Las elecciones para la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, el 18 de mayo, tendrán un tenor político “más nacional que local” y moverán piezas claves en el tablero de estrategias del Gobierno de Javier Milei y la oposición para la renovación de medio término del Congreso el 26 de octubre, según el politólogo Facundo Londero, de la consultora Zuban Córdoba, en diálogo con Y ahora qué?
Como si fuera una partida de truco, el empeño parece puesto en ganar la primera mano. El resultado causará impacto en las grandes fuerzas políticas. Se juegan cartas fuertes. Están en campaña el vocero presidencial, un ex jefe del gobierno autónomo apartado del macrismo y un alfil clave entre los aliados del peronismo, entre otros y otras. Nada será igual después de que se renueve la mitad de las 60 bancas comunales del Palacio Ayerza. Así lo analiza Facundo Londero:
–¿Los comicios en la Ciudad se perfilan para ser una contienda de temas nacionales o de un tono más local?
–Las elecciones en CABA se nacionalizan, a pesar de que apuntan a conformar la Legislatura porteña. Es muy importante como puntapié inicial en dos cuestiones. La primera es que se nacionaliza por los impulsos que le dan los medios, los canales digitales y las redes sociales. Lo segundo es que va a ser el primer “laboratorio”, entre comillas, de lo sucederá en las elecciones de medio término de octubre, a nivel nacional. Y también en las diferentes elecciones intermedias a lo largo y ancho del país. Se va a ver qué lógica predomina.
–El último estudio de Zuban Córdoba señala que un 53 por ciento de la población desconfía de que Javier Milei pueda resolver la crisis económica y un 65,8 por ciento que todos los precios subieron tras la devaluación ¿En qué contexto se votará?
–Respecto de cuál es el contexto social y político que se vive, la nacionalización de las elecciones va a ser transversal. Creo que va a ser, incluso, la base de los discursos que se vayan a generar tanto de la oposición como del Gobierno nacional y sus aliados.
–Pero un 54,5 por ciento, según el sondeo en todo el país, opina que la oposición no tiene plan económico.
–Es que en este punto también se deja de lado la Ciudad como discurso, como parámetro. Esto se debe al impacto que tiene en el Gobierno nacional. Las problemáticas de la Ciudad fueron dejadas de lado. Pero también hay que tener en cuenta que es una elección legislativa. Los conflictos son dentro de un recinto y no por soluciones de gestión.
–De todos modos, en el debate por TV de los 17 candidatos al frente de las listas se observó que intentaban equilibrar lo nacional con lo municipal.
— Sí, muchas propuestas fueron directamente hacia las problemas de la Ciudad, en virtud de todas las situaciones que se están viviendo en los últimos meses.
–¿Al fin de cuentas todo parece confluir a la polarización entre las grandes fuerzas?
–Es interesante lo que se está dando. Hay una lógica nacional, una polarización entre mileismo versus antimileísmo o peronismo versus antiperonismo. Depende como uno lo quiere analizar y de qué lado de la grieta se encuentre. Pero también lo que vemos en CABA es una atomización del voto. Hay listas con una potencialidad de voto mucho más importante. Y con referentes que son más conocidos.
–Se ven disputas que son, de hecho, internas entre figuras de alcance nacional que piensan muy parecido.
–En un escalón lo podemos tener a Horacio Rodríguez Larreta, que fue jefe de gobierno. A Ramiro Marra, que fue uno de los referentes de La Libertad Avanza. En otro escalón lo podemos tener a Abal Medina y Alejandro Kim o a Paula Oliveto. E incluso a Ricardo Caruso Lombardi, que son imágenes y potencialidades electorales que pueden generar ruido.
–¿Está de acuerdo en que la campaña está adormecida y que reina la indiferencia ciudadana?
–La campaña está un poco tranquila y, como decís, adormecida. Pero el votante porteño tiende a pensar que puede votar por sus ideas y a su lista porque no se elige la gestión, como sería elegir jefe de gobierno. No se busca votar para que no gane otro sino, más bien, para acompañar a ciertas voces a la Legislatura.
–Si el voto se atomiza ¿a quién considera más perjudicado?
–Si hay polarización total, se dispara entre Manuel Adorni y Leandro Santoro. Pero en caso de atomización, el más perjudicado probablemente sea Adorni, por los votos que se van a Silvia Lospennato, a Ramiro Marra y a Horacio Rodríguez Larreta, entre otros.
–¿No le parece que el reciente debate televisivo fue un soplo de aire fresco democrático, con políticos discutiendo mano a mano y cruzando argumentos?
–Coincido totalmente. El debate fue un espacio de discusión y de cruces entre diferentes espacios. Entre políticos que responden a diferentes lógicas ideológicas y discursivas. Algo que no se estaba viendo, Ni en los medios digitales ni radiales o televisivos. Cada medio tiende a traer a figuras que representen a su lógica identitaria.
–¿No hay demasiados programas políticos con monólogos que le hablan solo a los que ya piensan igual?
–En esta grieta que existe de mileísmo versus antikirchnerismo, cada medio siempre busca la palabra de actores políticos cercanos o que estén en torno a un imaginario de su audiencia. Y muchas veces los políticos también se sienten más cómodos yendo a un tipo de medios y no a otros.
–¿Tienen miedo a preguntas que los pongan en aprietos?
–Sabemos y conocemos que muchas veces no están preparados para preguntas puntuales o discusiones políticas. Pero el debate es algo muy beneficioso para la democracia.
–¿La otra cara de la moneda no fue organizar un debate donde 17 candidatos hablan a mil por hora porque no hay tiempo y se produce un torbellino confuso con exceso de información?
–Sí, coincido en que armar un debate con 17 candidatos fue algo muy complicado. Se pisan entre sí. Entre preguntas y repreguntas, quedan espacios vacíos. Hay preguntas teledirigidas a determinados candidatos y no se terminan de conocer las propuestas. Más bien es un defenderse de ataques. Hay más chicanas que demostración de un plan estratégico o de ideas programáticas.
–Los críticos de los debates dicen que no cambian demasiado lo que piensa un votante ¿Usted cómo lo analiza?
–Hay núcleos duros en la sociedad. Rondan entre el 75 y el 80 por ciento de la población. El núcleo restante oscila. Pero hay estudios según los cuales debatir no genera un movimiento muy grande en el cambio de voto sino más bien de consolidación de un votante hacia un candidato.
–Parece que la estrategia del oficialismo a nivel nacional y de los partidos que fueron de Juntos por el Cambio es atacar a Santoro con el mote de kirchnerista casi como insulto ¿Es su talón de Aquiles en una elección porteña?
–Exacto. Observé lo mismo. Leandro Santoro, como lidera las diferentes encuestas, va a ser el principal objetivo de ataque de esos espacios. Santoro, a su vez, usa la estrategia de acusarlos de pactos explícitos en el Congreso funcionales al Gobierno.
–¿Qué midió la última encuesta de Zuban Córdoba para las legislativas de octubre?
–A la pregunta sobre qué espacio político va a votar, el resultado arrojó una ventaja de la Libertad Avanza sobre Unión por la Patria de 34,8 a 34,4 por ciento. Pero en un segundo escenario, si la LLA se une al PRO, la diferencia es de 39 a 34,9 por ciento.
–¿Qué conclusión extraen del estudio?
–Hay que ver cómo se termina de conformar la situación en este cambio que se está viviendo. Lo interesante es cómo los ciudadanos y la sociedad pueden fluctuar en su cercanía ideológica o pragmática. No van a cambiar hacia otra ideología o hacia otro sistema programático de un año a otro. Por lo tanto esos núcleos duros de votantes ya están muy impregnados.
–¿Cuánto puede impactar el resultado de CABA en los legislativos nacionales del 26 de octubre?
–Seguramente se van a cambiar las estrategias y las decisiones políticas. Por un lado, impactará en este conflicto que se está viviendo en la Provincia de Buenos Aires entre el kicillofismo versus kirchnerismo duro. Es un caso atípico con tres figuras muy fuertes a nivel nacional como Sergio Massa, Cristina Fernández de Kirchner y Axel Kicillof. Lo que van a intentar es buscar la unidad pero también cada uno tiene sus intereses y sus necesidades.
–¿Y cuál sería el impacto en una hipotética coalición del PRO con LLA?
–Va a repercutir. Hay que tener en cuenta que LLA no tiene tantos referentes en el interior del país. Recordemos que en 2023, hubo provincias en la cual no se postularon listas de candidatos a diputados o senadores por la cabeza de Javier Milei. El PRO tiene, a su vez, la necesidad de sobrevivir a estas elecciones y de reconvertirse principalmente debido a su pérdida de referentes y de electorado. CABA es el centro para el PRO porque es la ciudad donde nació y que gobierna hace casi 20 años. En LLA, lo que quieren Javier y Karina Milei es jugar con sus propios candidatos.
