El doctor en Historia Fabio Wasserman opinó que el Pacto de Mayo firmado en Tucumán fue «extorsivo». Dijo que Javier Milei les impuso a gobernadores y otros actores políticos un modelo que «privilegia a los individuos» en desmedro de lo comunitario y lo social. Entrevistado por Y Ahora Qué? admitió que el horario del acto fue «extraño» y que parecía algo «esotérico». Pero aclaró que se rehúsa a analizar lo político por rasgos «de personalidad» o «psicológicos». Marcó como contraste la independencia política y económica declarada por Juan Perón, cuando era presidente, en 1947.
De perder el miedo al ridículo a caer en lo bizarro hay una delgada línea negra. Fue el color que le pidieron vestir a los invitados a la firma del Pacto y al acto medianochesco por el Día de la Independencia. No todos respetaron el raro protocolo. Tampoco parece que hubo respeto por un expresidente, Mauricio Macri, quien sufrió dos fríos: el de la noche tucumana y el de la interna filooficialista que lo dejó con la ñata frente al vidrio. Fabio Wasserman, investigador Independiente del Conicet y docente de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, subrayó que el Presidente tiene una «dimensión muy violenta» y «muy poco proclive a la convivencia» política.
–¿Fue un acto a espaldas de los sectores populares?
–Cada fuerza política tiene sus formas de rememorar la Declaración de la Independencia de 1816 o la Revolución de Mayo de 1810. Y a la vez ser utilizadas para los propios proyectos políticos del presente.
–¿Celebrar la Independencia a la medianoche?
–Fue algo muy particular. Por la propia fecha de julio que se eligió para un Pacto de Mayo. Y que había que firmarlo la noche anterior. El horario era muy extraño. Hacerlo después de las 23 horas no es habitual. No recuerdo ningún episodio de esas características que sean a esa hora.
–¿No hubo tintes oscuros en torno a la ceremonia?
–No tengo una explicación clara. Y la que se me ocurre es del orden de lo esotérico. O algo por el estilo. No lo sé, la verdad.
–¿No fue como consagrar el Día de la Dependencia?
–Lo más importante es el hecho político. El contenido del Pacto y el acto es lo que busca el gobierno tratar de forzar. Por momentos, fue incluso extorsivo.
–¿Hacia quiénes?
–Hacia los actores políticos, para que le den apoyo a su gobierno y a su programa político.
–¿En qué puntos, concretamente?
–Es muy claro cuál es el objetivo. Se pone el énfasis en la propiedad privada como el valor fundamental. Y en la libertad como la defensa de la propiedad privada. Y la defensa de alguna forma de entender la vida.
–¿De qué modo?
–No la vida en común, sino la vida individual. Pero para aquellos que tienen las condiciones para poder sostenerla. Hay algo del orden ideológico muy fuerte en buena parte de las cosas que firmaron los gobernadores: o ya están incorporadas a la Constitución o son de muy difícil cumplimiento.
–¿Por qué lo firman los gobernadores?
–Yo creo que los gobernadores saben que en esto hay algo del orden extorsivo.
–Un Pacto polémico.
–Lo firma la Secretaria General de la Presidencia. Que es la hermana del Presidente. Y no otros ministros. No es muy claro todo esto. Pero es una de las características del gobierno.
–¿Como cuáles?
–Organizan actos administrativos o toman decisiones políticas que no pueden ser entendidas a la luz de ciertas formas tradicionales. Buscan imprimirle un sesgo propio que tampoco se termina de entender cuál es el sentido.
–¿No fue bizarro?
–En todo caso es preocupante, más allá de las formas, el rumbo político y económico que le quiere imprimir este gobierno a su gestión. Lo que va a generar, según lo que interpreto, lo que promueve, es una idea en la cual se privilegia a los individuos. Se pone en un segundo plano cualquier consideración en relación a valores que piensen en lo comunitario. O lo común. O en lo compartido. Tienen una idea de sociedad como una suma de individuos que tienen que desempeñarse en forma autónoma.
–Desregulados.
–Y si tienen capacidades les irá bien. Y si no, no. Y no será un problema eso para el gobierno.
–¿No se apoya en la legitimidad de los votos?
–Es el programa de gobierno que ha sido elegido por una parte importante de la sociedad. Y eso es parte de las disputas actuales.
–¿Cuáles controversias están en primer plano?
–En hasta dónde este programa puede ser implementado. Y cómo puede ser implementado. Y hasta dónde el resto de la sociedad y la oposición política permiten que esto suceda.
–¿No quedó un sabor amargo para los sectores populares?
–Quizás, la firma del Pacto hubiera sido una buena ocasión para mostrar firmeza de las autoridades electas. Me refiero a las autoridades que son tan legítimas como el Presidente, y que son los gobernadores.
–Todavía no queda claro quién era la casta que decía combatir.
–El gobierno de Milei se montó en muchos votos. Creó la idea de combatir a lo que llaman la casta. Es decir un estamento político que se apropia en forma indebida de los recursos del Estado. Y que también habría generado un sistema que oprimiría a los argentinos que producen y se apropian de lo que ellos producen. Lo cierto es que a la hora de gobernar debió incorporar a estos actores políticos. Y negociar. Muchos de ellos forman parte del gobierno.
–¿Rinde frutos ese estilo?
–Es un poco contradictorio. En el corto plazo no sé si hará ruido. Pero, probablemente, en el mediano plazo, sí hará ruido.
–¿En qué momento?
–Cuando las consecuencias del programa económico y social que está llevando adelante generen descontento. Si es que esto sucede.
–¿Por qué dice que cada fuerza política utiliza estas fechas patrióticas?
–Las conmemoraciones son utilizadas. Son ocasiones importantes para darle una impronta fundacional o refundacional a los gobiernos.
–La Casa de Tucumán es emblemática.
–En el sentido de volver a nuestro origen. Y plantear que ahí tenemos posibles futuros que estaban en ciernes. Y que por equis razones no se lograron plasmar. Cada gobierno lo plantea distinto, pero vuelven sobre esas fechas en lo simbólico.
Atrapado en las redes sociales
Wasserman dirige la Maestría en Historia Conceptual de la Universidad de San Martín. También coordina el equipo Temporalidad de la red de historia conceptual trasnacional Iberconceptos. Se especializa en Historia política y cultural argentina e iberoamericana, siglos XVIII y XIX.
–¿Lo ve conectado plenamente a la realidad al Presidente?
–No soy partidario de analizar la política a partir de las cuestiones individuales. Las de personalidad o psicológicas. Pero, claramente, en este caso no se pueden obviar.
–¿En qué sentido?
–En el sentido de que la forma que utiliza el Presidente sus atribuciones, como primer mandatario, no distinguen del todo las cuestiones personales de las cuestiones institucionales.
–No pudo leer fluidamente el discurso.
–Hay algo del orden de cómo lee, cómo se para, cómo utiliza los atributos del mando. Y demás y cómo se dirige hacia el resto de la sociedad y a sus interlocutores.
–¿Guarda las formas democráticas?
–Tiene una dimensión muy violenta. Muy poco proclive a plantear la convivencia. Ni la negociación. O el acuerdo político. Prima la imposición sobre los demás. Me parece que el gobierno de Milei es el del Presidente tuitero o de X. No tanto por el tiempo que pasa en las redes sociales. Es por la lógica que usa para confrontar y se relaciona con el resto de la sociedad.
–¿Cómo definir esa lógica?
–Lo que importa es imponerse sobre quien está discutiendo. Contra quien lo confronta. Y en caso de ser posible, humillarlo y rebajarlo moralmente.
–No se priva ni de insultar a líderes de otros países.
–Llevó esa lógica, incluso, a las relaciones internacionales. Hay algo en la forma en la cual gobierna el Presidente que es propio de las redes sociales.
–¿En Tucumán no fue el acto de la Contraindependencia?
–Aquella declaración de la independencia de las provincias unidas formó parte de una historia de crisis de la monarquía española. La salida, la soberanía, no estuvo predeterminada.
–Una transición.
–En ese marco de crisis, de revolución y de guerra se terminó dando lugar a la creación de nuevos poderes políticos en toda América. No sólo en el área rioplatense.
–¿El 9 de Julio no debe ser un momento de unión?
–Como lo es también el 25 de Mayo. Simbolizan el proceso de constitución de poderes políticos soberanos. Tras años de guerras civiles y de conflictos, terminarían dando forma a lo que sería la Nación argentina. Hay un gran consenso con estas dos fechas. Por eso las fuerzas políticas tienden a reivindicarlas. Pero procuran inscribirlas dentro del marco de sus propias ideas y proyectos.
–Entonces ¿hay un contraste con el acto de Milei?
–Uno puede contrastarlo también con la declaración de la independencia económica de 1947, en el gobierno de Juan Domingo Perón. Se la sumó a la independencia política.