El 15 de julio comenzaron en Irlanda las excavaciones en un lugar de enterramiento masivo sin marcar, debajo de un antiguo hogar para madres y bebés, que se sospecha contiene los restos de cientos de bebés y niños pequeños. Entre 1925 y 1961, la Iglesia Católica y el Estado irlandés establecieron una red de instituciones que penalizaban a las mujeres solteras embarazadas.
La excavación actual, que podría durar hasta más de dos años según BBC News, se está realizando en lo que fue el Hogar St Mary’s para madres solteras y sus hijos, que estaba dirigido por las Hermanas Bon Secours (Hermanas del Buen Socorro), una orden religiosa de monjas católicas en Tuam, Galway, y que fue demolido en 1972. Lo manejaba la orden de religiosas pero pertenecía al Galway County Council.
El cementerio de bebés NN
La historia se conoció hace once años, después de que la investigadora Catherine Corless descubriera que existían certificados de defunción de 796 bebés y niños que se encontraban en el Hogar St Mary’s, pero ningún registro de entierro. «Ha sido una batalla feroz. Cuando empecé esto, nadie quería escucharme. Por fin estamos corrigiendo los errores», declaró Corless, de 71 años, a France-Press en mayo de este año. «Simplemente estaba rogando: ‘Saquen a los bebés de este sistema de alcantarillado y denles el entierro cristiano decente que se les negó’.»
En 2017 los investigadores que tomaron el caso después de la denuncia de Corless, encontraron lo que describieron como “cantidades significativas de restos humanos” en el lugar, publica BBC News. Sigue diciendo que “los cuerpos se encontraban en cámaras subterráneas en un sistema de desagüe en desuso”.
Después de los primeros descubrimientos en Tuam, una investigación que llegó a la CBS News reveló que 56 mil mujeres solteras y 57 mil niños pasaron por dieciocho de estos hogares a lo largo de setenta y seis años. Los investigadores creen que nueve mil niños murieron en estos hogares.
El Estado irlandés reconoció el horror de Tuam en 2021. El primer ministro irlandés de entonces, Michael Martin, dijo en el Parlamento: “Pido disculpas por el profundo error generacional que sufrieron las madres irlandesas y sus hijos”. La disculpa llegó después de la investigación que dio cuenta de un “nivel espantoso de mortalidad infantil en esos hogares”.
En la excavación de casi 800 cuerpos participan, junto con los expertos irlandeses, especialistas de Colombia, Reino Unido, Canadá y los Estados Unidos. La investigación fue planificada durante dos años en Tuam y empieza más de una década después de que Catherine Corless descubriera por primera vez evidencias de una fosa común en ese lugar.
Las excavaciones de prueba posteriores de 2016-2017 encontraron restos de bebés en un tanque séptico subterráneo en desuso. Hoy en este lugar existe un complejo de viviendas.
Los científicos dicen que los restos están mezclados y que se utilizarán varios métodos para tratar de reunirlos y, cuando sea posible, identificarlos.
Para poder realizar el trabajo, instalaron una valla de 2,4 metros de alto alrededor del perímetro del área de excavación, que también está vigilada las 24 horas para garantizar la integridad de los restos.
La institución estatal que tiene el control del sitio de excavación es la Oficina del Director de Intervención Autorizada de Tuam (ODAIT). Un mes antes del inicio de la actividad de los especialistas, comenzaron los trabajos preparatorios.
Daniel Mac Sweeney, quien dirige la excavación en el “cementerio de bebés NN”, describió esta tarea como “única e increíblemente compleja”.
Unas ochenta personas se habían presentado hasta el 15 de julio para dar muestras de ADN con la esperanza de encontrar los restos de sus familiares.
Embarazadas y solteras
Después de que sus madres dieran a luz, muchos de los niños frutos de embarazos fuera del matrimonio continuaban viviendo en hogares como el St Mary’s, pero muchos otros eran dados en adopción bajo un sistema que combinaba la acción conjunta de la Iglesia y el Estado.
La historia de las madres irlandesas solteras obligadas a realizar trabajos forzados está bien documentada. Las instituciones como la que se investigó actuaban en todo el país y algunas lo hicieron hasta 1998. Durante el siglo XX, Irlanda fue mayoritariamente católica y conservadora. Los conventos y las “Lavanderías de la Magdalena” son la muestra cruel de la Irlanda de ese siglo.
Las Lavanderías de la Magdalena
Más de diez mil jóvenes irlandesas fueron enviadas a las Lavanderías de la Magdalena. Los trabajos forzados, el silencio obligatorio y la prisión fueron sus sentencias. Eran jóvenes solteras, embarazadas fuera del matrimonio, depositadas allí por sus propias familias.
El periodista norteamericano Steve Kroft hizo un informe sobre estos lugares para el famoso programa 60 Minutes (CBS Televisión) en enero de 1999. «Las mujeres habían sido prácticamente prisioneras», informó Kroft. «Confinadas tras los muros de un convento por presuntos pecados carnales, condenadas a una vida de servidumbre.»
En 2013 el gobierno irlandés, a través de su entonces primer ministro Ennda Kenny, se disculpó por las décadas de estigmatización y por las horribles condiciones en las que las mujeres vivían en las Lavanderías. En ese momento el gobierno de Irlanda publicó un informe que reconoce, por primera vez, la participación directa del Estado en las Lavanderías. Fue el Estado el que envió a hasta una cuarta parte de las mujeres que vivían allí a estas instituciones. La mayoría de ellas eran veinteañeras, pero al menos se identificó a una de ellas con tan solo 9 años.
«La crónica de las Lavanderías de la Magdalena se caracterizó durante muchos años principalmente por el secretismo, el silencio y la vergüenza», afirma el informe estatal de 2013. El golpe traumático y el impacto psicológico sobre las jóvenes que pasaron por esos lugares fue duradero.
Como una de estas mujeres le contó a Kroft en 1999: “Me ha hecho sentir una persona horrible y sucia toda mi vida”. Los bebés eran dados en adopción a familias casadas, institucionalizados en escuelas industriales o centros de “cuidado” para personas discapacitadas, o adoptados ilegalmente y traficados fuera de Irlanda a países como los Estados Unidos, donde más de 2000 niños fueron enviados entre las décadas de 1940 y 1970, según el Proyecto Clann.
Antes de 1960 los hogares para madres y bebés “no salvaron las vidas de niños ‘ilegítimos’. De hecho, parecen haber reducido significativamente sus perspectivas de supervivencia”, concluyó una investigación que el Estado irlandés abrió después del informe de Kroft en las primeras décadas del siglo XXI.
La historia de las Lavanderías y de los conventos irlandeses para madres solteras y sus hijos fue llevada varias veces al cine. Dos de esas películas son las más reconocidas. Una es “Philomena”, de 2013, protagonizada por Judi Dench. La otra, “Pequeñas cosas como éstas” (“Small Things like These”), de 2024, protagonizada por Cillian Murphy.
Las víctimas de Tuam
“Si bien es un alivio ver que se han iniciado las obras en el yacimiento, en realidad es solo la última etapa de lo que aún es un largo camino para todos nosotros”, afirmó Anna Corrigan a la BBC. “No descansaré hasta que se haga justicia para mis dos hermanos, quienes no solo necesitan un entierro cristiano digno, sino también que se aplique todo el rigor de la ley”, dijo.
En 2013, Anna denunció su desaparición ante la policía irlandesa. Al año siguiente, también solicitó a la policía que investigara el paradero de John Desmond Dolan, el otro de sus hermanos. Un certificado de 1947 registra que John Desmond tenía sarampión y era “idiota congénito”. Anna sigue diciendo a la BBC: “Yo afirmé que murió por abandono y desnutrición. Después de que mi madre se fuera del hogar, enviaba a las monjas cinco chelines al mes para su manutención. Entonces, ¿cómo llegó a esto?”.
La madre de Anna, Bridget Dolan, fue una de las miles de mujeres embarazadas que dieron a luz en secreto en una época que el embarazo fuera del matrimonio era un escándalo que destruía las vidas de estas mujeres y de sus hijos. Anna se crió como hija única. Su madre se llevó el secreto a la tumba. Por eso Anna nunca supo nada de sus hermanos. Recién una década después del fallecimiento de su madre, Corrigan comenzó a investigar la historia de su familia y pudo conocer la existencia de sus dos hermanos varones. Entonces descubrió, en los registros de la Fundación Benéfica para Niños “Barnardos”, que su madre dio a luz a dos niños con más de cuatro años de diferencia entre ellos mientras residía en ese hogar de Tuam.
Hace un mes Annette McKay, cuya madre Maggie O’Connor fue enviada al Hogar St Mary’s cuando tenía 17 años y después de haber sido violada por el cuidador de la escuela industrial donde vivía, dijo a la BBC Radio que cree que los restos de su hermana mayor, Mary Margaret, podrían estar en la fosa común. «La tumba de mi madre aún no tiene su nombre en la lápida», declaró a BBC Radio. «Tiene el de mi hermano y el de mi padrastro, y fui yo quien dijo: ‘Esperemos a Mary Margaret’.»
Annette McKay nunca conoció a su hermana Mary Margaret, fallecida en 1943. Su madre, Maggie O’Connor, solo habló una vez de ese episodio, tras el nacimiento de su primer bisnieto. “No ‘tu’ bebé, ‘mi’ bebé”, le confesó llorando a Annette. En ese momento reveló un secreto que había guardado durante décadas: la habían violado y tuvo una hija que murió a los seis meses. Maggie O’Connor supo de la muerte de su hija mientras colgaba la ropa recién lavada. “Las monjas le dijeron: ‘El hijo de tu pecado ha muerto’, como si no fuera nada”, relató Annette McKay a la CNN.