Las motivaciones dominantes del ingreso a las apuestas en línea son la curiosidad (89 por ciento), entretenimiento (84 por ciento) y expectativa de “ganar dinero rápido” (53 por ciento), según los principales hallazgos de una encuesta nacional del Observatorio Humanitario de la Cruz Roja Argentina. La entidad detectó que la conducta tendiente a las apuestas está reforzada por bonos promocionales e incentivos de las plataformas (44 por ciento). El 79 por ciento de quienes apuestan reconoce riesgo de adicción y uno de cada 8 quedó endeudado. El 69 por ciento reporta ansiedad y malestar, y el 47 y 49 por ciento afectación de hábitos de sueño y rendimiento escolar vinculados a la práctica.
El estudio se realizó entre el 18 de agosto y el 3 de octubre de 2025, mediante encuestas presenciales autoadministradas en dispositivos digitales. El operativo de campo se realizó en 231 escuelas de 16 provincias del país y estuvo dirigido a adolescentes de 13 a 18 años en nivel Secundario, con un total de 11.421 casos válidos. La investigación fue propiciada por la Dirección Nacional de la Juventud junto con el Observatorio, bajo el patrocinio de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Puede descargarse el PDF completo aquí.
Las regulaciones para prevenir la ludopatía fueron percibidas como insuficientes por ocho de cada 10 adolescentes consultados. Consideran que las medidas para impedir el acceso de menores no funcionan.
Desde la pandemia de COVID-19, “las apuestas se han posicionado como una de las principales formas de entretenimiento elegidas por los jóvenes”, se indica en el sondeo.
Al resumir los resultados, el Observatorio observó una “alta exposición al fenómeno”, pues “las apuestas online tienen presencia significativa” y “seis de cada 10 adolescentes están expuestos, por participación directa (16 por ciento) o vínculos cercanos que apuestan (45 por ciento), lo que evidencia circulación social amplia de la práctica”.
Se comprobó un “inicio temprano y progresivo” en las apuestas (13–14 años) y aumenta de forma sostenida hasta los 17–18 años”, lo que revela un “un ingreso precoz”.
La brecha de género es marcada porque “los varones apuestan tres veces más que las mujeres (24 por ciento, frente a un 8 por ciento) y presentan mayor frecuencia e intensidad de juego”.
El 83 por ciento de quienes apuestan utiliza “billeteras virtuales como medio de pago y 43 por ciento accedió a través de intermediarios”. Entre 71 y 79 por ciento de las y los adolescentes “estuvo expuesto a publicidad o contenidos de apuestas online, aún sin participar”. Los mayores estímulos detectados son “las redes sociales, los influencers, los deportistas, personas famosas, páginas web, eventos deportivos y streaming”.
Las adolescencias se inician a través de amistades y pares (57 por ciento). Entre los que aducen “exposición indirecta” al juego (78 por ciento), proviene de amigos/as y/o conocidos/as. Las redes sociales juveniles juegan un papel clave en la difusión, pero el 40 por ciento con experiencia directa “reportó tener personas adultas cercanas que apuestan”, lo que contribuye a la normalización de la práctica.
Entre los mayores hallazgos del estudio se comprobó una “confusión entre sitios legales e ilegales (51 y 66 por ciento). También pudo observarse “una alta demanda de intervención (75 por ciento) para establecer controles más estrictos sobre plataformas”. Cuatro de cada 10 adolescentes “solicitan talleres y campañas educativas” y conocer “dónde pedir ayuda”.
En el grupo de 16–18 años, “aparecen motivaciones económicas más fuertes” y “las mujeres reportan un mayor impacto en su bienestar mental”.
Existe la seducción de “ganar plata fácil y rápida”, potenciada por los bonos promocionales ofrecidos. Se explica porque “la publicidad y el marketing digital tienen un rol central en la estimulación del fenómeno: entre 71 y 79 por ciento de las y los adolescentes estuvo expuesto/a a publicidad de apuestas online”.
“La combinación de incentivos financieros, algoritmos que segmentan audiencias y campañas dirigidas a jóvenes configura un ecosistema comunicacional que facilita el ingreso temprano”, se indica en el reporte.
El 83 por ciento indica que utilizar billeteras virtuales y pagos digitales “revela limitaciones a los controles efectivos por edad”.
Un dato crucial: “Casi no se conversa de esta temática en los principales entornos de socialización adolescente”. Entre 79 y 87 por ciento afirma que “en sus hogares y escuelas se habla poco o nada sobre apuestas online”-
El estudio comenta que las apuestas online configuran un fenómeno “altamente accesible, socialmente validado en ciertos entornos juveniles y potenciado por el ecosistema digital, sin regulación efectiva en la práctica”. “Los datos evidencian la urgencia de políticas preventivas integrales”, se agrega en el informe.
Entre las principales recomendaciones se menciona la necesidad de “reducir las brechas de acceso y fortalecer la responsabilidad de las plataformas”. “Aunque las empresas declaran contar con controles de verificación de edad y trazabilidad de pagos, la evidencia muestra que las y los adolescentes logran evadirlos mediante billeteras virtuales, cuentas prestadas e intermediación social”, según la investigación.
El Observatorio recomienda “evaluar y mejorar los mecanismos de protección mediante monitoreo público activo, auditorías independientes y acuerdos interinstitucionales”- También conseja “involucrar a adolescentes en la identificación de fisuras y tácticas de captación que permitiría diseñar respuestas más efectivas”.
Se propone, por lo tanto, el “bloqueo de dominios ilegales”, en articulación con empresas de telecomunicaciones y organismos reguladores. De este modo se “permitiría impedir el acceso desde redes públicas y privadas, especialmente en entornos escolares”. También se concluye que sería útil “fortalecer controles en billeteras virtuales” y “desarrollar campañas de prevención digital con participación juvenil”.