El primer año de Y ahora qué

Siempre hay algo para festejar. Incluso en medio de un tsunami. Es humano y necesario. A punto de cumplir un año, el equipo de Y ahora qué? se reunió con sus amigas y sus amigos. Sería inexacto decir que el encuentro fue con sus lectores, porque en muchos casos también escriben en la revista. O escribirán. O fueron entrevistados. O lo serán.

Justamente un amigo y entrevistado, Fabián Ruocco, fue quien facilitó para la reunión de Y ahora qué? la sede de la institución que dirige, el Centro de Desarrollo y Asistencia Tecnológica, Cedyat, con actividades que van del medio ambiente a la transición energética y con la reciente creación del Instituto Argentina de Inteligencia Artificial.

Micrófono en mano, hubo coincidencias notables entre quienes hablaron. En este video se pueden ver algunas de las intervenciones.

Las coincidencias se dieron en términos de análisis y, sobre todo, de agenda:

*La necesidad de caracterizar con exactitud las políticas de Milei y su proyecto.

*La obligación de explorar qué sociedad, o qué parte importante de ella, votó a Milei y por qué.

*La evaluación de cuánto pesan los viejos y los nuevos valores.

*El análisis del grado de solidez de las alternativas políticas al gobierno, sobre todo en la principal fuerza de oposición, que es el peronismo.

*La sugerencia de pensar la economía con la mente abierta y sin la simple repetición de frases hechas. 

*La idea de no quedarse en la mera crítica y avanzar programáticamente cada vez con mayor profundidad.

*El estudio a fondo de qué puede y debe hacer el campo nacional a corto y a largo plazo.

*La conveniencia de estar al día con la geopolítica cambiante de este mundo y a la vez con la prospectiva de sus tendencias estructurales.

*La actualización de cómo está cada sector productivo, con un Gobierno que, por si hiciera falta, no sólo despliega una política industricida sino que hasta se niega a utilizar la palabra “industria” en sus mensajes oficiales.

*La puesta al día de la situación en el movimiento sindical y, en general, de la clase trabajadora.

*La cultura, que es blanco de ataques y que no deja de ser una herramienta de contacto humanista.

No es curioso ni paradójico que esos temas hayan sido tratados en el primer año de Y ahora qué?, gracias al soporte permanente de Eliana Magariños y Lautaro Noriega, claves para que cada línea se plasme en un producto final. Por un lado, entre mucha gente es evidente que existen preocupaciones coincidentes y en paralelo. Sin despreciar en absoluto la militancia política y sus internas, parte ineludible de la realidad para quienes observan qué sucede e incluso para una porción de los presentes en el Cedyat, son muchas y muchos los que sienten un vacío de proyectos, de discusiones, de debates y de propuestas concretas. Por otro lado, hay una noción creciente de que nadie puede soñar en solitario con hallar una fórmula mágica que resuelva simultáneamente la solidez de la alternativa política, su viabilidad electoral y la definición, para ya mismo y para el futuro, de cómo evitar una desargentinización aún mayor en medio de un mundo cada vez más fragmentado y cómo insertarse con inteligencia en la multipolaridad.

El 2025 vendrá con Y ahora qué? en streaming y podcasts. Lo haremos sin perder la costumbre de trabajar en modo de red social. Y no se trata de la presencia en apps (aunque también), sino literalmente de una concepción: en soledad, nada.

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