Los Sin Techo: hora de derribar mitos, mentiras y prejuicios

Del total de personas adultas en situación de calle, el 83,3% se autopercibe como varón. Un 15,3% se percibe como mujer y el 0,5% como personas trans y travestis. La franja etaria más numerosa fue de 30 a 39 años. La sigue la de 18 a 29 años y 40 a 49 años. El 6,9% de encuestados nació en la ciudad donde se realizó el relevamiento. Un 33% en la misma provincia y el 7,4% en otro país. El 75,2% cuenta con su DNI. Son datos del ReNaCalle de antes de la Era Milei.

Viven y duermen en la calle. Son 9.440 personas de 11 ciudades de Argentina. Las descubrió el Relevamiento Nacional de Personas en Situación de Calle, conocido como ReNaCALLE, al que tuvo acceso Y Ahora Qué?. El estudio se realizó entre mayo y diciembre de 2023. El fenómeno de empobrecimiento extremo lo investigaron el Movimiento de Trabajadores Excluidos, el MTE, y Nuestramérica Movimiento Popular. 

Según el informe, «la  mayoría de las personas eran hombres adultos con lago tiempo de desamparo y un alarmante 11,1% de niños y adolescentes». El apoyo técnico del estudio lo brindó la Secretaría de Integración Socio Urbana del gobierno de Alberto Fernández  ¿Cómo habrá quedado el cómputo después de entrar en acción, sin compasión alguna, la motosierra de Javier Milei, Toto Caputo y compañía? ¿En cuánto habrá aumentado el tendal de excluidos? La inflación supera el 100% desde diciembre. La caída interanual en el poder adquisitivo de los salarios es de 24%, según el Indec. La pobreza trepó a casi 52%, según la Universidad Di Tella.

Paisaje urbano

Ver a personas pasar el día y la noche abandonados en las calles es parte del paisaje urbano. Tan natural como ver árboles o semáforos. Los transeúntes esquivan sus carpas y refugios cuando caminan por las veredas. Unos pasan a su lado con indiferencia, como si los Sin Techo fueran postes de alumbrado. No lo ven raro ni indignante.

A otros, tal vez, se les ocurre imaginarse cómo sería vivir en una vereda. Subsistir bajo el abrumador calor del verano o en las noches heladas de invierno. A veces espían por curiosidad y con disimulo. Husmean quiénes son los que se mueven detrás de esas lonas mugrientas. Quiénes son esos y esas que se alimentan metiendo una cuchara en un cacharrro de metal ¿Será un guiso, serán fideos? Atisban por un momento quiénes son los que duermen encima de un colchón deshilachado y tapados con sucias frazadas  ¿Una familia en la ruina? ¿un hombre o una mujer con demencia? ¿unos rebeldes caídos del sistema? El estudio echó algo de luz al respecto.

Irse a los «caños»

La investigación plantea que son tan dudosas las estadísticas oficiales de personas Sin Techo como las políticas para paliar su padecimiento. Los números que se difunden no son confiables. Y menos aún las políticas del Estado para tenderles una mano.

El habla popular los llamaba «cirujas» o linyeras». Incluso se escuchaba nombrarlos como «habitantes de los caños». La referencia era literal. Moraban dentro de grandes cañerías depositadas a la intemperie. «Si esto sigue así, vamos a parar a los caños», ilustraba la cultura popular. Los caños habían estado destinados a desagües cloacales. Los ocupaban como Diógenes contemporáneos. Sólo que el sabio griego vivía en tinajas como parte de su prédica contra la tenencia de bienes materiales. No es lo mismo.

En un intento por construir un lenguaje no discriminador, se creó la expresión «personas en situación de calle». Parece un eufemismo, pero al menos no suena a calificación despreciativa.

El objetivo declarado por el ReNaCALLE es ser «el punto de partida para diseñar un relevamiento nacional» y que «genere un diagnóstico completo». Los datos de la investigación están en la plataforma web de Renacalle https://renacalle.ar/. Dice la entidad que se aplicó «una metodología detallada», que incluye, entre otros parámetros, «un diseño de cartografía» y «una planificación de jornadas de trabajo».

Más de 6 años en la calle

Las ciudades investigadas fueron las siguientes: Pergamino, Morón, San Fernando del Valle de Catamarca, Paraná, Malvinas Argentinas, Santa Fe de la Vera Cruz, Lanús, Corrientes Capital, San Martín, San Salvador de Jujuy y Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Pero, ¿qué se entiende por una persona en situación de calle? Responden los investigadores:

1. Expresa que pernoctó al menos una noche en los últimos treinta días en espacios públicos.

2. Expresa que pernoctó en los últimos 30 días en un centro diurno o nocturno de asistencia gubernamental, o de la sociedad civil o eclesiástico.

3. Se observa que pernocta en el espacio público con  elementos que muestren que está asentado/a en el lugar.

La división territorial del trabajo permitió «definir zonas a recorrer a pie (polígonos) y zonas a recorrer en auto (áreas)».

El texto del sondeo dispara una pregunta: ¿Cuáles fueron los hallazgos? Del total de personas adultas relevadas, el 83,3% se autopercibe como varón. Un 15,3% se percibe como mujer y el 0,5% como personas trans y travestis. La franja etaria más numerosa fue de 30 a 39 años. La sigue la de 18 a 29 años y 40 a 49 años.

Acerca de su lugar de nacimiento y acceso a identidad se detectó  que el 6,9% de encuestados nació en la ciudad donde se realizó el relevamiento. Un 33% en la misma provincia y el 7,4% en otro país. El 75,2% cuenta con su DNI.

Otro punto del sondeo fue la llamada ‘trayectoria en la calle’. Cerca del 50% de la población relevada ha estado en situación de calle anteriormente. La mayoría lleva más de 6 años en esta situación.

Casi el 90% sabe leer y escribir.

Sobre el ‘lugar de residencia previo y motivos de abandono’ se descubrió que el 41,9% de las personas residía previamente en vivienda familiar. Los motivos principales de abandono fueron conflictos personales y expulsión de la vivienda. 

En cuanto al ‘acceso a servicios’, se pudo saber que las instituciones más frecuentadas para pedir ayuda fueron las organizaciones sociales y la Iglesia. Todas las personas encuestadas accedieron a algún servicio durante el último mes: los más comunes fueron la alimentación y el acceso a espacios de higiene.

Acerca de las ‘distancias recorridas’, un 42% de  personas se trasladaron entre 5 a 20 cuadras para acceder a servicios durante la última semana.

En materia de ‘educación’, aunque la mayoría (87,7%) declaró saber leer y escribir, un 8,8% dijo no estar alfabetizado. En cuanto al nivel educativo, el 14,75% ha concluido la secundaria, mientras que el 29,51% no ha finalizado dicho nivel.

La pregunta sobre la ‘situación laboral’ mostró que el 64,1% ha trabajado en la última semana. Pero la mayoría son trabajadores independientes sin aportes (60,4%). Solo el 1,7% tiene un empleo formal, lo que destaca la precarización laboral en esta población, según el ReNaCALLE.

A la consulta sobre el ‘acceso a servicios del Estado’, el 61,5% dijo que no recibe ninguna asistencia monetaria del Estado. El 33,8% sí la recibe. Las pensiones no contributivas y los programas de asistencia alimentaria son los más comunes.

Un 67% de escolares

En el campo de la salud, el 36,8% asistió a un chequeo médico en el último año, pero el 8,3% nunca se ha realizado un control médico. Los problemas de salud mental y respiratorios son los que más aumentan a partir de estar en situación de calle.

Se los consultó sobre el ‘consumo de sustancias’ y el 54% declaró consumir sustancias psicoactivas. Un 45,3% indicó un aumento en el consumo desde que está en la calle. Sin embargo, más del 50% de aquellos que reconocen el consumo como un problema no han recibido ayuda para abordarlo.

El rubro ‘violencias’ arrojó que casi el 54% las ha sufrido estando en situación de calle. Las fuerzas de seguridad fueron las responsables en la mayoría de los casos. El 52,3% de las mujeres y personas trans y travestis han experimentado violencia de género.

El estudio relevó 55 centros nocturnos de asistencia. Pero la capacidad total de plazas es de 3.628. Esto significa que el 61,5% de la población en situación de calle no tendría cupo en los dispositivos existentes.

La Ciudad Autónoma de Buenos Aires concentra la mayor cantidad de dispositivos de asistencia (45). La  capacidad total es de 3.409 plazas.

Respecto de las perspectivas de superación y caracterización de la población menor de 18 años, el  67% asiste a un establecimiento educativo.

El 66% de personas tiene su documento de identidad, mientras que solo el 2% se encuentra en trámite o extraviado.

Prejuicios, ¡afuera!

En sus conclusiones resalta el trabajo:

1. Se demuestra un subregistro por parte de los organismos oficiales, como el INDEC, respecto a la cantidad de personas en situación de calle. Esta discrepancia subraya la importancia de realizar estudios exhaustivos y actualizados.

2. Se confirman mitos preconstruidos sobre la población sobre bases falsas: los datos recopilados desafían algunos estereotipos comunes sobre las personas en situación de calle, como la idea de que en su mayoría son personas migrantes o personas que no quieren trabajar. Se evidencia que la mayoría son ciudadanos argentinos que desean mejorar su situación a través del trabajo y la educación.

3. Se observa la falta de acceso a servicios básicos, como salud, educación y vivienda. Además, la  limitada capacidad de los dispositivos existentes para brindarles atención.

Un comentario sobre «Los Sin Techo: hora de derribar mitos, mentiras y prejuicios»

  1. A mi me preocupa la situación. Aunque se que no me engañaron, esta vez.Me lo dijeron antes. Pero cuando me deprimo un poco, pienso en el Kischnerismo y les juro, que se me pasa.

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