Bolivia: donde lo cholo manda

Jaime Durán Barba tendrá que cambiar su curriculum. Hasta ahora el consultor electoral se pavoneaba de que sus asesorados nunca habían perdido una votación. Pero no le fue bien en Bolivia donde su cliente, Jorge Tuto Quiroga acaba de perder la segunda vuelta por casi 10 puntos frente a Rodrigo Paz.

¿Por qué los consejos de Durán Barba no funcionaron? Porque Bolivia es un país distinto al resto. Una posición de extrema derecha no tendría ninguna posibilidad en el país que está situado en el corazón de Sudamérica. Durán olvidó las hondas raíces de las diferencias sociales, y sobre todo de las raciales, entre los bolivianos.

Uno de los mayores inconvenientes de las plataformas digitales es que queda huella de todo lo que escribes. Así el equipo de investigación de Rodrigo Paz, cuyo padre Jaime Paz Zamora fue presidente del país y vicepresidente de la Internacional Socialista, encontró un mensaje de Juan Pablo Velasco, el candidato a vicepresidente de Tuto Quiroga. El texto decía que había que matar a todos los collas, que es como se llama a los pobladores del occidente del país donde los indígenas son mayoría.

Para Durán Barba la táctica consiste en dejar pasar el tiempo y los escándalos se van diluyendo. Pero no en Bolivia, donde la memoria es terca y no desaparece. Miren que gran parte de la población conserva idiomas y costumbres que datan de tiempos precolombinos.

Hasta la llegada de Evo Morales al poder los indígenas podían aspirar a ser mensajeros o choferes en el Estado. Todo cambió, pero no el racismo. Sobre todo de Santa Cruz, donde ganó Tuto, que desprecia a los collas aunque siendo mayoría nacional decidan las elecciones. Es más: a medida que una tras otra occidente decidía, con su caudal de votos, el destino del país, el racismo crecía porque se mezclaba aún más con el resentimiento del derrotado.

Si Velasco hubiera declarado que lo suyo fue un error de juventud, ya que el mensaje data de hace 15 años, el tema pudo haberse diluido. Sin embargo, el discurso fue “ya vamos a aclarar y presentar pruebas de que el mensaje nunca existió”. Nunca llegaron las pruebas. Eran Durán Barba y sus principios.

El resultado es que Tuto perdió en los seis departamentos de la sierra. En La Paz incluso obtuvo 34 % contra 66% de su contendiente.

El triunfo de la cholocracia

En la primera vuelta electoral el voto nulo (Evo llamó a votar así) obtuvo un 19%. En la segunda vuelta volvió al tradicional 5 %. Es decir que el 14 % de voto duro evista sufragó por Rodrigo Paz: arrasó en todos los sectores que siempre votaron por el masismo y perdió donde el Movimiento al Socialismo perdía siempre.

Y es que Tuto Quiroga representaba a una derecha más dura y también a la élite que gobernó Bolivia por 180 años. Elite que se expresa por ejemplo a través de la diputada por Comunidad Ciudadana (partido de Carlos Mesa) Mayra Zalles, quien señaló que los votantes por Rodrigo Paz “votaron desde su educación”. Buen resumen: en democracia cada ciudadano un voto, pero pasa que los PhD son menos que los que sólo pudieron cursar primaria.

Los ricos y los cruceños votaron en su mayoría por Quiroga. Los indios y los cholos sufragaron por Paz Pereira.

Esa irrupción de los indígenas y de los mestizos cholos en la política boliviana es el fenómeno más importante del siglo XXI. Y no es que cholos e indígenas no puedan ser de derecha. Claro que pueden. El punto es que configuran un fuerte campo popular que define los destinos del país.

Un castigo a los MASes

La pelea entre Evo Morales y Luis Arce acabó con el Movimiento al Socialismo o, por lo menos, lo colocó en minoría, al punto de no tener más que una decena de parlamentarios. Terrible para una fuerza que hace menos de una década tenía dos tercios de la Asamblea Legislativa.

Puede que la sigla ya no sea del agrado de la mayoría popular, pero no así sus banderas: la mayoría sigue apostando por un Estado fuerte o por los bonos de apoyo a los sectores más necesitados. De hecho el vicepresidente Lara prometió incrementar el bono para los ancianos de 300 a 2000 bolivianos.

Paz y Lara no son fuerzas de izquierda. Son menos derechistas que Tuto pero no mucho más. Por ello, el primer mensaje en redes sociales de Rodrigo Paz fue un llamado telefónico a María Corina Machado, la ultraderechista líder opositora venezolana que pide a gritos la invasión de su país.

La conversación mostró familiaridad y calidez.

Ergo, Paz se acercará a los Estados Unidos buscando que, al igual que a Milei, le saquen las castañas del fuego. Ya habló por teléfono dos veces con autoridades norteamericanas y el secretario de Estado Marco Rubio dijo que hasta dinero podrían dar para proteger la salida de Bolivia del “Socialismo del siglo XXI”.

La pruebita de amor será la apertura a las empresas norteamericanas de los recursos naturales de Bolivia, particularmente tierras raras y litio. Y también el retorno de las transnacionales al área de hidrocarburos, aunque, claro, para ver resultados en ese sector habrá que esperar algunos años.

Pero también está sobre el tapete que Bolivia se aleje de los chinos y de sus inversiones. Luis Arce no pudo lograr que el congreso aprobase un contrato multimillonario con los chinos para la explotación del litio. Aunque parezca increíble, el evismo no dio los votos necesarios.

Ahora que la derecha tiene los dos tercios seguramente el contrato será imposible.

Evo ha solicitado una consulta popular sobre si los bolivianos quieren recibir dinero gringo con todo lo que ello implica, pero queda claro que no le harán caso.

Por otra parte, aunque Santa Cruz y sus logias de poder no votaron por Paz-Lara, su empresariado se ha apresurado en pedir reunión para principalmente ampliar la frontera agropecuaria y el uso de transgénicos.

Lazos familiares

La de Paz Pereira es una tradición familiar. Su tío abuelo, Víctor Paz Estensoro, fue el máximo dirigente del histórico Movimiento Nacionalista Revolucionario que protagonizó la revolución de 1952 y llevó a Bolivia a la modernidad.

Su abuelo Néstor, hermano de Víctor, fue un militar héroe de la guerra del Chaco. Su tío Néstor Paz Zamora (hermano de su padre) fue un guerrillero del Ejército de Liberación Nacional que prefirió morir de hambre antes de rendirse al ejército

Y finalmente el padre, Jaime Paz Zamora, fue presidente de Bolivia de 1989 a 1993. Su tesis en la Universidad de Lovaina, Belgica, fue “La lucha armada, única vía al poder en América Latina”. Eran otros tiempos.

Tan fuertes fueron los lazos familiares que Víctor Paz mandó a su equipo de asesores electorales a apoyar a su sobrino en vez de a su propio partido en las elecciones de 1989.

Rodrigo y su hermano Jaime (muy posiblemente el próximo canciller de Bolivia) fueron educados para la política. ¿Por qué extrañarse entonces de que la hija del presidente electo, Carolina, sea su principal asesora en comunicación social y manejo de redes?

Pero si bien Rodrigo Paz es cholo a medias, refinado dirían los abuelos, su compañero de fórmula cae completamente en la definición. Nacido en Valle Alto cochabambino es un ex policía que cuando fue echado de las fuerzas del orden se dedicó a vender ropa usada en las calles. Por eso los bolivianos de a pie lo vieron como su representante: el hombre que luchaba contra la corrupción.

Y por eso Lara es despreciado por la élite.

Choque de campeones

En el horizonte se dibuja el choque entre los sectores populares que tienen su propia agenda y sus propias búsquedas y que, además, no están tan distantes de la propuesta de “capitalismo para todos”, y del otro lado las fuerzas oligárquicas acostumbradas a mandar y pasar y, de paso, llevarse la mayor parte de la torta con ellos.

Y aunque Jaime Durán Barba diga que le tiene sin cuidado la economía de los bolivianos, ésta es otra muestra de ignorancia. Será la economía, entre otras cosas, la que defina el futuro de la política.

Dos son las tareas urgentes: tranquilizar el dólar que éste se pueda comprar libremente y quitar la subvención a los hidrocarburos garantizando su provisión. Los bolivianos quieren dejar de hacer cola por hidrocarburos y quieren volver a tener tarjetas de crédito para comprar aunque sea Netflix.

Y mientras tanto, a esperar las elecciones subnacionales (gobernaciones y alcaldías) del próximo 5 de marzo. Ahí se barajarán las cartas de nuevo. Claro, Durán Barba verá los resultados a través de los medios. Es difícil que alguien le pague 2 millones de dólares por dar consejos sobre un país que no conoce.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *