De la asunción de Trump a la situación en Austria, pasando por los neonazis alemanes, la situación en el Reino Unido, la competencia con China y los anuncios de Trump sobre Groenlandia y el canal de Panamá.
Quedan pocos días para saber si una de las afirmaciones más temerarias del Presidente Milei se cumple. En un programa de streaming del periodista Alejandro Fantino, ante la pregunta al Presidente sobre su opinión acerca de la guerra comercial que anuncia Trump, Milei soltó que lo del magnate a punto de asumir era puro cuento. Según Milei, solo se trata de amenazar para luego negociar. La historia y las declaraciones recientes del próximo Presidente de los Estados Unidos parecen desmentirlo. No olvidemos que Trump en su primer mandato subió todos los aranceles. Biden los mantuvo y ahora el rubio portador de raros peinados afirma que los va a aumentar. El magnate en su red propia llamada “Truth” acaba de afirmar que los Estados Unidos fueron grandes cuantos más aranceles a la importación cobró. “Hagamos proteccionismo patriótico”, clamó.
En la misma dirección proteccionista, Biden acaba de bloquear la compra de una de las acerías más importantes de los Estados Unidos llamada US Steel que iba a hacer la japonesa Nippon Steel. Esta operación de catorce mil millones de dólares fue bloqueada por la administración demócrata. Trump se comprometió a continuar con la medida aduciendo razones de seguridad nacional.
Además, en estos días se ocupó de los siguientes temas:
*Canal de Panamá: sostuvo que ese importantísimo punto geocontinental debe bajar las tarifas o de lo contrario, el canal volverá a pertenecer a los Estados Unidos. A propósito de esto, señaló: “El canal de Panamá se lo devolvimos a Panamá, cosa que debió haber sucedido para que ahora lo administren los panameños, no los chinos”.
*Groenlandia: Esa isla bajo hegemonía dinamarquesa, dotada de importantes recursos energéticos, es además una posible vía navegable y en un futuro sería la conexión entre Rusia y China por una nueva vía marítima.
*Canadá: Recomendó al ya renunciado Primer Ministro canadiense, Justin Trudeau que Canadá pasara a formar parte de los Estados Unidos. Ser el estado número cincuenta y uno de la Unión. Todo esto se vuelve más inquietante a partir de los dichos de Trump de esta semana, cuando en una rueda de prensa con periodistas en su residencia de Mar-a-Lago, no descartó el uso de la fuerza para sus planes expansionistas.
Además, su alter ego y futuro ministro de la administración Trump, el tecnomagnate Elon Musk, ha decidido hacer una apuesta global de gran calado. Empecemos por Inglaterra. Recibió al líder de la extrema derecha del Reform por United Kingdom, Nigel Farage, y le prometió cien millones de dólares para fondear la campaña del partido del que tiene el mando, Reform United Kingdom. Pero de pronto surgió un sorpresivo divorcio. El tecnomagnate se despachó en su propia red X con un tweet fulminante: “El partido Reform United Kingdom necesita un nuevo líder. Farage no tiene lo que hace falta.”
Igual, las peleas no amilanan al tecnofeudalista. También se comprometió con un apoyo al partido de la extrema derecha alemana AFD, Alternativa por Alemania. Dijo que los problemas de la inmigración solo se solucionan si Alternativa por Alemania es gobierno.
Vale recordar que el próximo 23 de febrero habrá elecciones para el Bundestag. Pareciera no haber dudas de que a esta próxima contienda la ganará Unión Demócrata Cristiana. El interrogante es saber si la tradicional democracia cristiana no tendrá que pactar con Alternativa por Alemania. Esto rompería un acuerdo tácito de las formaciones democráticas alemanas que consistía en nunca pactar con las fuerzas neonazis.
En estos días, exactamente el 6 de enero, el presidente de Austria, Alexander Van der Bellien, ha decidido encargar la formación del Partido de la Libertad, (¿les suena?). Se trata de un partido de extrema derecha austríaca encabezado por Herbert Kickl, ganador de las pasadas elecciones.
Hay un nuevo enemigo en Occidente. Se trata de esta casta de megamillonarios tecnofeudales, cuya actual y primer arma son las campañas de desinformación. En Gran Bretaña, a través de la red X (ex Twitter) viralizaron un video en el que se ve una pequeña marcha de musulmanes vestidos completamente de negro. La estetización, la musicalización de las imágenes, la locución y el mensaje gráfico engañan al espectador haciéndole creer que toda Londres está ocupada por extremistas islámicos.
Este tipo de campañas somete a la opinión pública a emociones violentas y cargas de odio.
Vayamos a España. Este año se cumplen cincuenta años de la muerte de Franco. El Partido Socialista Obrero Español quiere realizar actos conmemorativos contando la verdad de lo que fue la dictadura franquista. Por supuesto que la derecha del Partido Popular y Vox critican la decisión del Presidente Pedro Sánchez. Ante estos escenarios en los que la extrema derecha está alcanzando posiciones de poder, ¿no es imperiosamente necesario historizar correctamente una dictadura que ha sido financiada y estimulada por Hitler y Mussolini?
Volvemos a los Estados Unidos. Da la impresión de que el ímpetu con que Trump quiere abarcar la geografía planetaria no es un simple amor por los mapas. Tal vez sospecha que solo la alianza entre el poder militar norteamericano con esta oligarquía de negocios es el único camino que le queda a su país para satisfacer su liderazgo mundial. Cuando decimos “hegemonía militar” decimos que los Estados Unidos gastan en defensa 850 mil millones de dólares. Para dimensionar este número hay que comparar con las otras dos potencias militares. China gasta trescientos mil millones y Rusia, ciento veinte mil. Esta enorme diferencia de gasto militar le otorga a los Estados Unidos la condición de gendarme mundial. Y no solo eso. El gasto militar, por ser estatal, se comporta como un gran movilizador de recursos del Estado hacia la economía privada estimulando su mercado interno.
En cuanto a la oligarquía de negocios, en ese país residen los nueve empresarios más ricos del mundo.
Daremos aquí algunos nombres y sus millones:
Elon Musk | Tesla | 432 mil millones |
Jeff Bezos | Amazon | 239 mil millones |
Mark Zuckerberg | 207 mil millones | |
Larry Ellison | Oracle | 192 mil millones |
Larry Page | Alphabet | 168 mil millones |
Bill Gates | Microsoft | 159 mil millones |
Sergey Brin | 158 mil millones | |
Steve Ballmer | Microsoft | 147 mil millones |
Todos ellos ligados a la economía digital.
Esta fabulosa combinación pone al gran país del norte en un formidable lugar de ventaja en el mapa multipolar.
Repetiremos como una letanía que la Argentina, si quiere tener buen destino para sus cincuenta millones de compatriotas, no debe dejar su porvenir librado a las fuerzas del mercado en esta babel mundial.