Dedicada a buscar chivos expiatorios, la jefa del gobierno italiano refuerza su blanco preferido: para Giorgia Meloni, los femicidios y la violencia sexual en Italia se producen por culpa de los inmigrantes. Sobre todo de los ilegales.
En ocasión del Día Internacional por la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, la Presidente del Consejo Italiano de Ministros, tal es su cargo, dio una entrevista a la revista “Donna Moderna”. Meloni dijo que el tema preocupa mucho a su gobierno. Afirmó que es una cuestión ligada a la inmigración ilegal. Y concluyó que todo termina siendo un problema de seguridad.
“Me van a decir racista pero hay una incidencia mayor en los casos de violencia sexual de parte de los inmigrantes, sobre todo ilegales”, dijo Meloni. “Se produce un proceso de degeneración en estos inmigrantes. Por eso, el problema es un problema de seguridad y debemos garantizar la presencia de las fuerzas de seguridad en el conflicto que desata la inmigración ilegal.”
Preocupada por fabricar un cliché útil para mantener su popularidad, la primera ministra no aportó cifras. “¿I dati?” se preguntan los italianos, inmediatamente acusados de comunistas.
Las afirmaciones de Meloni no se condicen, según Roberto Magi, líder de Mas Europa, con los datos del propio Ministerio del Interior, según los cuales más del 80 por ciento de los feminicidios ocurridos en Italia son cometidos por ciudadanos italianos.
Magi discutió estas cifras en la red X. Lo hizo cuando el ministro de Educación de Italia, Giuseppe Valditara, envió hace una semana un video a la familia de Giulia Cecchetin, por el lanzamiento de la fundación del mismo nombre creada por el padre de Giulia, Gino, después del asesinato de su hija. La Fundación Giulia Cecchetin se propuso realizar campañas de concientización y trabajo en las escuelas para disminuir el maltrato a las mujeres y de educar en la no violencia. Italia es uno de los siete países de la Unión Europea que aún no logró introducir educación sexual y afectiva en las escuelas.
En su video, el ministro Valditara anticipa los dichos de Meloni. Afirma que “el patriarcado ya no existe” y culpa a los inmigrantes de la violencia sexual y de los femicidios.
Pero la hermana de Giulia, Elena, también lo refuta. Dice que a su hermana la asesinó “un italiano blanco, de familia respetable y con estudios universitarios”.
Efectivamente Giulia fue asesinada por un italiano blanco, un ciudadano italiano universitario el 11 de noviembre de 2023. Este femicidio fue uno de los más resonantes del año pasado. Giulia era una joven de 22 años a punto de recibirse de ingeniera biomédica. Solo le faltaba la defensa de su tesis de grado. La mató su ex novio, Filippo Turetta, después de una discusión en la que le reclamaba que no debía terminar sus estudios universitarios antes de que él los terminara. Le faltaban dos o tres años y a Giulia, dos días. La chica se negó, Filippo la golpeó, la mató de más de 20 puñaladas (según la autopsia) y la desechó en una zona boscosa camino de Austria.
El juicio a Turetta se está llevando a cabo en estos días y próximamente se dictará la sentencia con la condena que le corresponde.
En la misma entrevista para la revista “Donna Moderna”, Meloni reafirmó la idea de que el patriarcado ya no existe en Italia. Para fundamentarlo comentó una película de la actriz y directora debutante Paola Cortellesi, que según dijo le gustó mucho. La película se llama “Siempre nos quedará mañana” y aborda temas como la cultura patriarcal, la violencia de género y los derechos de las mujeres. La historia que narra el film, estrenado el año pasado, transcurre en Roma en 1946, plena posguerra. Relata la vida de Delia, una mujer romana, acosada y humillada por su marido Ivano. Delia hace trabajos mal pagos y ve a lo largo de la película cómo su hija va a terminar repitiendo su vida. En términos de Meloni, el patriarcado y la opresión sobre las mujeres existía en la época en la que Cortellesi ubicó a sus personajes. Pero ya no.
Lo que Meloni no dice es que Paola Cortellesi es una activista por los derechos de las mujeres y contra el patriarcado, al que considera vigente en Italia y del que derivan la violencia de género y los frecuentes femicidios.
Tampoco dice, cuando elogia a Paola Cortellesi, que la actriz y directora participó en una campaña publicitaria de la Fundación “Una Nella Centomila”, por el Día de Lucha por la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, con un video que se llama “Se io non voglio, tu non puoi” (si yo no quiero, vos no podés). Todos los hombres que aparecen en el video y que se hacen eco del slogan de la campaña, dicen “se tu non vuoi, io non posso”. Entre ellos el comisario Montalbano, Luca Zingaretti.
La violencia sexual va en aumento en Italia. Durante 2023 se registraron 4500 casos, el 5 por ciento más que en 2022. Pero para el gobierno italiano, esa violencia sexual la ejercen los inmigrantes.
Casi cien asesinatos de mujeres ocurrieron en Italia durante 2024, según cifras registradas otra vez por el Ministerio del Interior. Se espera que pasen esa centena.
Si no fuera por lo trágico, sería casi risueño. El chivo expiatorio de los males de Europa, los inmigrantes, cambió de rubro. Ya no les saca el trabajo a los ciudadanos europeos de bien. Ahora ataca sexualmente a sus mujeres o las mata.
Mientras cada vez más mujeres son asesinadas casi siempre por sus parejas o por sus ex parejas, Meloni y sus ministros reforzaron la campaña contra los africanos. Si no se ahogaron al cruzar el Mediterráneo, los espera en Italia una vida como sospechosos.