Kulfas: “el peronismo hizo la plancha, pero tiene que proponer futuro si quiere ganar en 2027”

El economista y ex ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas advirtió que a Milei nadie lo votó por sus modales ni porque haya incrementado las fuentes de trabajo. “Lo votaron porque la gente quedó asustada ante la inflación del 2023. Milei implicó la idea de tener un horizonte distinto, y por eso el peronismo tiene que tener un proyecto de futuro”, dijo en diálogo con Y ahora qué?

Kulfas advirtió que el peronismo “hizo la plancha para la campaña de octubre porque creyó que la gente -descontenta- no lo votaría ni por casualidad, pero hubo un error de diagnóstico” y que por eso “hay que tener un proyecto de futuro que estabilice y permita recuperar lo Milei nunca va a dar: una mirada productivista que permita generar justicia social y empleo”.

“El peronismo no puede quedarse sentado esperando el fracaso de Milei porque tal vez no ocurra”, alertó.

–¿Cómo hace el peronismo para mirar hacia adelante, porque hablar del pasado no permite ganar elecciones y parece que ya no convence? Al menos en temas económicos, en estas elecciones no hubo propuestas concretas que alentaran a votarlo. ¿Cómo se revé el tema, qué se hace, cómo se está repensando?

–Kulfas: Bueno… el peronismo es bastante ecléctico y rudo para la discusión, pero me parece que el punto en el que se está avanzando es que, como aspecto diferencial, tiene una idea de un país que se desarrolle, que se industrialice, que sea soberano y con justicia social. Creo que en estos valores estamos todos de acuerdo, así que hay un nuevo consenso que se está construyendo. 

–¿Y respecto al valor de la estabilidad?

–Kulfas: El peronismo -en los últimos años- ha descuidado ese tema hasta llegar a ser algo incontrolable en el 2023. Pero también se está gestando un acuerdo en torno a eso después de años de haber descuidado el problema económico y haber generado una suba de la inflación. Hay sectores que todavía no se animan a hablar abiertamente del cómo, pero empiezan a verse principios de avance porque en este tema porque no hay que esperar pasivamente que a Milei le vaya mal porque puede que eso no ocurra. Es probable, también, que logre bajar la inflación y vayamos a una economía en la que haya un desarrollo productivo muy malo, porque estará acotado a pocos sectores, y con una débil reacción del empleo. Y esto producirá que el electorado reclame conservar esa estabilidad y le adicione el reclamo de un proyecto productivo con justicia social y empleo.

–Esto de conservar la estabilidad ya se ratificó en las elecciones intermedias de octubre.

–Kulfas: Claro. La realidad es que a Milei no lo votaron ni por sus modales, ni por haber generado un gran aumento de desempleo, ni por un aumento productivo que no ocurrió. Lo votaron porque la gente había quedado asustada por la fuerte suba de la inflación del 2023. Las remarcaciones de precios golpearon los bolsillos de muchas familias y Milei implicó la idea de tener un horizonte distinto. Frente a esto, el peronismo está obligado a ofrecer estabilidad. Si Milei la logra, garantiza su continuidad, y si no la logra -que es probable que no ocurra- habrá que ofrecer un camino alternativo para ello. Pero lo que no puede hacer el peronismo es quedarse sentado esperando el fracaso de Milei porque tal vez no ocurra o porque, aunque ocurra, la gente no querrá volver al pasado. Y por eso hay que tener un proyecto de futuro.

–Cuando habla de proyecto, ¿en qué está pensando? En Argentina no hubo, para las últimas elecciones, ninguna contrapropuesta al gobierno, o la propuesta era derrotarlo, pero nadie explicó cómo. Milei, con quien se puede o no estar de acuerdo, atacó al kirchnerismo, pero al mismo tiempo gestiona a su manera y bajó la inflación. No digo que no se estén estudiando propuestas alternativas, pero no fueron difundidas de manera masiva. A la hora de votar, la gente no las conoció.

–Kulfas: Estoy de acuerdo. Lo que ocurrió en la campaña más bien fue hacer la plancha. Creo que la conducción del peronismo creyó que Milei se caía solo, que la gente estaba muy descontenta y que no lo votaría ni por casualidad. Pero hubo un error de diagnóstico. Ante un panorama complicado, en vez de aportar una propuesta superadora, hicieron la plancha y el resultado está a la vista. 

–¿Qué habría que proponer?

–Kulfas: El peronismo tiene que hacer un diagnóstico que permita mirar para adelante y focalizar en la producción y el trabajo. Existe una oportunidad histórica para tener un programa de desarrollo productivo muy amplio que vaya de las actividades primarias, extractivas, hasta un nuevo proyecto de industrialización y tecnología. Y, fundamentalmente, un programa que implique salir del estancamiento del empleo. El privado formal, a nivel nacional, está estancado en seis millones de puestos de trabajo desde hace 15 años. Hay que ir rápidamente a un programa que cree dos millones de puestos de trabajo nuevos, para llegar a ocho millones, y además hacer una reforma laboral e impositiva para las micro y pequeñas empresas que permita formalizar, por lo menos, al 50% de los 4 millones de puestos de trabajo en negro existentes. De esa manera, llegaríamos rápidamente a diez millones de puestos de trabajo en blanco, lo cual permitiría mejorar mucho el consumo del mercado interno, el sistema previsional, aumentar los aportes previsionales, darle sostenibilidad al sistema jubilatorio y empezar a dinamizar las actividades exportadoras. Pero, para que esto ocurra hay que lograr estabilidad y la confianza de los mercados y de todos los sectores, en particular del financiero. Por otro lado, esto lograría que la gente vuelva a ahorrar en la moneda local, con una tasa de interés que sea positiva. En todos los casos, el peronismo tiene que generar una confianza que le va a costar conseguir, pero tiene que hacer ese intento porque están dadas todas las condiciones para lograrlo. 

–¿Qué más propondría?

–Kulfas: Las empresas hacen negocios, están para eso, y el error de buena parte del peronismo fue pelearse con diferentes sectores sin ofrecer un proyecto de futuro. No se puede estar objetando al empresariado si no se ofrece un plan. Por ejemplo, para el sector agropecuario, Julián Domínguez había propuesto un programa agroindustrial cuyo objetivo era llegar a cosechar 200 millones de toneladas de granos. Se llegó a 140, claramente no se pudo cumplir, y habría que revisar por qué no se llegó.

–¿Y con el sistema de retenciones qué haría?

–Kulfas: Como herramienta está agotado, hay que eliminarlo e ir hacia otro esquema, que puede ser la construcción de un fondo soberano conformado con las rentas y los recursos naturales, pero que al mismo tiempo sea gestionado junto al sector privado para hacer obras de infraestructura, caminos rurales, riego y ampliar la capacidad productiva agrícola. También hay que hacer un plan energético y minero que incluya a la cadena de proveedores, no quedarse solamente en la extracción del recurso natural, sino también pensar que toda la cadena se mueva. 

–¿Y respecto al litio, por ejemplo?

–Kulfas: Hay que ir a un acuerdo con Brasil y Chile para resolver la cadena del litio y hacer vehículos eléctricos y con baterías producidas en la región. Pero nada surge espontáneamente, requiere una programación. Hay que sentar a los empresarios no para insultarlos o decirles que son oligarcas, sino para ver cómo hacemos para que la Argentina produzca más y logre tener un proyecto propio. No digo que todo será de color rosa, seguramente habrá tensiones, pero lo que no podemos hacer es pensar que no habrá proyecto para ofrecer. El programa productivo ya está escrito, se llama Argentina Productiva 2030 y tiene 7.000 páginas. Hay que actualizar algunas cosas, el diagnóstico está recontra hecho y también sabemos que es imposible lograrlo sin estabilidad ni consensos. 

–¿Kicillof tiene que plantarse como político o como economista en esta puja hacia el 2027?

–Kulfas: Si Kicillof quiere ser presidente, tiene que ser político, no economista.

–¿Y a quién le delega la economía?

–Kulfas: Tiene equipo, y economistas en el peronismo hay un montón. Lo importante es empezar a plantear cuál es la alternativa y su visión de la economía. Hace dos años dijo que había que escribir nuevas canciones -lo cual fue muy esperanzador- pero desde ese momento hasta la fecha no esbozó nada, aún, sobre esas nuevas canciones.

–¿Por qué plantea que Kicillof sólo debe hacer política cuando Milei, por ejemplo, asume también la conducción económica?

–Kulfas: Porque el presidente es un político, tiene que gestionar la economía y mucho más que eso. Y porque tiene que construir poder, que es algo mucho más que tener un programa económico y propuestas técnicas. La próxima elección presidencial no se va a ganar simplemente diciendo no a Milei, si no con una propuesta. Y si Kicillof quiere ser una alternativa tiene que tener una propuesta confiable para los mercados, pero también para la gente. 

–¿Qué habría que hacer para sacar el temor de esa gente a que vuelva el peronismo al gobierno nacional?

–Kulfas: Hay que plantear propuestas bien concretas. Hay que explicar, por ejemplo, que mientras Argentina no tenga acceso al financiamiento a tasas razonables vamos a tener que vivir con el equilibrio fiscal. Que no vamos a volver al equilibrio fiscal financiado con emisión monetaria, porque eso implica que la inflación se dispararía. También hay explicar que vamos a adoptar una política para recuperar el valor de nuestra moneda. El peronismo se ha llenado la boca hablando de soberanía, de Estado presente, pero si hay un atributo central de las naciones, eso es tener moneda. Y la moneda argentina hace rato que solamente sirve para hacer las compras, pero no para ahorrar. 

–¿Qué otra cosa propondría?

–Kulfas: Por ejemplo, mantener baja la inflación implicaría mantener un interés razonable para que la gente confíe nuevamente en su moneda. No volver a incurrir en negociaciones externas como ocurrió recientemente; no mencionar a cada rato que se va a discutir la legitimidad de la deuda porque eso genera incertidumbre, lleva el riesgo país a las nubes y nos quedamos sin posibilidades de financiamiento externo. Yo sé que a mucha gente no le gusta estas cuestiones porque tienen una mirada más ideológica, pero yo soy pragmático y peronista, y quiero la felicidad del pueblo y no tener razón –ideológicamente hablando- en discusiones que no nos llevan a ningún lado. Necesitamos estabilizar y, obviamente, a diferencia de Milei, tener un programa productivo y de empleo que permita recuperar lo que este presidente nunca va a dar, que es una mirada productivista que permita generar justicia social.

–¿Qué piensa sobre la reducción del Estado?

–Kulfas: Me parece una barbaridad lo que está haciendo Milei porque pone en riesgo la seguridad de los argentinos al no hacer ni mantener rutas, ferrocarriles y lugares por donde la gente se moviliza. Esto también afecta la competitividad porque, por ejemplo, significa transportar mercancías por rutas inseguras. Es verdad que si Milei propone una rebaja de impuestos, el camino es seguir ajustando el gasto público. Y ya recortó jubilaciones, salarios o no hay obra pública. Y yo creo que hay reorientar el peso del Estado. 

–¿En concreto qué significa?

–Kulfas: Tener un Estado que haga una política productiva razonable, eficiente y eficaz en sus acciones. Al mismo tiempo habría que hacer una reforma fiscal y laboral, sobre todo focalizada en las empresas más pequeñas y comercios para que puedan cumplir las normativas. Necesitamos tener un mecanismo laboral mucho más ágil y sencillo, menores impuestos para estos sectores, eliminar el impuesto a los Ingresos Brutos, que es muy negativo y el impuesto a débitos y créditos que penaliza a los que operan en blanco, blanquear la economía. Hay que lograr un equilibrio fiscal que no se logre simplemente recortando, sino también agrandando los impuestos que se cobran, tanto por informalidad, como por la problemática fiscal que existe. Me parece que este es el punto central a discutir. Si logramos una economía en la que crece la industria, crecerán las actividades de servicios tecnológicos y primarios. También generará una mayor percepción de impuestos para disponer de más recursos y recuperar el peso del Estado, que es lo que Milei quiere destruir. No existe un solo país en el mundo que haya crecido de modo sostenido y se haya desarrollado sin Estado.

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