fiscal ordenó peritajes a celulares y otros dispositivos para investigar contactos de los imputados con Milei y su hermana Karina. La trampa funcionó por ”la imagen de disruptor anarcocapitalista de Milei”, advierte Jorge Zaccagnini, presidente de la Asociación Civil Infoworkers de Trabajadores de la Información.

Palabras como “presidente”, “milei”, “karina milei”, “gobierno”, “olivos” y “casa rosada” serán rastreadas en mensajes de redes sociales de los sospechosos, según el dictamen del fiscal Eduardo Taiano. Se pondrá la lupa judicial en llamadas de los hermanos Milei con Mauricio Novelli y Sergio Morales, e incluso con Manuel Terrones Godoy y el padre de la ‘memecoin’, el estadounidense Hayden Davis. La entrevista de Y ahora qué? con Jorge Zaccagnini, experto informático de extensa carrera, revela también quiénes son los nuevos Jinetes del Apocalipsis y por qué esos ‘dioses berretas’ pretenden dominar al mundo, a quién se le ocurrió reemplazar a los humanos con avatares y qué es “el extractivismo de almas”.

–¿Cómo y por qué funcionan las estafas con criptomonedas?

–La sociedad argentina está todavía sacudida por el uso indebido de un intangible llamado criptomoneda. Se posibilitó que el dinero invertido por un número aún indeterminado de personas en una entelequia piramidal bautizada $Libra se esfumara en pocas horas. Su destino: desconocido. Todo eso está en investigación y cada vez se cierra más la responsabilidad en muy pocas personas, entre ellas el Presidente, directamente involucrado. Estafas de estas características se repiten aquí y en el resto del planeta con demasiada frecuencia.

–¿Cuál es el mecanismo para atrapar a los inversores?

–El mecanismo es siempre el mismo. Una persona con mucha visibilidad y disposición pública, un influencer, recomienda una criptomoneda que generalmente carece de un valor inicial alto. A continuación, se reciben inversiones que suben su valor en forma exponencial. Los tenedores de la mayoría de esos valores, cuando venden, hacen caer su valor. Así originan el pánico y la corrida del resto que intenta vender su parte a cualquier precio. La criptomoneda pierde su valor y los tenedores que originaron su caída se quedan con la diferencia. Es sencillo, fácil de comprender. Sin embargo, los estafadores tecnocráticos siguen cosechando ganancias extraordinarias de sus éxitos delictivos.

–¿En qué radica la ingenuidad de los inversores estafados?

–Quizás debamos mirar con más atención un ámbito de características culturales propias de una tribu a la que llamamos mundo cripto. Con ese mundo nos relacionamos con algo de temor y mucho de ignorancia. El mundo cripto está integrado sustantivamente por cientos de miles de jóvenes en todo el planeta. Están incorporados al ámbito laboral a través de las actividades tradicionalmente conocidas como la industria del software. Han logrado alcanzar un importante reconocimiento social como símbolo de progreso sustentado por los conocimientos que se utilizan para desarrollar tareas que no son suficientemente comprendidas por muchos. Por lo tanto no saben cómo explicar las consecuencias no deseadas.

–¿No reproducen la ilusión de quien sueña salvarse con apuestas, loterías, juegos de azar, etcétera?

–En Argentina se suma el hecho de representar una salida laboral de ingresos relativamente importantes que pueden pagarse en dólares, euros u otra prestigiosa moneda. Las criptomonedas permiten que jóvenes con estos conocimientos tengan un ingreso muy injusto pero levemente superior a lo que pudieran conseguir en otras actividades. Es casi como una continuación natural de la etapa adolescente. Etapa inmersa en las fantasías de los videojuegos. Los ciudadanos del mundo cripto han crecido en un ámbito caracterizado por la desterritorialidad.

–En tiempos de crisis se multiplican los manotazos de ahogado.

–Es por la inestabilidad del empleo y la precariedad de las condiciones del medio ambiente laboral. Básicamente representan una cultura del trabajo en la soledad del individuo. Sin la relación con el eventual y siempre cambiante empleador. La aparición de una influencia como la de Javier Milei conmovió profundamente a muchos ciudadanos del mundo cripto.

–¿Por qué los conmovió el Presidente?

–Por su imagen de disruptor anarcocapitalista que proclama la supremacía del individualismo sobre la justicia social y considera al Estado como una organización criminal, según en sus propias palabras. Que quiera destruir al Estado cautivó a muchos que creyeron en él. A tal punto que apostaron su dinero en la criptomoneda que el influencer Milei recomendaba. Desechaban la posibilidad de la estafa que terminó siendo. Desoyeron advertencias que el mundo cripto ha establecido para ese tipo de maniobras. El influencer presidencial los trajo a la realidad con la crudeza del que ya no los necesita: si vas al casino y perdés plata, ¿cuál es el reclamo?

–¿Cómo se llegó a que estas maniobras sean tan eficaces?

–El mundo cripto surge como consecuencia directa de la globalización tecnocrática. Es la fase superior de la globalización financiera. La que consolida el predominio de los multimillonarios tecnocráticos como Mark Zuckerberg, Elon Musk o Peter Thiel. Ellos ya han conquistado suficiente poder como para poder intervenir al Gobierno del país más poderoso del mundo y diezmar la administración del Estado norteamericano con el pretexto de reducir sus costos de gestión.

–¿Para llegar incluso al cierre de la administración estadounidense?

–La gestión está hoy paralizada en un shutdown producto de ese avance incontenible o necesitado de ser contenido. Un mecanismo que destruye a todo Estado, aunque sea del país imperialista más grande del planeta. La globalización tecnocrática ha creado un poderoso mundo supranacional carente de otras reglas que las que imponen los llamados Jinetes del Apocalipsis Tecnocrático. Crean falsas identidades y ejércitos de rol, ocultos detrás de centenares de avatares con nombres disparatados e insultos y degradaciones. Avatares que los anonimiza. Que permiten que las fakes news transiten anónimamente por las redes.

–¿No es posible identificar a los autores de las mentiras?

–La tecnología blockchain posibilitaría establecer su trazado y determinar su origen. Pero hay un mundo que ha posibilitado la creación de las criptomonedas y sus estafas recurrentes.

–El escándalo del diputado José Luis Espert en sus vínculos financieros con Fred Machado, acusado en Estados Unidos por lavado de dinero y narcotráfico ¿es sólo la punta de un iceberg? ¿Es posible convertir a Argentina en un narco Estado?

–Hemos pasado de la globalización financiera a la globalización tecnocrática. Hay una tensión entre los intereses de los estados nacionales y la conformación de un nuevo poder global.

–¿Un nuevo poder global de qué tipo?

–Apalancado en el creciente poderío económico y político de los nuevos multimillonarios tecnológicos. Su objetivo es la dominación mundial.

–¿Cómo podrían dominar el mundo? ¿O ya lo dominan?

–El economista griego Yanis Varoufakis ha publicado un libro de lectura obligada, creo. Se llama ‘Tecnofeudalismo, el sigiloso sucesor del capitalismo’. Varoufakis sostiene que el capitalismo está muerto, en el sentido de que sus dinámicas ya no rigen nuestras economías.

–¿Quién rige las economías ahora?

–Ese papel lo desempeña ahora algo fundamentalmente diferente, manejado por los que llama ‘señores feudales’. Lo hacen a través de un capitalismo de nubes que ha reemplazado al beneficio como motor del capitalismo, por la renta feudal. El autor realiza una advertencia que vale la pena tener muy en cuenta. Esto me empuja a decir que esta mutación histórica del capital ya se ha producido.

–¿No se advierte la mutación?

–Estamos absortos en nuestros apremiantes dramas. Los que van desde la preocupación por la deuda y una pandemia hasta las guerras y la emergencia climática. Apenas nos hemos dado cuenta. Varoufakis nos invita a que ya es hora de que le prestemos atención.

–En particular en Argentina, ¿cómo se lo sufre?

–Desde hace muchos años se sufre la globalización tecnocrática. La palabra tecnocracia formó parte de advertencias del Papa Francisco en varias oportunidades. Una de ellas fue en 2024, cuando ante los líderes del G7, es decir de los mayores países del mundo. Francisco advirtió el paradigma tecnológico encarnado por la Inteligencia Artificial.

–En plena expansión, según parece.

–Y se corre el riesgo de dar paso a un paradigma mucho más peligroso. El que identificó con el nombre de paradigma tecnocrático. No era la primera vez que Francisco hablaba de esto. En junio de 2015, una década atrás, Francisco lo hizo en la Encíclica Laudato Si. Decía que el paradigma también tiende a ejercer su dominio sobre la economía y la política.

–¿Cómo predomina el poder tecnológico en la economía?

–Asume todo desarrollo tecnológico en función del rédito sin prestar atención a eventuales consecuencias negativas para el ser humano. Francisco decía que las finanzas ahogan a la economía real. Todo parece indicar que la economía se encamina a una segunda fase del globalismo tecnocrático.

–¿Cómo sería la segunda fase del globalismo tecnocrático?

–En su libro ‘El fin de la realidad’, el pensador norteamericano Jonathan Taplin describe detalladamente un futuro distópico. Según él, Musk, Zuckerberg, Thiel y el resto de los multimillonarios tecnocráticos, se proponen imponer una meta realidad digital. De tal modo, la humanidad pasaría la mayor parte del tiempo transformada en un avatar de la realidad virtual. Y sustentada por una asignación universal que acá en Argentina, y algunas personas ya lo están proponiendo, sea quizás pagada con criptomonedas.

–¿Es un mundo con los humanos en un segundo plano?

–Estos dioses berretas del transhumanismo dan a luz una nueva especie: los cyborgs de vida eterna y con facultades suprahumanas. Ellos reemplazarían a nuestra incómoda y contradictoria especie. Creo que más allá del grado de certeza que pueda tener esta descripción, la verdad es que los multimillonarios tecnológicos manejan un conjunto de empresas cuyos intereses globales son en mayor o menor medida conflictivos con los intereses de los estados nacionales. E independientemente del tamaño y la importancia geopolítica que estos estados tengan, las empresas supranacionales son los principales productores globales de estratégicos servicios y de bienes intangibles. Les confieren un poder comparable o superior al que detenta la mayoría de los Estados nacionales.

–¿Por eso se menciona el fin del capitalismo que conocemos?

–Porque, además, son empresas en donde el dueño es uno solo. El curso y sentido que esas empresas tienen en su desarrollo, dependen solamente del pensamiento y la acción de ese único dueño. Como Zuckerberg, Thiel o Musk.

–¿Cómo cambia la vida de los pueblos?

–Ese conjunto de poderosísimos empresarios manejan la tecnología y el conocimiento más sensible que hoy tiene la humanidad. Eso afecta directamente a la psiquis humana. Estos empresarios confiesan tener un proyecto para cambiar el mundo de acuerdo a lo que creen que es lo mejor. Pero sin aclarar mejor para quién.

–¿En Argentina se han derribado controles y regulaciones para tales procesos mundiales?

–Estas empresas están liberadas de leyes y controles de los estados nacionales que arreglen su comportamiento. El señor Musk ha hecho de Twitter o X lo que quiso, sin que haya un Estado nacional que pueda ponerle límites éticos. Su conducta afecta al conjunto de la humanidad. Y en especial a cada uno de los pueblos sobre los cuales desemboca su actividad. Son estructuras supranacionales cuyos límites no han sido ni escritos ni existe una contraparte eficaz que pueda ponerle límite a los designios que tienen estas personas. El mecanismo llega al corazón mismo de los pueblos. Al corazón mismo de cada uno de nosotros.

–¿Estos poderes cuentan con métodos más eficaces para la extracción y explotación de riquezas de los países?

–Cuando hablamos en Argentina del extractivismo, pensamos inmediatamente en la apropiación por parte de terceros de nuestros recursos naturales. Pero es solo parte de una operación mayor. El profesor Juan Carlos Herrera habla de ‘extractivismo de almas’. Sobre nuestras almas, sobre nuestra psiquis, avanzan directamente estos mecanismos manejados por estos nuevos reyes impunes. Reyes del manejo del pensamiento, de la opinión e incluso del alma de nuestra especie, tan castigada desde los comienzos de la historia.

–¿Cómo logran operar por encima de los Estados?

–Es lo peor de todo. Potencialmente, este conjunto de poderosos supranacionales tiende a funcionar en un modelo que no se puede precisar hasta qué punto está desarrollado. Pero constituye un complejo de producción industrial-bélico-digital que también está por sobre los Estados.

–¿Con Estados forzados a financiar estas operaciones supranacionales?

–Hay que mirar de otra manera los recursos económicos que están poniendo los Estados en la creación de nuevas máquinas de guerra. Esto se ve con claridad en la guerra de Rusia con Ucrania. Y también en la masacre del pueblo de Gaza. Son tecnologías de la muerte que Francisco, también ante el G7, se refirió con los términos más duros. Fue por el uso de la Inteligencia Artificial para el desarrollo de maquinaria y tecnología de la muerte.

–¿La estructura capitalista clásica está en vías de extinción?

–Hay una mutación que está teniendo el mundo a partir del avance, yo diría exponencial, de las innovaciones tecnológicas aplicadas a la producción y a la distribución de bienes. Está terminando una etapa de la humanidad que comenzó con la Primera Revolución Industrial. Una con patrones y empleados, con capitalistas y trabajadores. Se está generando una nueva realidad que obliga a revisar conceptos que fueron permanentes y aceptados durante muchos años.

Argentina se encamina a ser un paraíso fiscal o ya lo es?

–Cabe preguntarse si Argentina está transitando esta mutación con un destino final que es transformarse en un paraíso fiscal. Es una pregunta de difícil respuesta. Pero hay algunas indicios que permitirían preocuparse lo suficiente por una respuesta, lamentablemente, afirmativa.

–El Presidente ha dicho que los evasores y fugadores son ‘heroes’.

–El actual Gobierno que preside el señor Javier Milei ha desembocado en una revolución anunciada. La planteó como como una batalla cultural. Pero en realidad consiste en usar los mismos sistemas de reducción de la soberanía nacional que han usado otros hace pocos años atrás. Me refiero al expresidente Mauricio Macri. Y si nos remontamos más atrás, aunque fue diferente, el cambio se produjo vendiendo las ‘joyas de la abuela’ en la época de Carlos Menem.

–¿La dictadura fue el punto de inflexión para que surgieran estas políticas?

–Comenzaron después de la muerte del General Perón. Empezó con alguien que llamaron ‘el virrey’ y no tan nombrado hoy: Alfredo Martínez de Hoz. Con el mismo apellido de quien, más de 100 años antes, tuvo el manejo de la Aduana de Buenos Aires que tanto influyó negativamente para la conformación de un Estado realmente federal.

–¿Cuándo Milei gana el balotaje, estaba claro que venía la profundización de esa tendencia?

–Milei es un hombre que avisó lo que iba a hacer. Lo que pasa que nadie le creyó. Todos decían que no iba a hacer lo que decía. Ese es parte de su disfraz de loco. Creían que iba a terminar con todo lo malo. En los hechos demostró Milei su valoración por la transgresión sistemática contra la soberanía nacional. Entre otros temas, en el campo de la moneda soberana cuando aplaudía a aquellos que jugaban en dólares y fugan.

–Pero ahora se intenta frenar a toda costa la sangría de divisas.

–Primero había considerado ‘héroes’ a aquellos que no pagan lo que se necesita para administrar desde el Estado el bien común. En realidad se configura así su decisión de destruir la estructura de soberanía. En especial de la moneda. Pero, en general, de todo lo demás y dar piedra libre al paraíso de los fondos de inversión. Los generados a partir del proceso de globalización financiera. El que Ronald Reagan y Margaret Thatcher impusieron al mundo. Lo hicieron a partir de tener una herramienta tecnológica que era desconocida hasta ese momento.

–¿Cuál fue la herramienta de globalización?

–Cuando llegue el momento habrá que hacerle un juicio a esa herramienta tecnológica. Va a ser una de las acusaciones más importantes que facilitaron la globalización financiera: esa herramienta tecnológica es internet.

–¿No fue presentada Internet como un instrumento de democratización?

–Al común de los humanos, como nosotros, nos contaron que iba a ser una maravilla. Si teníamos un amigo en Hong Kong, o en Perú, o en Estados Unidos, podíamos sin costo hablar con él, mirarlo en la cara y charlar. Y poder así construir un mundo de paz. Un referente a nivel global como el intelectual catalán Manuel Castell nos hablaba de un mundo en donde podríamos ejercer más plenamente nuestra integración. Al conjunto de los humanos que existieren e independientemente de donde vivieran.

–¿No se considera un gran instrumento de comunicación e información?

–Lamentablemente, la realidad trajo otras circunstancias. La apropiación de esa red maravillosa potencialmente, quedó en manos de un conjunto de empresas manejadas por multimillonarios a los que llamamos Los Jinetes del Apocalipsis Tecnocrático. Posibilitaron una globalización realizada en lo financiero. Con una estructura de acumulación económica que la Argentina está sufriendo. Atacaron y siguen atacando a las monedas soberanas de los países más débiles.

–¿No estamos ahora en una fase crítica de ese fenómeno?

–Voy a contar una historia que quizás es conocida. Los que tenemos mucha edad vimos como con el bajo costo del dólar, nos abrimos a las inversiones. Pero nunca llegan. Los dólares que llegan son atraídos solamente por la famosa bicicleta financiera o carry trade, cuyo único objetivo es alimentar un dólar bajo en un sistema que paga altísimos intereses en pesos y después se transforma nuevamente en dólares.

–¿Cuánto puede aguantar ese modelo de tipo de cambio favorable a la especulación?

–Puede durar dos o tres años. Como pasó con la ‘tablita’ de Martínez de Hoz, o con Macri. Cuando no aguantan más tienen una etapa intermedia que son los salvatajes del Fondo Monetario Internacional. Y el país se endeuda mucho más allá de sus posibilidades económicas. Hasta que con ese valor ficcionado, los inversores toman las ganancias, se van, el dólar salta y el país queda desnudo. Con más deuda que antes y con una destrucción objetiva de la estructura productiva. Es decir, con una situación infinitamente peor.

–Hay apellidos de responsables económicos que se repiten en la historia.

–Sí, de nuevo los mismos actores, como los señores Luis Caputo y Adolfo Sturzenegger. Desembarcan para llevarnos a la dependencia que debilita a la nación. Cada vez un escalón más abajo.

–¿Dolarizar al estilo de Ecuador es aplicable en Argentina?

–La había prometido Milei en campaña. En Ecuador fue un fracaso la dolarización.

–Volviendo al lavado ¿nadie pregunta ya cuál es el origen de los capitales invertidos?

–No se les pide decir la proveniencia. Por eso el escándalo de uno de los negocios, entre comillas, ilegales pero admitidos que es el narcotráfico. Nos alarmamos al descubrir pruebas mostradas desde Estados Unidos: quien fue candidato a Presidente (José Luis Espert) y forma parte de la estructura del Gobierno actual, ha sido financiado por el narcotráfico. Eso más allá de si lo sabía o no lo sabía, cada cual tiene su opinión. Yo creo que es imposible no saberlo.

–Al menos, debería haber sospechado.

–Es un casus belli de un país debilitado en su Estado. Aparece dispuesto a ser destrozado por las propias personas que tienen la obligación, por el voto popular de administrarlo. Es la infiltración de las peores formas de la globalización financiera. A tu pregunta, no sé si puedo afirmar que la Argentina ya es un paraíso fiscal. Pero estoy seguro de que si no modificamos de raíz el esquema económico y político del Gobierno, lo llegaremos a ser en muy corto plazo.

–¿Es posible imaginar una economía diferente a la ortodoxa monetarista que se enseña en las universidades?

–Son economistas que vienen cargados con una mochila. Tenemos una perspectiva distinta sobre el mecanismo de distribución y producción de riqueza. Agotada la revolución industrial hay que plantear una economía distinta. La llamamos ‘una economía conveniente’. En lugar de partir de la producción, está imaginada desde la demanda como satisfacción de necesidades físicas y espirituales de la población.

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