En medio de la crisis por el gas el IESO, Instituto de Energía Scalabrini Ortiz, que integra entre otros especialistas Andrés Repar, produjo un interesante documento que desmonta ideas rutinarias sobre el precio y el destino de la energía en la Argentina.
El Gas de Vaca Muerta es un recurso natural de la Nación de enorme significación para el futuro de la patria. Al consumo actual posee 63 años de vida útil. Los costos de extracción en los pozos horizontales (no convencionales, con fracking) posibilitan un crecimiento de la producción. Los balances de las empresas que operan en Vaca Muerta indican que los valores promedio de perforación se hallan en el orden de los 10 millones de U$ /pozo y yendo a la baja.
Las curvas de producción acumulativas (por lo general a 5 años de actividad apreciable) denominadas EUR, “Estimated Ultimate Recovery”, se ubican en una media del orden de los 350 Millones de m3. Ello determina un costo directo medio de 0,80 U$/MMBTU. (28,57U$/Milm3). Con gastos indirectos y administrativos se obtiene un costo total de equilibrio en el orden de 1,50U$/MMBTU (54U$/Mm3).
El precio de venta mayorista en VM está establecido por la secretaria de Energía como valor PIST (Precio en el Ingreso al Sistema de Transporte) en 3,50U$/MMBTU (129U$/Milm3). Ello implica un beneficio bruto sobre los costos del 133%.
En 2024 se extrajeron en todo el país (convencional y no convencional) unos 45.625 MMm3, que generaron ingresos por 5885 Millones de U$, con beneficios del orden de 3358 MMU$ orientados exclusivamente a las empresas privilegiadas en su momento con subsidios a la curva de aprendizaje que al final se quedaron parcialmente.
El precio internacional del gas natural mayorista se indica en el centro de operaciones y transacciones del gas de Henry Hub y fue durante 2024 de 2,5 U$/MMBTU. Este valor es asumido como el valor real del gas natural mayorista en el mundo y que naturalmente representa su valor real también en la Argentina.
La población y la industria local pagó sobre dicho valor real un sobreprecio de 1.679 millones de U$. Es un monto que en forma justa le correspondería a la población que originariamente es partícipe de la riqueza subterránea de VM. Monto que pudo y puede asistir a mitigar los gastos del gas y la electricidad de la población, la industria y el agro en medio de gran crisis económica del país.
Esto que ocurre con la Argentina, donde los precios internos son superiores a los internacionales, no ocurre en países con altas reservas. Es el caso señalado de EE. UU. Este año se modificó en el 1er. semestre la media del gas natural y se ubicó en 3U$/MMBTU. Aun así ello conlleva un sobreprecio de cerca de 800 Millones de U$. Canadá posee un precio interno menor a 2 U$/MMBTU, y en países con grandes reservas como Irán, Emiratos árabes o Argelia sus precios son aún muy menores.
Hoy los usuarios locales pagan tarifas de gas natural excesivas para los bolsillos de la gente, de las pymes, de la industria y el agro en general. Los valores PIST enriquecieron y enriquecen básicamente a las empresas productoras Tecpetrol, YPF, Total, Vista, Pluspetrol, Bridas y Pampa Energía, todas con ingresos fabulosos.
El alto valor PIST férreamente sostenido por dichos productores nombrados quizás sea una causal para que empresas del exterior se vayan. Que quizás sea el caso de la ida de Petronas y de la Esso americana entre las más notorias.
Ya hace varios meses decíamos desde el IESO que la “promesa” de Milei de contar con un boom de gas natural a corto plazo era una fantasía o una mentira (de las tantas que produce). Ese boom exportador por ahora y por varios años será de difícil concreción.
EEUU posee miles de pozos no convencionales y quiere preservar, por no decir imponer, una hegemonía en la producción y venta en el mundo. Claro, siempre bajo la falaz consigna de libertad de los mercados. Para ello está construyendo una decena del licuefactoras. La propuesta fanfarrona de Trump de “Drill baby drill”, perfora, perfora, apunta a los productores americanos y sostiene una política de expandir su venta de gas natural vía el GNL a todo el mundo, obstruyendo la posible competencia de Argentina en el GNL.
El gobierno de Javier Milei no tuvo ni tiene lo que hay que tener para sincerar precios atractivos no solo para para su mercado interno sino para facilitar la exportación del gas en forma de GNL, donde ha realizado anuncios grandilocuentes sobre los enormes montos que va a exportar, sin avances firmes.
En el escenario global, se observa una marcada disparidad entre los precios internos de gas natural en Argentina y los valores de referencia internacionales. Vemos que otros países con grandes reservas energéticas priorizan tarifas bajas para su población e industrias. Resulta imprescindible pensar en una política energética que contemple el bienestar de la ciudadanía y el fortalecimiento del tejido industrial, favoreciendo la competitividad del país en el contexto internacional.
Frente a la oportunidad que representa el gas de Vaca Muerta para el desarrollo económico-social argentino, la discusión sobre cómo se definen y reparten los precios y las ganancias cobra vital importancia resguardar su soberanía energética.
En este contexto el IESO hace un llamado de atención sobre la necesidad de racionalizar la potencialidad de VM y de encarar proyectos armónicos de industrializar el gas con una exportación responsable y una tarifa competitiva para el país. Ello quiere decir bajar los precios mayoristas del Gas Natural (PIST) y Tarifario del gas a los hogares y pymes entre un 20 y 30%. Ello redundará a un mayor uso interno, mejores tarifas eléctricas y un mayor desarrollo de exportaciones no solo de materia prima sino de elaboraciones petroquímicas (plantas de amoniaco-urea, de metanol y etileno). Y aun barcos metaneros necesarios para transportar el GNL.
Las pymes y la industria en general tienen una tarea en puerta que es presionar fuertemente al gobierno que modifique el PIST y el tarifario del gas para el bien del país.