Entre las cosas más curiosas está que la exalcaldesa de Santa Cruz Angélica Sosa quiera llevar de primera concejala municipal a Mayté Flores, una mujer que hizo fortuna como prepago y que de hecho regentea a varias chicas en el llamado oficio más antiguo del mundo.
Esforzada labor la de los edecanes. Tenían que decomisar el celular porque los móviles no están permitidos en las reuniones de gabinete, sobre todo cuando hay tanta desconfianza en grabaciones e infidencias, lo que ya de por sÍ es grave, pues se supone que todos ahí son de confianza. Pero el dueño del aparato se niega a entregarlo y vocifera que se trata de propiedad privada. Los guardaespaldas temen usar la fuerza, puesto que el hombre que se les enfrenta es nada menos que el vicepresidente del Estado Plurinacional, Edmand Lara.
Esto ocurrió horas antes de que el segundo hombre en la nación señalara: “Rodrigo Paz no vale ni un peso”. Para agregar luego: “Debí haber hecho caso, y ahí pido disculpas con la gente que me decía ‘no te metas con el Rodrigo porque es un corrupto’. Ahora les doy la razón”.
A más, Lara dijo: “Rodrigo es hábil para engañar. Sólo quería poder y nos utilizó para llegar a él”.
De manera tal que el vicepresidente se ha declarado en opositor al gobierno que supuestamente representaba. Claro que no dejará la segunda magistratura, y la Constitución Política del Estado obliga a que esté presente en las reuniones de gabinete y que se convierta en presidente cada vez que el titular viaje.
Contra el neoliberalismo
Pero, además, Lara se ha declarado contrario al neoliberalismo y a las últimas medidas económicas dictadas por el gobierno. Así, encabeza a la oposición mientras Evo todavía no logra cicatrizar las heridas que su pelea con Luis Arce causó en el Movimiento al Socialismo.
La mañana del 24 de diciembre, Lara ha advertido que en dos años más podría producirse un revocatorio en Bolivia que él lideraría para cambiar a Rodrigo.
Mientras tanto, desde el grupo que le es leal a Paz Pereira se prepara una gran alianza con las organizaciones de derecha para terciar en las elecciones de finales de marzo por alcaldías (intendencias) y gobernaciones.
El problema es que la derecha boliviana es una bolsa de gatos donde nadie quiere ir al lado de nadie.
Y entre las cosas más curiosas está que la exalcaldesa de Santa Cruz Angélica Sosa quiera llevar de primera concejala municipal a Mayté Flores, una mujer que hizo fortuna como prepago y que de hecho regenta a varias chicas en el llamado oficio más antiguo del mundo.
Y Mayté puede ganar porque entre otras cosas sabe lo que es bañarse con balde y creció en una casucha con piso de barro. A los 14 años usó todos sus ahorros en comprarse los zapatos con tacos más altos de la zapatería, según cuenta, y presentarse en una agencia de modelos y decir que estaba dispuesta a hacer lo que sea para triunfar. E hizo lo que sus jefes quisieron y triunfó. Después fue a un Año Nuevo donde bailó perreo de manera muy comprometedora con el cantante. Los programas de farándula hicieron el resto.
Y su dicho más popular es “la que puede, puede, y la que no puede que se siente y aplauda”, acompañado de “la que no se opera no prospera”.
Los fachos también se pelean
El ex dirigente cívico y uno de los hombres más ricos de Santa Cruz (fue además ministro de Jeanine Añez) Branco Marincovich, hoy senador, rompió el fin de semana pasado con Tuto Quiroga y anunció su alianza con sus exrivales, los Demócratas de Rubén Costas.
Mientras tanto hay por lo menos una quincena de conservadores que han anunciado sus candidaturas a la alcaldía más grande de Bolivia.
Y en el resto del país la cosa no va mejor. Las divisiones son parte de la inexistencia de enemigos fuertes. Todos creen que pueden ganar y seguramente nadie logrará. No por lo menos del todo. Serán las elecciones de la dispersión.
Navidad y Año Nuevo estarán llenos de brindis por el futuro, pero serán más esperanza que posibilidades de un retorno a la prosperidad.