Sentido homenaje al brócoli

La frustrada caravana del Presidente y sus íntimos por cinco cuadras de Lomas de Zamora, algo así como un safari electoral, expresó la reacción negativa de gran parte de la población por las penosas consecuencias del ajuste perpetuo y por la perpetuidad de altos niveles de corrupción. Las cinco cuadras debieron abreviarse a dos, porque los manifestantes recriminaron que la voracidad de la corrupción, de acuerdo con el último escándalo, ni siquiera habría respetado los recursos para los discapacitados.

Con una democracia moderna funcionando a pleno la violencia, excepto cuando la ejerce el Estado con fundamento, legalidad y legitimidad, no sólo es condenable por improcedente sino también por su carácter regresivo. Pero que la violencia merezca la más severa crítica no exime, tanto desde la perspectiva de los violentos que la ejercen como de la perspectiva de los violentados que la padecen, de un análisis algo más profundo. Y no para justificarla sino para comprenderla, y a partir de allí actuar en consecuencia.

Queda entonces esbozado un problema metodológico: ni los violentos ni los violentados son sujetos necesarios y suficientes para analizarse a sí mismos en relación con los otros. Para ello se requiere una instancia externa más amplia que contenga al conjunto en calidad de objetos de comprensión. Y esa instancia ha de ser un sujeto superador, una construcción social que los abarque, un denso entramado de organizaciones políticas –entre las cuales sería esperanzador que ocupara un lugar preponderante el Movimiento Nacional– que los piensen críticamente. En definitiva, y siempre como variaciones en torno de lo mismo, no hay ni puede haber democracia con pensamiento único.

El domingo 31 de agosto La Libertad Avanza logró una derrota perfecta en las elecciones para renovar gobernador correntino, anotándose cuarto con un meritorio 10 por ciento de los votos. El próximo domingo serán los comicios de medio término en la Provincia de Buenos Aires, en los cuales se elegirán 3 senadores provinciales titulares y 15 suplentes, 46 diputados provinciales titulares y 28 suplentes, y concejales y consejeros escolares en los municipios. Luego de esta primera instancia electoral los bonaerenses volverán a votar en los comicios de octubre, para elegir los representantes de su Provincia en el Congreso Nacional. Pero esta primera elección del próximo domingo 7 de septiembre es de especial importancia, y sorprende que también los libertarios así parezcan entenderla.

No es un secreto para nadie que la gestión económico financiera, a costa de mayor endeudamiento, arrojó grandes beneficios para los especuladores y los sectores primarios altamente concentrados, al tiempo que las medidas de ajuste perpetuo continúan mandando a la quiebra miles de Pymes y agraviando el nivel de vida de las mayorías populares. Tampoco es un secreto que así la cosa no funciona, como lo sostuvo el veredicto del JP Morgan, que en su momento abrió una luz de alarma y aconsejó desarmar prudentemente las posiciones de inversión. En ese marco, y mientras el escándalo por la cripto estafa $Libra sigue su lenta pero pertinaz evolución, tuvieron lugar la difusión de varios audios animados por el ahora ex interventor de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), Diego Spagnuolo, en los cuales manifiesta detalladamente un circuito de presuntas coimas en el área que le tocara administrar, con el concurso de varios laboratorios y funcionarios ubicados en un nivel del gobierno demasiado alto. Pero es un episodio que no debería mover al asombro, porque lo cierto es que los alborotos por irregularidades diversas estuvieron a la orden del día incluso desde el armado inicial de La Libertad Avanza para las elecciones de 2023, cuando al compás de las crisis internas aparecieron denuncias –varias de ellas judicializadas– por venta de candidaturas al mejor estilo de la vieja política que en teoría los libertarios venían a combatir.

Acorralado por el escándalo de las coimas y con el dólar rozando el techo superior de la banda era previsible, entonces, que el gobierno continuara interviniendo en el mercado para serenar al tipo de cambio y evitar el desborde inflacionario, al menos hasta los comicios en la Provincia de Buenos Aires. Aunque contara cada vez con menos recursos para honrar “la canaleta del turismo emisivo”, la fuga de capitales, el pago de intereses de la deuda y las importaciones. Y la sustentabilidad de la intervención en el mercado cambiario en las actuales circunstancias fuera cada vez más dudosa, habida cuenta de la escasez de reservas y que el financiamiento externo es prácticamente nulo.

Pero lo que importa es la fe, y eso es algo propio de los temperamentos mesiánicos. Milei y sus secuaces elaboraron un relato que actualizan cotidianamente y difunden en las redes, incluso con el auxilio de insomnes troleros profesionales que salen valientemente al cruce de otros participantes de la contienda virtual. Y merced a la mutua implicancia de mesianismo y de fe terminaron creyendo en su relato, lo consideraron infalible y le atribuyeron absoluta veracidad, aunque abunde en afirmaciones ridículas. Y decidieron enlazar “la batalla cultural” con “la batalla electoral” en la Provincia de Buenos Aires, y colocar al líder, al non plus ultra y elegido por las Fuerzas del Cielo, a “hacer campaña”.

En espacios cerrados, con importantes empresarios aplaudidores que lo proyectaron como la mejor herramienta para liquidar al peronismo, Milei hasta ahora pareció funcionar bien y decir siempre lo que sus anfitriones deseaban oír. Pero su imagen positiva, resultado también de varias encuestas fantasiosas debidas al entusiasmo crematístico de sus realizadores, fue disminuyendo conforme se  conocía una larga cadena de escándalos, ya sea por la promoción presidencial de la cripto $Libra, por las valijas que saltearon los controles de Aduana traídas desde los Estados Unidos por alguien muy vinculado al gobierno, o por la difusión de los contratos con el Estado de la familia Menem, entre otros, que comenzaron a cambiar la opinión pública respecto de la relación de los libertarios con la corrupción. Y cuando Milei quiso trascender cuatro paredes, ir más allá de ámbitos virtuales hasta convertirse en un líder de masas con masas presenciales, ir más allá de superficies limitadas como el Hotel Quorum en Córdoba, por ejemplo, donde participó del Derecha Fest, quedó a la intemperie y enfrentado con una realidad cada vez menos friendly.

En Lomas de Zamora, hace una semana, su equipo quiso “hacer campaña” y le organizó una caravana de transportes, custodias y adherentes para cubrir un recorrido de cinco cuadras, pero fueron mal recibidos y no les quedó más remedio que rajar a las dos. ¿Hubo gritos hostiles de los descontentos? Claro que sí. ¿Hubo insultos y gritos de parte de las autoridades? También. ¿Alcanzaron a constituir una provocación? Tal vez, porque los libertarios tienen un feeling especial con el palabrerío y la brutalidad expositiva, con todo tipo de agresividad y las diversas manifestaciones de desprecio por los humildes y diferentes. Además se vio a Sebastián Pareja, armador político de Karina en la Provincia de Buenos Aires, mostrarle a un manifestante que iba a degollarlo, apelando al gesto clásico de deslizar por su cuello el canto de la mano.

No era la mejor manera de mantener la calma, y entonces a los insultos y empujones siguió el vuelo de algunos proyectiles inofensivos, y después de otros más peligrosos, hasta incluso potencialmente letales. Los responsables de la seguridad, de acuerdo a lo visto, quizá no comprendieron que debían tomar todos los recaudos –a partir de la planificación en adelante– para salvaguardar al Presidente de la Nación y evitar que, a los gritos, Su Excelencia encabezara una suerte de Armada Brancaleone.

Después la totalidad del arco político opositor, aunque los audios del ex interventor en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) se multiplicaban, condenó la violencia ejercida contra la comitiva presidencial en Lomas de Zamora. Lo hizo inmediatamente y sin especulaciones, a pesar de que los operadores mediáticos amigos del gobierno querían más y criticaban cierto giro gramatical a continuación de la condena, el uso de la conjunción adversativa “pero”. En efecto, implicaría según ellos un resquicio para dar paso a ciertos argumentos que, habida cuenta de los dispositivos de seguridad deliberadamente insuficientes y del estilo provocativo de Milei y sus conmilitones, intentarían justificar la agresión padecida por la caravana presidencial.

Con este antecedente, al cual hay que agregar las accidentadas visitas de los Milei a la ciudad de Junín y de Karina a la Provincia de Corrientes, la victimización sistemática (el Presidente acusó al kirchnerismo “de querer atentar contra su vida”), la renovada vehemencia de los discursos de odio, la represión ejercida cada miércoles contra los jubilados frente al Congreso, el despliegue de más caos y más prácticas autoritarias (como la persecución a periodistas que divulgaron los audios sobre una trama de corrupción que afectaría fondos destinados a personas con discapacidad), las malintencionadas denuncias de fraude para embarrar la cancha, y un largo etcétera, La Libertad Avanza decidió cerrar su campaña en Moreno.

El lugar no era el apropiado, y si bien para una fuerza con escasísima capacidad de convocatoria resultara holgado, eventualmente podría servir para que allí se produjeran hechos de violencia que luego capitalizarían los libertarios y presentarían en sociedad como desbordes kirchneristas que una vez más los elegían como víctimas. Pero tanto el gobernador Kicillof como Mariel Fernández, la intendenta de Moreno, pidieron a los vecinos que no entraran en la provocación, que se mantuvieran a prudente distancia y que expresaran el malestar y la bronca el próximo domingo, en las urnas.

Estas palabras del gobernador y la intendenta, sin embargo, no intentaban disimular el dramatismo del momento, dado que la información ya daba cuenta de la denuncia penal que el Gobierno había presentado ante la Justicia federal por unos audios en los cuales se oía una voz que podría ser la de Karina Milei, tal vez grabados en la Casa Rosada, o tal vez en la Cámara de Diputados. Y en esa denuncia pidió medidas cautelares, allanamientos a periodistas y al canal de streaming Carnaval, y se refirió también a una “maniobra golpista” con el concurso de vínculos inorgánicos de inteligencia decididos a desestabilizar al gobierno, con extravagantes ramificaciones que no sólo involucrarían a la oposición kirchnerista sino también a conexiones con Irán, Venezuela y un supuesto grupo denominado “La Compañía”, posiblemente animado por rusos residentes en el país que conformarían “un grupo de personas leales a los intereses de Rusia para desarrollar campañas de información, desinformación e influencia contra el Estado argentino”.

En el acto de Moreno asistieron alrededor de 900 efectivos para proteger al Presidente, y un caudal de alrededor de 1.100 militantes enfervorizados. Finalmente no hubo disturbios, salvo algunas refriegas al momento de la desconcentración, entre un puñado de jóvenes libertarios aburridos y la policía. O sea que no habrá que lamentar imágenes como las de Lomas de Zamora, con un Presidente y sus principales colaboradores sustraídos de una lluvia peligrosa de piedras y otros objetos. Ni habrá que discutir si la cosa que pasó tan cerca de la cabeza de Milei, según una elocuente fotografía cuya autenticidad no ha sido puesta en duda, era un adoquín, un brócoli, o nada. El autor de la fotografía dijo que de fondo solo había un inmaculado cielo azul, sencillamente porque no había pasado nada. Para el Presidente, quizá por mero oportunismo, pasó un adoquín que pudo ser letal para él o para cualquiera que lo acompañaba. Para la historia fue un brócoli, algo que no hubiera impedido que días después Milei hablara en Moreno, y luego tomara un avión para poner distancia entre tanto escándalo por $Libra o presuntas coimas, corrupción y audios inoportunos. Por eso hizo las valijas, y como si aquí no sucediera nada viajó a Los Ángeles y también a Las Vegas, con la intención de atender algunos asuntos y ver la presentación en un hotel casino (aunque el trascendido haya servido para desmentirlo) en el marco del Mes de la Hispanidad, a Fátima Florez.

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