El caso Acindar: la política de Milei perfora el acero

Con la continuidad de la política económica actual, la baja actividad puede extenderse. E incluso puede empeorar.

La paralización de la actividad de la planta de Acindar ubicada en Villa Constitución es un episodio que expone el estado en el que se encuentra la economía argentina. El 85 por ciento de la producción fue detenida y la empresa suspendió a 500 trabajadores. Hasta diciembre estará vigente un esquema de suspensiones con el pago del 75 por ciento del salario a los trabajadores afectados, y un plan de retiros voluntarios.

La explicación que circula es que al mismo tiempo se redujo la demanda interna y las importaciones tienen una mayor incidencia en el mercado interno. En consecuencia, el grupo ArcelorMittal (controlante de Acindar) produjo 600 mil toneladas de acero en 2024, contra 1,2 millones en 2023. La contracción de la producción a la mitad es atribuida a los desplomes de la industria y la construcción.

El último informe de la Cámara Argentina del Acero releva que, hasta junio de 2025, la producción del sector es más alta que lo que alcanzó hasta la mitad del año pasado. La expectativa es que la demanda del insumo crezca este año, pero se mantenga por debajo de años anteriores.

Entre las explicaciones que hacen a este panorama, se encuentran la baja actividad de la construcción y la apertura de importaciones en los sectores de maquinaria agrícola y productos de consumo masivo. Son las mismas razones que explican la retracción de Acindar.

El escenario es coincidente con los datos macroeconómicos, que presentan bajos niveles de utilización de la capacidad instalada en la industria y de actividad en términos históricos, por más que hayan mejorado con respecto a 2024. Es una de las consecuencias concretas del estancamiento. Con la continuidad de la política económica actual, esto puede extenderse sin que concurran causas que alteren el orden macroeconómico, como sería un agotamiento de las reservas de divisas. En todo caso, lo empeorarían severamente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *