¿Qué hacemos con la realidad cuando nos indigna?

Hablamos del Estado presente, pero muchas de sus hectáreas son tierra yerma. Vamos por la distribución de la riqueza. ¡A desalambrar, a desalambrar! ¿Y si producimos riqueza comunitaria y no la regalamos como plusvalía?

Compañeros poetas, tomando en cuenta los últimos sucesos de la poesía, quisiera preguntar: ¿qué pudiera decir? ¿qué frontera debo respetar? 

Como la revolución bolchevique viene más demorada que Godot, y la izquierda se contenta con tener razón, todo indica que lo único que queda, por el momento, es aferrarse al recuerdo de un peronismo que supo ganar elecciones, para así, bebiendo del licor maldito de la nostalgia, alentar las deshilachadas esperanzas populares.

Pregunto, entonces: ¿será posible un peronismo dirigido y conducido por alguien que no sea millonario? 

¿Será posible hacerlo sin delincuentes, o que al menos no pasen el casting? 

Si «la realidad es superior a la idea» como dice Pancho, y «la única verdad es la realidad», como repetía el General, ¿qué hacemos con la realidad cuando nos lacera y nos indigna? ¿Dónde encontraremos las ideas que cambien esa realidad que es superior a la idea y que es la única verdad, pero nos está haciendo pelota? 

Termino preguntándome qué carajo era y es el peronismo, y aclaro que no soy uruguayo, gente que vive preguntándose eso mismo.  Mientras el peronismo ganaba elecciones como un fenómeno natural, una fatalidad del destino, de la política, una revelación de Dios, todo era risas y mejor no hablar de ciertas cosas.  Pero ahora que ni el peronismo es invencible, ni el Papa es infalible y a Boca le gana hasta el Deportivo Pereyra, ¿alcanzarán las Veinte Verdades, los libros de conducción y unos cuantos refritos de inteligencia militar, filosofía clásica y doctrina de la guerra? ¿Servirá todavía toda esa catequesis hipnótica, perecedera y, en estos días, inocua? 

La liturgia y el sermón se han quedado sin efectividad ni pastores. 

De paso, ¿qué vendría a ser el «movimiento», donde caben demasiados con la pretensión de representar un todo nacional que por definición es una lucha de intereses? Lucha que, como dijo Warren Buffett, vamos perdiendo nosotros. 

Hablamos del Estado presente, pero muchas de sus hectáreas son tierra yerma.  

Vamos por la distribución de la riqueza. ¡A desalambrar, a desalambrar! ¿Y si producimos riqueza comunitaria y no la regalamos como plusvalía?  

Si nuestra única esperanza es que el movimiento  –que hasta ahora no se demuestra andando–  alumbre algún conductor, sea entonces la Providencia generosa y que el ungido no crea tanto en la hermandad del capital con el trabajo ni a cada minuto reniegue de sus ideas y luchas juveniles: el pragmatismo está muy bien para encontrar soluciones, pero a no abusar.  

Alguien dijo alguna vez que el capital era trabajo no remunerado, y a ojos vistas parece que sigue teniendo bastante razón. 

Por último, pero no por eso menos importante, ¿dónde iremos a parar si se apaga Balderrama?

¡Feliz Año Nuevo!


Un comentario sobre «¿Qué hacemos con la realidad cuando nos indigna?»

  1. Perdón que use este espacio para difundir esta carta abierta pero ante esta realidad necesito expresar este pensamiento para tratar de aportar al momento

    CARTA ABIERTA
    Frente al saqueo que esta perpetuando el gobierno de los Milei y secuaces que lo sostienen veo y sostengo que la oposición política de todo color, lo está sosteniendo por su falta de lucha, yéndose por las ramas en discusiones internas.
    Me da mucha bronca la falta de empatía con los sectores que luchan por la reconquista y avasallamiento de sus derechos, caso jubilados, estudiantes, los desempleados, hopitales, movimientos sociales, comedores, etc.
    Y más bronca cuando veo al peronismo y al partido peronista como el más importante de la oposición, y sobre todo a Cristina siendo la líder más representativa, proponer cursitos de instrucción política, cuando ella misma comenzó en las resistencias en las calles, y no proponer el acompañamiento movilizando al partido a acompañar las resistencias antes mencionada en las calles, “de ahí salen los verdaderos líderes buscados#, lógicamente no me opongo a la instrucción política, pero esta debe acompañar la lucha en las calles y no alrevez, mucho conocimiento sin acción en las calles, hace burocracia y que vivillos quieran usar la política en beneficio propio.
    La calle es la que hace a los verdaderos líderes, porque ellos son los que hacen empatía con los que sufren.
    Hay que poner en acción en forma inmediata masividad de la protesta, cualquiera sea, y tomar la iniciativa en oponerse al saqueo antes de que se produzca con las ventas de las companías estatales, el remate del patrimonio estatal a precio vil (terrenos estratégicos) en beneficio de un grupo de amigos, el saber estos que están vigilados por la acción del pueblo los hacen pensar dos veces en meterse porque son cobardes,
    Denunciar en forma fehaciente a los que dicen estar con el pueblo y hacen colaboracionismo caso CGT de los gordos, los Daer y compañía.
    Organizar una gran marcha de los gobernadores para exigir al gobierno y a la justicia que cumplan con la entrega de la coparticipación y otras retribuciones estipuladas por ley, usando estas para el mentiroso equilibrio fiscal, o estudiar en hacer un embargo de las cuentas públicas para dicho destino.
    No podemos regalarle a la derecha las calles, asustándonos de su aparato represivo, solo funciona él si dejamos aisladas las luchas de los damnificados, cuando ellas en su particularidad son también de todos. La masividad es lo único que los asusta y da valentía al pueblo.
    PIENSEN UN POCO QUE VAN A PENSAR Y DECIR LOS JUBILADOS CUANDO LE VALLAN A PEDIR EL VOTO EN LAS PROXIMAS ELECCIONES?
    Omar Battaglini
    Dni 4973589

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