Se acaba de publicar la edición 2024 del Anuario Internacional de Estadísticas Industriales de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial. En este emblemático informe de la ONUDI, se constata, en primer lugar, la fortaleza a nivel global del sector industrial en general y el manufacturero en particular, como motor económico-social e impulsor de la innovación. En 2023, los sectores industriales representaban el 21,3% del PIB mundial, equivalente a 19,7 billones de dólares a precios constantes de 2015. La industria manufacturera es el eje central del sector, con el 78,6% del total de la industria. La minería y los servicios públicos representaban el 21,4% restante.
Según los datos más recientes, la industria manufacturera mantuvo un mayor dinamismo en los últimos años en comparación con la minería y empresas de servicios públicos. En 2023, el sector manufacturero registró un crecimiento moderado del 2,8%, mientras que los sectores de minería y servicios publicos lo hicieron tan solo un 0,6% (ver Gráfico I).
Gráfico I
Tasa de crecimiento del valor añadido mundial en los sectores manufacturero, minero y de servicios públicos
Fuente: International Yearbook of Industrial Statistics 2024, pag. 15.
Respecto al valor agregado de mercado (VAM) per capita mundial, en el año 2023 se ha alcanzado la cifra record de 1.913 dólares. Este crecimiento ha sido constante, con dos breves interrupciones que han respondido a la crisis financiera del 2008-2009 y la pandemia del COVID-19, y cuyo dinamismo recupero con cierta rapidez en los dos casos (Ver Gráfico II) demostrando el carácter estructural de esta tendencia.
Gráfico II: VAM mundial per capita
Fuente: International Yearbook of Industrial Statistics 2024, pag. 19.
¿Pero cuáles son las industrias manufactureras que hacen punta?
El Anuario viene también a ratificar una «megatendencia» que la industria experimenta en las últimas décadas y que consiste en la “progresión gradual hacia industrias y procesos impulsados por los avances tecnológicos y la innovación” (Anuario 2024, pág. 105)1. Aquí también se produjo un corte en la tendencia ascendente durante la pandemia COVID-19 y, “No obstante, las industrias MHT repuntaron rápidamente” y desde entonces, su crecimiento se ha acelerado en general (Anuario 2024, pág. 24)2.
Gráfico III; Tasa de crecimiento trimestral de las industrias por intensidad tecnológica, en relación con 2015
Fuente: International Yearbook of Industrial Statistics 2024, pag. 25.
Si bien el Gráfico III releva los años 2015-2024, “globalmente, este indicador ha aumentado de forma constante desde el 2000” (el primer año con datos fiables). Las manufacturas de Media y Alta Tecnología “representaron más de la mitad del VAM mundial por primera vez en 2020, y seguirán creciendo hasta alcanzar el 52,3% en 2022 “(Anuario, pág. 105). Es decir, ya no son un sector marginal o encapsulado en fines muy concretos, y sus procesos y características (como el nivel de inversión en I+D) se pueden encontrar en un amplio número de procesos y productos.
Aunque “la industrialización sirve como medida universal del rendimiento económico, sus objetivos difieren en función de la fase de desarrollo de cada país”, esta “megatendencia” debe ser tenida en cuenta cuando diseñemos nuestro, aún pendiente, proyecto de desarrollo. El cual deberá apuntar a la “adopción de sistemas de producción de capital y de servicios financieros, y tecnología, una cesta de producción diversificada, una especialización en industrias impulsadas por la innovación” y hacia prácticas de fabricación sostenibles desde el punto de vista medioambiental (Anuario 2024, pág. 18).
Sin embargo, el peso en el sistema productivo, su dinamismo y contenido tecnológico del sector manufacturero varía de una región a otra y de país a país y de ahí a su incidencia en el escenario global, tal como se puede apreciar en la Tabla I. La comparación con el año 1995 nos permite ver la evolución sucedida en las tres últimas décadas en este campo. Nuestro país no figura en la evaluación realizada 2023, confirmando el proceso de desindustrialización y repremerización en el cual estamos sumergidos, y naciones como Turquía, Vietnam, Irlanda o Taiwán (tres sobre cuatro asiáticas) irrumpen con fuerza en el panorama.3
Tabla I
Top 20 de fabricantes mundiales
Nota: Las cifras entre paréntesis muestran la cuota de VAM global.
Fuente: International Yearbook of Industrial Statistics 2024, pag. 99.
Industria manufacturera y Empleo (II)
Que el VAM per cápita mundial alcanzará en 2023 la cifra récord de 1.913 USD a precios constantes de 2015, lo que supone un aumento del 16,4% desde 2015, ni su creciente participación en el PBI mundial, no ha impedido que la proporción del empleo manufacturero haya disminuido desde la crisis financiera, una tendencia exacerbada por la pandemia de COVID-19.
La industria manufacturera, en el empleo total, se mantuvo virtualmente en el mismo porcentaje, del 14,3% en 2015 al 14,1% en 2022, el año más reciente con datos completos. Es un estancamiento que indica que la reciente expansión del sector manufacturero, tomado globalmente, no ha ido acompañada de manera paralela por el aumento del empleo (Ver Gráfico IV)4.
Gráfico IV
Proporción de la industria manufacturera en PIB y empleo mundiales
Fuente: International Yearbook of Industrial Statistics 2024, pag. 12.
En lo que respecta al empleo femenino en la industria manufacturera, la representación de la mujer sigue siendo inferior al 50% en la mayoría de los países. De hecho, según estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) la proporción de mujeres en el empleo en el sector manufacturero era del 42,8 en 2000, se mantuvo en torno a ese nivel hasta 2015, donde experimentó un retroceso al 42,0% que conservó hasta 2022 (Anuario, 2024, págs. 71/72)5.
Ahora bien, en nuestro país, desde diversos sectores, se relativiza el poder de la industria en general y de la manufacturera en particular para generar empleo. ¿Estos datos confirmarían dichas reservas? Desde nuestra perspectiva, la respuesta sería que no.
En primer lugar, esta es una tendencia general, y la industria manufacturera como ya hemos observado anteriormente en ¿Y ahora qué?, además de cambios intrínsecos a ella, está sometida a otros que exacerban las desigualdades regionales. Estas asimetrías surgen, por ejemplo, de la creciente brecha entre la ubicación de las industrias de alta tecnología y de los países centrados en actividades y productos de menor contenido tecnológico e innovación. Y de acuerdo con lo observado en el Gráfico III, las ultimas manufacturas, que son mayoritarias en nuestro sistema productivo, tienen menor dinamismo.
Otra tención se deriva de las políticas económicas que aplican los distintos gobiernos. Y los resultados suelen ser opuestos, dado que algunos privilegian la producción, la profundización del mercado interno e integración social y espacial, y otros la financiarización y el darwinismo social.
Algunos impulsan con contundencia los sectores que incorporan más conocimiento e inventiva nacional (como es el caso de nuestro CAREM), y otros sólo conciben la exportación de recursos y productos con el menor valor agregado posible.
¿En base a que grado de desarrollo, peso en el conjunto de la economía y perfil podemos basar la capacidad y potencialidad de generar empleo de nuestro sector industrial en general y manufacturero en particular? ¿En el actual o en el que tenemos que imponernos como objetivo a alcanzar?
Desde distintas trayectorias históricas, ubicación geográfica y tradiciones políticas e institucionales, se pueden observar otras incidencias en el empleo y función tractora distinta a la nuestra.67 Eso sí, más allá de la amplitud de sus diversidades, son sociedades que han coincidido en la importancia crucial del sector industrial para realizar sus proyectos políticos y han actuado en consecuencia y con no menos contundencia.
BIBLIOGRAFÍA
-Cabezón, Juliea; Pascuariello, Gisella yTrombetta, Martín: Documento de Trabajo N.º 4 El rol de las mujeres en la competitividad externa de las empresas industriales argentinas (CEP XXI), Ministerio de Economía, Secretaría de Coordinación de Producción, Gobierno Argentino, Centro de Estudios para la Producción, marzo 2021, Buenos Aires.
-Ministerio de Economía, Secretaría de Coordinación de Producción, Gobierno Argentino, El empleo industrial siguió en ascenso en abril y alcanzó su máximo nivel en cinco años, 5 de julio 2023 (https://www.argentina.gob.ar/noticias/el-empleo-industrial-siguio-en-ascenso-en-abril-y-alcanzo-su-maximo-nivel-en-cinco-anos).
-ONUDI, International Yearbook of Industrial Statistics 2024, Viena.
- “Aunque este concepto es difícil de cuantificar y los datos son limitados, varios indicadores ofrecen valiosas perspectivas. Uno de ellos es la proporción de industrias MHT en el VAM”. ↩︎
- MHT: Medía y Alta Tecnología en castellano. ↩︎
- Para terminar de configurar el escenario, además del sorpasso de la RPChina, casi todas las naciones asiáticas incluidas en la lista en el año 1995 elevan su participación. ↩︎
- Esto en lo que hace a su cuota en el empleo total, pues el empleo manufacturero mundial aumentó un 6,5%, pasando de 448 millones en 2015 a 477 millones de personas en 2022, pero su contribución al empleo total disminuyó del 14,3% en 2015 al 14,1 en 2022 (Anuario 2024, pág. 66). ↩︎
- Para nuestro país, de acuerdo con el Documento de Trabajo N.º 4 del Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI)-Ministerio de Economía, las mujeres están muy subrepresentadas, donde apenas el 20,7% del empleo industrial formal es femenino. En este sentido, excepto en confecciones de prendas de vestir, en todas las ramas manufactureras la proporción de empleo femenino es inferior al 50%, y es incluso inferior al 15% en sectores como frigoríficos, automotriz, maquinarias y equipos o madera (Ministerio de Economía Secretaría de Coordinación de Producción, 2021). ↩︎
- La desindustrialización es especialmente crítica en América Latina y el Caribe, donde la proporción de la industria en el PIB disminuyó del 17,6% en 1995 al 13,8 y del 15,0% al 12,1% en términos de empleo” (Anuario 2024, pág. 101). ↩︎
- Según datos del Gob. Argentino, los empleos manufactureros rondaban en torno a los 1.186.190 en los años 2022/23, siendo aprox. el 9,4% de los 13 millones de empleos formales. ↩︎