Qué hay detrás de cada anuncio de Trump

Las medidas de Trump anunciadas a las pocas horas de asumir merecen un análisis detallado. No son sólo discurso sino 40 órdenes ejecutivas. Ahora habrá que cotejar cómo lleva cada una a la práctica. Incluso las relacionadas con China y TikTok. Y Milei, que elogia la visión geopolítica de Trump, ¿tiene la suya?

Pasados los fastos de la asunción que incluyeron un baño de masas en un estadio de la ciudad de Washington, el presidente número 47 de Estados Unidos se instaló en el Salón Oval de la Casa Blanca y despachó cuarenta y una órdenes ejecutivas en su primer día de gobierno. Van desde decretar una emergencia energética, pasando por la salida del acuerdo de París y la retirada de la Organización Mundial de la Salud. Además, se dio tiempo para otorgar una tregua de supervivencia a la aplicación TikTok a cambio de que algunos de sus halcones de negocios se quedaran con la mitad de la compañía. Posemos la mirada sobre alguno de los puntos salientes de este terremoto de medidas, algunas de ellas en clara contradicción con la Constitución de la Unión.

En materia migratoria decretó la emergencia. Eso le permite movilizar al ejército y construir un muro fronterizo sin que el Congreso apruebe los fondos para ello. También le permite usar drones en los kilómetros contiguos a la frontera con México sin ajustarse a la normativa que lo restringe. Esta decisión, junto con la de dar por finalizada la nacionalidad por nacimiento -una de las medidas más polémicas-, entra en pugna con la décimocuarta enmienda de la ley fundamental. Seguramente, estas medidas serán recurridas en los tribunales.

La salida del acuerdo de París tiene correspondencia con otra medida vertebral dictada en estos últimos días. La orden de perforar sin límite en busca de lo que Trump denomina “oro bajo nuestros pies” es una declaración de principios acerca del papel que juega la energía en este nuevo emprendimiento americano para dejar en claro quién es la primera potencia. Es evidente que el rubio de Queens quiere dotar a la economía de Estados Unidos de energía abundante y barata y da por tierra con la idea de que la economía del futuro sólo será digital. Sabemos que por un buen tiempo ambas economías, la analógica del petróleo y la digital de las plataformas, irán de la mano.

¿Qué significa romper el acuerdo de París?

Significa salirse de cualquier pacto ecológico que tienda a bajar el calentamiento global. Sabemos a quién le importa poco cuánto contamina su fracking irrestricto.

Saliendo del acuerdo de París, la administración Trump podrá autorizar perforaciones tanto en Alaska, ahora protegida, como en la mismísima Pensilvania, corazón del cinturón del óxido. 

Inteligencias

El otro capítulo a resaltar es cómo sus socios en esta aventura, los denominados “tecnofeudales”, “nueva oligarquía de negocios”, “megatecnomillonarios”, han cobrado protagonismo rápidamente con las inmediatas medidas de Donald Trump.

TikTok es una plataforma de entretenimientos consumida por ciento setenta millones de habitantes en EE.UU., es decir, más de la mitad de su población. 

Sabido es que la red social china siempre estuvo bajo sospecha. Se creyó y se cree que la verdadera terminal de esta plataforma de videos cortos es del servicio secreto chino. Bajo esta acusación la plataforma fue emplazada por la justicia estadounidense a desactivarse. Donald Trump, en un movimiento relámpago, le otorgó una supervivencia de setenta y cinco días. Eso sí, la condición para continuar es que la compañía de origen chino venda el cincuenta y uno por ciento de sus acciones a capitales norteamericanos. En la fila para comprar ya están anotados Bill Gates (Microsoft), Larry Ellison (Oracle) y Elon Musk. ¿A este último, qué título le ponemos? ¿”Cónsul imperial”?

Pero hay más acerca de cómo esta oligarquía rápidamente empieza a ocupar lugares de negocios y poder. Trump comunicó el pasado martes la más grande inversión en Inteligencia Artificial (IA) jamás realizada. Utilizando una vez más el salón oval y potenciando su histrionismo, anunció en compañía del CEO del SoftBank, Masayoshi Son; del fundador de Oracle, Larry Ellison; y del consejero y dueño de Open AI, Sam Altman, una inversión de quinientos mil millones de dólares en infraestructura de IA. La alianza denominada Star Gate forma parte de un plan estratégico de cuatro años para dotar a EE.UU. del mayor proyecto de infraestructura de IA.

Lo que para Trump es una “rotunda declaración de confianza en el potencial de Estados Unidos”, para Masayoshi Son es “el comienzo de una época de oro”, replicando textualmente la frase que usó el Presidente en su discurso de investidura. También aquí los primeros decretos que firmó Trump jugaron a favor de adelantar esta megainversión.

Las órdenes ejecutivas referidas a la Inteligencia Artificial dictadas por el anterior presidente Joe Biden han sido derogadas por su sucesor, nada más llegar al cargo. Biden ponía algunas restricciones que exigían transparencia y seguridad. Al haber sido anulados estos requisitos, las empresas (las plataformas) quedan libres de ataduras, lo que puede acelerar su desarrollo y ampliar la ventaja en la nueva tecnología que adquirió Estados Unidos sobre China y la Unión Europea durante el mandato de Biden. 

Lo repetimos: a Trump no le interesa que se rompan ciertos marcos éticos que protejan la intimidad de las personas. Su objetivo de fondo es posicionar a Estados Unidos en un lugar de indiscutible supremacía. 

Todo este relato anterior también puede verse afectado por otras fuerzas potentes como los Brics. En la propia sociedad norteamericana pueden generarse espacios  de profunda resistencia antitrumpista. De hecho, el cincuenta por ciento de la población está en contra, lo que confirma la polarización que domina el escenario político de Occidente.

De todas maneras, es indudable que Trump encarna algo muy fuerte que anida en el espíritu norteamericano. Nos referimos a ese afán de conquistar el mundo que los guía como norte y que lucen con orgullo.

Mientras, nos quedan interrogantes sobre su sueño imperial. Nos preguntamos qué habrá querido decir Milei con la frase “Trump entiende perfectamente la geopolítica y utiliza la política comercial de Estados Unidos como parte de la geopolítica. No es que él sea proteccionista, sino que sabe el rol que tiene Estados Unidos en el mundo, y, consecuentemente, su política comercial es parte de su estrategia”.

Este cronista está atribulado por la afirmación que dio el Presidente argentino sobre que Trump no es proteccionista, cuando las pruebas, las evidencias y la práctica de la gobernanza confirman el afán proteccionista del rubio de Queens.

A este cronista lo interpela la frase final de Milei en el reportaje que le dio a la agencia Bloomberg cuando afirma que Trump tiene una estrategia. La pregunta es: ¿Cuál es la estrategia en Argentina?


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