Raanán Rein: “El peronismo tiene que reinventarse”

¿Cómo hace el peronismo para seguir hablando de justicia social dirigiéndose a un público que, en muchos casos, ya no está compuesto por obreros fabriles, sino por jóvenes que trabajan con una notebook en un café y tienen otras necesidades? “El peronismo tiene que repensarse, reinventarse y traspasar el liderazgo a manos de una generación más joven” aseguró a Y ahora qué? el historiador Raanán Rein luego de las elecciones legislativas del pasado 26 de octubre.

El profesor israelí Raanán Rein es historiador de la cátedra España y América Latina moderna, con especialización en el Cono Sur. Se incorporó a la Universidad de Florida (Estados Unidos) en agosto de 2025 luego de dar clases durante años en la Universidad de Tel Aviv, Israel, de la que fue su vicepresidente. En la Universidad de Florida también dicta la Cátedra Alexander Grass de Estudios Judíos.

El gobierno argentino le otorgó, en 2009, el título de Comendador de la Orden del Libertador San Martín por su contribución a la cultura local. Además, recibió doctorados Honoris Causa de la Universidad de Buenos Aires y de la Universidad Nacional San Martín. En marzo de 2017, la Ciudad de Buenos Aires lo declaró Huésped de Honor y en el 2023 fue nombrado miembro de la Academia Argentina de la Historia.

En su presentación menos académica, sobre su vínculo fraterno con nuestro país, suma que se enamoró y contrajo matrimonio con una argentina. También que es fanático de Atlanta. En esa cancha, bajo sus tribunas, presentó alguno de sus más de cincuenta libros publicados. Es un estudioso del peronismo, movimiento que ha “radiografiado”, incluso, hasta la transversalidad de los “muchachos peronistas” japoneses (nikkei), musulmanes y judíos del movimiento.

Según Rein, que dialogó con Y ahora qué? desde su nuevo hogar en Florida, “Argentina no es el único país que está mareado en estos días”.

–¿Cómo se ve a la distancia el resultado de las elecciones en el país?

–Rein: Es un golpe duro para el movimiento peronista, sin ninguna duda, pero para mí no fue una sorpresa total.

–¿Por qué?

–Rein: Porque el peronismo logró su supervivencia a lo largo de los últimos 80 años precisamente por su habilidad para adaptarse a circunstancias cambiantes. Siempre se caracterizó por cierta flexibilidad, hasta cierta fluidez que le permitió afrontar nuevos desafíos, transformaciones sociales y económicas a su alrededor y en los escenarios internacionales. En este caso parece que el peronismo fue a las elecciones sin ofrecer nuevas caras, ni nuevas ideas, ni una generación de dirigentes jóvenes. Muchos de los candidatos en distintos lugares, incluyendo la provincia de Buenos Aires y la ciudad de Buenos Aires, no pudieron transmitir mensajes de relevancia para la generación joven que votó.

–¿Usted cree que el peronismo dejó de ser representativo para las nuevas generaciones?

–Rein: Sí, y lo digo sin dudar. Me parece que dentro del peronismo sí hay figuras y líderes que entienden la necesidad de ofrecer mensajes más relevantes para un mundo que ya no dispone de una clase obrera como en las décadas del 30, 40 o 50 del siglo pasado y un sistema político-económico donde los sindicatos y la CGT no tienen ni el peso ni la influencia de antaño. Y ni hablar del nuevo contexto internacional y del uso de nuevas tecnologías para llegar a la gente joven. 

–¿Y qué podría o debería hacer este peronismo?

–Rein: Estamos hablando, por un lado, de un regreso a los valores esenciales del movimiento. Y al pensar en eso lo hago en un conjunto de valores que habría que adaptar a las nuevas circunstancias. Seguir hablando de justicia social, pero para una sociedad en la que ya no se pueden transmitir los mismos mensajes de antaño. El peronismo tiene que repensarse, reinventarse y pasar el liderazgo a manos de una generación más joven.

–Permítame traer un ejemplo que usted mencionó: ¿qué significaría renovar el concepto de justicia social para un peronismo moderno? 

–Rein: Frente al modelo que ofrece Milei, volver a hablar de una social democracia, de un Estado que sí tenga una responsabilidad social y económica, pero pensando en que muchos de los jóvenes ya no son obreros en una fábrica, o que ya no tienen necesariamente un trabajo fijo o estable, sino que a menudo trabajan con su notebook en un café y no necesariamente en una oficina. Tienen otras necesidades, otras miradas que deben ser tenidas en cuenta.

–Milei representó un enojo social, pero también la posibilidad que da esta democracia de que un personaje desconocido llegue a ser presidente de la Nación. ¿Cambió algo el peronismo en los valores a partir de estos hechos? ¿Por qué cree que no logra convocar el voto de las nuevas generaciones? Hablamos de justicia social, pero ¿qué cosas debería contener el peronismo para poder tratar de rescatar nuevos líderes y nuevos votantes? 

–Rein: Es un desafío que están enfrentando todos los movimientos de centro-izquierda e izquierda en muchos países. Algunas corrientes dentro del peronismo adoptaron la agenda woke estadounidense y dejaron de lado hablar de las necesidades diarias de la mayoría de la población. Sin duda que es importante luchar por ciertos derechos de distintos grupos, así como repensar y evaluar la historia nacional, pero hay que pensar más en las necesidades de la gente que no llega a fin de mes y que -por eso- tienen menos interés en algunas campañas y cruzadas llevadas adelante por algunas corrientes dentro del peronismo.

–¿Usted cree que un líder como Kicillof debería separarse del peronismo convencional en el que está involucrado?

–Rein: Excelente pregunta. Creo que es posible seguir dentro de este marco partidario y convertirlo como un trampolín para una candidatura presidencial que tenga chance de ganar. Sería demasiado fácil salir de este movimiento que es -como dicen- nacional y popular para promover una agenda de izquierda identificada con algunas formaciones y algunos dirigentes del pasado más reciente o más remoto, pero hay una posibilidad mejor que es tratar de unir a la mayoría de los peronistas alrededor de su candidatura. El tema es que, si siguen las luchas internas de los últimos 5 o 6 años, eso será imposible. Si algunos dirigentes no dan un paso al costado y no lo dejan tratar de convencer a un sector importante dentro y fuera del partido de su propia agenda, resultará imposible.

–O sea que lo que usted propone es sin ruptura y por adentro.

–Rein: Exacto. Sin ruptura y por adentro.

–Por último, ¿cree que la amenaza de Trump de retirar su apoyo a la Argentina si La Libertad Avanza (LLA) perdía causó efecto? Acá se está discutiendo si los sectores más bajos que votaban al peronismo dejaron de hacerlo a partir de ese acto intimidatorio desde los Estados Unidos.

Rein: Tuvo su efecto, sin duda alguna. Pero no solamente en Argentina, en distintos países y regiones del mundo hoy en día está bien claro que no se pueden ignorar los mensajes emitidos desde Washington. Y para mí, por lo menos en estas elecciones en Argentina, no se puede hablar de un voto de enojo sino un voto de miedo.

–¿Por qué?

–Rein: Porque mucha gente tuvo miedo que, al perder el apoyo político y financiero de los Estados Unidos, en estos momentos, eso hubiera significado la caída a un tremendo abismo. Así que decidieron no arriesgar una crisis mayor.

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