Las dos cifras fatídicas de inflación

El Gobierno presentó como un éxito el monstruoso endeudamiento que completa el ciclo iniciado por Macri en 2018. Mientras tanto, el Indec difundió la cifra de inflación de marzo y, lo peor, el aumento en la canasta de alimentos y la canasta básica, que en ambos casos llegó al 5,9 por ciento. El tomate, gran inversión. Los argumentos de Caputo. El chabón Bausili. Y los flancos débiles: comisión investigadora del caso $LIBRA, paro de la CGT, imposibilidad de reprimir.

Pobre Su Excelencia. Debió atrasar hasta la noche el anuncio triunfante de la nueva deuda con el Fondo Monetario Internacional, que completa el torniquete firmado en 2018 por Mauricio Macri, porque temprano, en la tarde del viernes 11, aparecieron dos cifras fatídicas: el 3,7 y el 5,9. La primera refleja la inflación de marzo medida por el Indec. La segunda se repite para graficar aumento tanto en la canasta de alimentos como el de la canasta básica. La de alimentos se usa para trazar la línea de indigencia. La básica, la de pobreza. En la realidad, además, el 3,7 podría ser más alto si el Indec hubiera cambiado ya la ponderación de la incidencia de los servicios en la canasta. Lo sabe cualquiera que carga la Sube, paga electricidad o se pone al día con el gas. De paso, la inflación en el último año es del 55,9. Dato: en marzo de 2024 el Presidente era ya un tal Javier Milei, que llevaba en la Casa Rosada cuatro meses, una megadevaluación del 116 por ciento, un decreto de necesidad y urgencia equivalente a una Constitución entera y la brillantez diplomática, hoy evidente, de no sumarse a los Brics cuando la incorporación ya había sido negociada.

Su Excelencia gusta de la pulcritud. Cuando no le place una cifra la “netea” (vocabulario de economistas) o la limpia. El mes pasado dijo el Presidente Javier Milei que si al índice se le quitaba la carne, que trepa y trepa sin techo,  otro habría sido el cantar. Podría decir ahora que la culpa, pese a lo que cantan los zurdos, sí la tiene el tomate: 100 por ciento en el último mes. Mejor que el dólar blue, los bonos del Tesoro norteamericano o la renta de un departamento en Barcelona.

El Cielo

Poco después de las seis de la tarde del 11 apareció en la Casa Rosada el mejor ministro de la historia Luis Toto Caputo para anunciar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y describir, otra vez, “la peor herencia de la historia” y “el descalabro monetario”. El ministro del candidato que quería destruir el Banco Central agradeció “al chabón que tengo al lado”. Era el presidente del Banco Central, Santiago Bausili. Juntos, dijo, “cuidamos la plata de los contribuyentes” ajustando el gasto “espurio, que se iba en la política y en la corrupción”. Afirmó que “a la Argentina siempre la fue mal porque era un mal alumno”. No indicó según qué evaluación docente.

El Cielo prometido por las fuerzas de Su Excelencia el chabón y  Caputo tendrá, según el ministro, estas etapas:

*Habrá desembolsos inmediatos del Fondo.

*Se termina el cepo a personas y habrá flotación del dólar entre 1000 y 1400 pesos. 

*Vienen las inversiones.

*Habrá crecimiento.

*El crecimiento producirá superávit fiscal.

*Entonces, baja de impuestos. 

*Luego, más empleo.

*Y, claro, mejores salarios

Dijo Caputo que los números del ajuste “sorprendieron al Fondo” porque antes era el Fondo el que pedía el ajuste. “Ustedes hicieron algo que me parecía imposible cumplir, así que yo voy a tratar de convencer al directorio de que pueda hacer un desembolso de 20 mil millones de dólares que hoy me parece imposible dar”, dice Caputo que dijo Kristalina. Así, por el nombre. Aunque nada de chabona. Y lo mismo ocurrió, según Caputo, con el desembolso inicial.

El nuevo Cielo de las fuerzas del suelo, para usar la frase de Su Excelencia en Paraguay, es la continuidad perfecta de la reconexión con el FMI que introdujo Macri en 2018. Néstor Kirchner, en coordinación con su entonces colega Lula, había pagado la deuda con el Fondo para poder desconectarse y lograr algo que comprendió lúcidamente Roberto Lavagna: la relación con el Fondo no sólo condiciona las políticas nacionales sino que, decía, “histeriza a la sociedad”.

En rigor, si se sigue al pie de la letra el argumento caputiano según el que la Argentina sobrecumplió por adelantado las metas que suele exigir el Fondo, habría que reescribir a Lavagna. El Gobierno de Su Excelencia es el que se encarga ahora de histerizar, vendiendo un mundo ideal que, para colmo, se edificaría imaginariamente en medio de una de las guerras comerciales, monetarias y geopolíticas más agudas de la historia. Y esa guerra no es imaginaria.

Economía y política

En esta edición Guido Aschieri explica por qué Su Excelencia es Fondo-dependiente y por qué es dólar-dependiente. En términos políticos, un acuerdo con el Fondo podría ayudar al Gobierno nacional a ganar tiempo y llegar a las elecciones de octubre sin seguir en la pendiente hacia abajo que registran todas las encuestas sin excepción. Pero la nota registra también la cuestión de la caída de ingresos. Es un dato económico, naturalmente, y puede ser una clave política. Se trata de la misma discusión que en los Estados Unidos plantea el senador Bernie Sanders, independiente, autodefinido como socialista y participante en dos internas del Partido Demócrata para elegir postulante a la Casa Blanca. Sanders es, además, el principal opositor en la poderosa Comisión de Presupuesto del Senado de su país. En un jugoso intercambio con público, moderado por el periodista Anderson Cooper de la CNN, el martes 8 de abril, respondió preguntas e insistió en sus argumentos:

*El problema fundamental de los Estados Unidos no son los aranceles sino la ascendente concentración de la riqueza en los mil millonarios.

*No hay otro país desarrollado con la desprotección en salud de los Estados Unidos.

*Por esa desprotección está aumentando la brecha entre la expectativa de vida de los pobres en relación al resto de la población. Cuanto más pobres, menos años de vida posible promedio.

*Cuidado con subestimar el despido de cientos de miles de empleados públicos. Una vez que la sociedad acepta la liquidación de empleos estatales, queda abierta la puerta para la fumigación del empleo privado.

Ventana empañada

El 3,7 y el 5,9 empañaron una semana que ya mostraba flancos débiles en el Gobierno nacional. 

Un flanco débil fue la conformación de una comisión investigadora de Criptogate. La tradición argentina, de la comisión investigadora de las carnes encabezada por Lisandro de la Torre en 1934, es prolífica en ese tipo de organismos. Para quien confíe en la política más que en las ilusiones penales, la historia del siglo XX revela que salieron a la luz más datos sobre negociados y sobre la sustancia de ellos que las que arrojaron las investigaciones judiciales. Una diferencia a favor de las indagaciones parlamentarias que es todavía más probable hoy, si se tiene en cuenta el estado catatónico del Poder Judicial salvo pocas excepciones.

Otro flanco débil fue la realización del paro de la Confederación General del Trabajo. Ninguneada, como corresponde, por Su Excelencia, que contradictoriamente dijo a través de la ministra de Seguridad Nacional que el país perdió dinero, la huelga fue notoria sobre todo en la industria. La Unión Obrera Metalúrgica, encabezada por Abel Furlán, cuyo congreso nacional cerró Axel Kicillof en Mar del Plata, todavía no firmó con el sector empresario el valor de los aumentos de sueldo de 2024. Ya diseñó un plan de lucha.

Tercer flanco débil: de nuevo el nivel de organización y masividad de la marcha de los miércoles en el Congreso, donde la CGT fue en apoyo institucional de los jubilados, imposibilitó la represión. El bombazo en la cabeza del fotógrafo Pablo Grillo, todavía en recuperación, y el empujón a una anciana de 81 años, merecieron un nivel de repudio tal que las últimas dos veces el Gobierno incluso se abstuvo de enviar profesionales de la provocación que incendian patrulleros y nunca son detenidos.

Ni la inflación, ni el mayor endeudamiento, ni la devaluación que puede acarrear otra suba inflacionaria y caída de ingresos, y tampoco los flancos débiles de Su Excelencia en el Congreso y en la calle suponen automáticamente que esté lista la alternativa política.

Si aún no lo hicieron, con un click podrán leer la nota de Rafael Prieto sobre un modelo a adaptar en esta época: la Multipartidaria de 1981. De automatismos, nada. Lo único que vale es la construcción política.

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