Ángel Cappa, ex futbolista, ex entrenador y profesor de Filosofía y Psicopedagogía, impactó en Internet y redes sociales, desde Madrid, con un video dirigido a los hinchas argentinos para que estén «alertas y se organicen» contra las SAD, las Sociedades Anónimas Deportivas. En una entrevista con Y Ahora Qué? dice que su objetivo fue «combatir a los medios que le cantan loas a la privatización» de los clubes y al proyecto «de un gobierno depredador».
El plan de despojar a los socios de sus bienes históricos sufrió un duro golpe con la reelección de Claudio ‘Chiqui’ Tapia como presidente de la AFA, y de Juan Román Riquelme como vicepresidente, paladines en favor de las históricas Asociaciones Civiles sin Fines de Lucro ¿Por qué Ángel Cappa también es un ardiente defensor de este modelo que se remonta al origen del fútbol en Argentina? Responde que «los clubes son de la gente» y que «el fútbol forma parte de nuestra identidad». Ex director técnico de equipos en Argentina, España, México, Perú y Sudáfrica, asegura que «se le quiere quitar a la gente un bien común» que forma parte «de la cultura» popular. «El club es una segunda casa, una forma de vida y de ver el mundo», subraya el autor de ‘También nos roban el fútbol’, firmado junto con su hija María, entre otros libros. Denuncia que «detrás de las SAD», fogoneadas por Mauricio Macri y Javier Milei, hay «un aparato económico» que incluye a «los fondos buitres». Tuvo que exiliarse en la dictadura, volvió a su país, fue un DT trotamundos y un buen día se radicó en España con su familia.
–¿Es banal hablar de fútbol en medio del drama social de la Argentina?
–La devastación nacional forma parte de todo, incluso del fútbol.
–¿Se sufre la Argentina desde afuera?
–El mundo me queda cada vez más lejos.
–¿Al gobierno se le hace difícil imponer el saqueo en el fútbol?
–Sí. Creo que le va a costar mucho.
–¿Por qué?
–Porque hay una cultura futbolística. Hay una cultura de clubes.
–¿Cómo se expresa esa cultura?
–En el significado de los clubes. Naturalmente, el negocio altera todo. Intenta transformar el fútbol en una empresa.
–¿Con qué fin?
–Sólo el de ganar plata. No tiene otro significado. Y para toda la Argentina, no solo en la capital.
–En el país hay miles de clubes.
–Sí, pero parece que existieron solamente los clubes de la capital. En el interior hay un montón que forman parte de la identidad.
–¿Cuál fue tu experiencia personal?
–La de mi ciudad. En mi barrio, el Villa Mitre de Bahía Blanca.
–¿Es eficiente?
–Ahora está manejado por socios y sí, es un ejemplo. Tiene un crecimiento enorme. Un beneficio general a los socios.
–¿Cuál es el beneficio?
–Las actividades deportivas, las culturales.
–¿Allí forjaste una identidad, no?
–El club forma parte de mi vida. De mi forma de ser. Y de ver el mundo ¡No pueden quitar eso para convertirlo en una empresa y transformarlo en un negocio!
–El club te marcó para siempre.
–Es nuestra cultura futbolística. Y cuándo nos comparan con otros clubes de Europa, eso no tiene nada que ver.
–¿Tan diferente es?
–Aunque se funcione bien o mal, en otros países no es lo mismo. El entendimiento que tienen los aficionados de esos clubes europeos no es lo mismo que el que tienen los de Argentina.
–¿Esa es la clave de la defensa de las asociaciones civiles?
–Sí. Entonces, les va a costar privatizar. Muchos clubes ya se negaron antes de que este plan del gobierno ocurra.
–¿Las instituciones grandes también?
–Sí, como Boca, River, Independiente, Racing, Huracán. Y otros en el interior ¡Claro que les va a costar! Los clubes son de la gente y el fútbol forma parte de nuestra identidad.
–La paradoja del proyecto es que los clubes ya son privados, son de los socios, no del Estado.
–Entonces, es muy difícil que nos lo quiten. Dice el gobierno que defiende la propiedad privada. Bueno, entonces ¿por qué me querés quitar esa propiedad privada? Es una cosa increíble.
–¿Avanzan con mentiras?
–Hay un montón de engaños. Por ejemplo, que van a mejorar, que van a traer esto o lo otro.
–¿Qué pasa en España?
–Entre otros, han privatizado al Almería. Trajeron 40 jugadores y se fueron al descenso. No hicieron nada.
–En otros lugares parece funcionar.
–En unos sí, en otros no. Pero en Argentina, los clubes son nuestros, de la gente.
–Los ingresos del fútbol sostienen lo social y al deporte amateur,
–Claro. Mi club era mi segunda casa. Era una parte mía. Y eso es lo que siente la gente.
–El club como pura pasión.
–Yo empecé a jugar en la sexta de Villa Mitre. Era un orgullo, un honor. Estaba representando a todo mi barrio, a mis amigos, a mi familia.
–Los privatistas son sectores poderosos.
–Detrás de las SAD hay un aparato económico que incluye a los medios de comunicación. Atrapan a figuras como Sergio Agüero.
–O a la ‘brujita’ Juan Verón en Estudiantes de La Plata.
–Y a otros tipos que quieren participar del negocio. Se olvidan de lo que significaban los clubes para ellos. Sólo ven el dinero. Quieren desembarcar fondos de inversión. Es ese gran aparato que forman también los fondos buitres.
–En España, el Barcelona y el Real Madrid siguen siendo asociaciones civiles.
–Como el Athletic Bilbao y el Osasuna, con características muy especiales. El Bilbao, además juega solo con jugadores vascos. El Osasuna de Pamplona es de los socios.
–¿Nadie intentó cambiarlos?
–No pueden entrar ahí ni locos. Tienen características muy parecidas a las nuestras.
–Aquí, los privatistas ponen como modelo al Manchester City inglés.
–Porque gana. Pero el Barcelona y el Madrid también ganan ¡Que no me pongan ejemplos de otras culturas!.
–El City justo está en litigio judicial por los manejos de sus dueños.
–A mí eso no me preocupa. Quiero comparar lo cultural. Es como con el té de las cinco de la tarde que toman los ingleses. Nosotros tomamos mate.
–¿Por qué entró tan fácil la privatización en Inglaterra?
–No lo sé. Pero sí puedo decirte que los socios siguen teniendo poder. No legalizado pero sí poder real.
–¿En qué circunstancias?
–Por ejemplo en el Liverpool. En una ocasión quisieron subir el precio de las entradas. La gente se iba de la cancha. La dejaba vacía.
–¿Dio resultado?
–Por acciones de esa naturaleza tuvieron que bajar los precios de las entradas.
–¿Hay otros casos?
–Frente al proyecto de hacer una liga internacional europea, en menoscabo de los campeonatos locales o nacionales, los ingleses se opusieron inmediatamente.
–¿De qué forma?
–La gente hizo manifestaciones. Los clubes dijeron: nosotros no participamos. Es decir la gente sigue teniendo influencia.
–No queda claro cómo pudieron vender los clubes.
–Por qué se metieron los capitales en una forma tan fuerte, no lo sé.
–¿No se deslumbraron con las compras de figuras?
–En el fútbol europeo, la globalización ha desnaturalizado a los clubes. El Real Madrid juega con ‘un’ español. La Juventus juega con ‘un’ italiano. El City juega con ‘un’ inglés.
–Y sus selecciones se quedaron sin jugadores nativos.
–Nuestro papel es de venta de jugadores. Abastecemos al poder económico del fútbol internacional.
–Como otros países de bajo desarrollo.
–Ellos se abastecen de los clubes más débiles de Sudamérica, de África.
–Pero perdieron identidad.
–Se han desvirtuado. El fútbol inglés tenía una característica que ya no la tiene ¿Por qué? Porque está lleno de extranjeros. Allá ellos.
–Las SAD fracasaron en forma estruendosa en Chile.
–Alejaron a la gente del club. En el Real Madrid había antes una identificación de la gente con los jugadores.
–¿De qué modo?
–Eran jugadores de la cantera. Venían de abajo. Ahora son una especie de artistas de Hollywood. La gente sigue yendo a la cancha pero a ver un espectáculo. No a ver algo propio.
–Es extraño.
–Es curioso. Mi mujer es hincha del Madrid. Su familia también. Pero han perdido ese significado que tenían antes.
–¿Qué perdieron?
–Lo que me decían los mismos jugadores: algunos de ellos, al terminar el partido, se iban enfrente a tomar alguna cerveza. Y charlaban con los aficionados.
–Dejó de ocurrir.
–Ahora ya no. Los jugadores son grandes estrellas Intocables. Nadie se acerca.
–¿Los hinchas cambiaron?
–Ha cambiado esa identificación que tenía el hincha. Ahora, cuando van a ver un partido es como si fueran a ver una película.
–El hincha argentino sufre.
–Según los casos. No en todos.
–A veces se dramatiza, los medios incentivan la histeria.
–El hincha es un sufridor. Me acuerdo de un utilero que tenía en el club Tenerife. Me decía que el peor resultado es ganar 2-0 Yo le preguntaba: ‘¿Cómo que es un mal resultado?’
–¿Qué respondía?
–Porque, de pronto, estos tipos te hacen un gol y se nos vienen arriba. No le satisfacía nada.
–¿Marginaron de los estadios a los sectores populares?
–En Europa hay de todo. Portugal es una cosa, Inglaterra o Alemania, otra. En España las entradas son las más caras de Europa. Ser socio es mucha plata.
–Un fútbol sólo para pudientes.
–Pero en Inglaterra las canchas están llenas siempre. En España no tanto. Salvo en partidos del Real o del Barcelona. En Alemania las entradas son relativamente baratas e incluso se paga el ómnibus para ir a la cancha.
–La indumentaria es muy cara en las tiendas oficiales.
–Es carísima. Es curioso lo que significa la publicidad.
–¿Por qué?
–Es capaz de venderte un vaquero roto. Es impensable. Te vende las camisetas de Cristiano Ronaldo o Messi ¡Y no es la camiseta de Messi ni de Cristiano! Dice Messi o dice Mbappé o Ronaldo.
–La camiseta se volvió un fetiche.
–No quiero ofender pero la publicidad es un vehículo de idiotización extraordinario. Antes de llegar Mbappé al Madrid ya habían vendido camisetas por un millón de de euros.
–Fútbol negociable.
–El fútbol se le escapa a la gente. Se convierte en un espectáculo cinematográfico o teatral. El juego poco a poco deja de interesar. Solo vale el resultado.
–Aquí es parecido.
–Antes en Argentina, cuando el equipo jugaba bien la hinchada gritaba: ‘La ven pasar y no la pueden agarrar’. Ahora gritan: ‘Pongan huevo o pongan garra’. Un tipo la tira afuera y aplauden.
–La pelota maltratada
–En el vestuario de Villa Mitre había un cartel con la foto de una pelota que decía ‘Trátela con cariño’.
–Pero aún se festeja la habilidad.
–Todavía, cuando un equipo hace cuatro o cinco pases seguidos, la gente se levanta. Empieza a aplaudir y a disfrutar un caño.
–La Selección es un buen modelo.
–Es lo que logró César Menotti una vez. Descolonizar al fútbol argentino. Que recuperemos nuestras forma de jugar. Que no es ni mejor ni peor que otras. Es nuestra y podemos competir de igual a igual contra cualquiera.
–¿Cómo surgió la idea de tu video contra las SAD dirigida a los hinchas de Huracán?
–Para combatir a los medios de comunicación que le cantan loas a la privatización. Para que la gente se manifieste como siempre. Es la mejor manera defender los derechos nuestros.
–Como en otros ámbitos.
–Se comienza a resistir a este gobierno depredador. A este espanto neofascista y berreta. Que la gente se dé cuenta que le quieren quitar un bien común. Uno de los tantos que nos están quitando.
–El fútbol es un lugar de resistencia.
–Sí, sí, claro. Cuando en Boca Juniors hubo elecciones y a pesar de todas las trampas y obstáculos que puso Mauricio Macri, los socios le ganaron por el doble a él y a Milei. Que la gente cante en las canchas: ‘Aquí no van a poder’.
–En Salud, Educación y organismos públicos, parece que pueden, por ahora.
–Creo que tampoco van a poder. Finalmente va a haber una reacción. Se mantienen con represión y mentiras. En caso de no poder convencer, viene Patricia Bullrich con gas pimienta y palos a los jubilados o a quien sea. Eso sostiene a este gobierno mamarrachesco.