En la ONU el socialismo y en la Argentina la indigencia

Milei profundizó en Nueva York su política de aislacionismo internacional mientras aquí, en la retaguardia, se disparó la cifra de indigentes y pobres. La omnipotencia comunicacional. Qué puede significar la llegada de Mario Lugones al gabinete. Salud y obras sociales sindicales. Nosiglia y Barrionuevo. Y una exploración por el impacto de las cifras del Indec a través de Twitter. Perdón, Elon, que venís golpeado en Brasil. Por X.

Su Excelencia quizás esté siendo ominipotente con la comunicación. O crea, incluso, en la omnipotencia de la comunicación misma. Son palabras del especialista Martín Becerra tal cual lo analizó en el programa QR, de A24, y tienen sus ejemplos concretos. Un día el Presidente sobrevoló los incendios de Córdoba. Después pisó tierra ataviado con ropa de fajina militar y con eso hizo rememorar su viaje iniciático a Bahía Blanca. También allí, después de un temporal con muertos, se presentó de fajina y, cuando los bahienses esperaban empatía y algún manguito para arreglar destrozos, les dijo que sin duda se arreglarían y se marchó. En el caso de Córdoba, además, culpó de los incendios a La Cámpora y tanto el ministro de Seguridad de Córdoba como el fiscal lo desmintieron. No había ningún fundamento para esa afirmación. Luego llegó el tránsito de Susana Giménez por la Casa Rosada, para grabar una entrevista con Su Excelencia el Presidente. Foto en el balcón con la diva mileísta, entonces, la misma tarde en que el Indec anunciaba una pobreza del 52 por ciento y una indigencia del 18. Y de paso, porque mascotas son mascotas, explicaría Jaime Durán Barba, visita de Giménez al perro Thor, de la hermana presidencial Karina. ¿Se llamará así por el personaje de la tetralogía en cine? ¿O por la mitología que lo colocaba siempre junto a su martillo Mjölnir? En todo caso no será tema dentro de la administración que conduce Su Excelencia: es una pena que se haya ido del Gobierno el médico Mario Russo, porque fue él quien se quejó de que los argentinos somos muy latinos, o sea gente fea que espera mucho del Estado, y encima muy sensiblera, y no sajones, que al parecer serían menos dependientes. Cosa rara teniendo en cuenta la construcción del Estado de bienestar todavía vigente en países como Alemania o el Reino Unido, pero bueno…

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Aunque la omnipotencia comunicacional venga perdiendo contra la realidad experimentada por la gente de a pie, diría Mario Wainfeld, el asesor Santiago Caputo avanzó un paso más dentro de la estructura áulica que rodea a Su Excelencia. Se trata, justamente, del reemplazo de Russo. El sustituto, Mario Lugones, como es sabido por un lado es el padre de Rodrigo Lugones, compinche de Caputo Junior en la consultoría política desde que ambos dejaron al señor de las mascotas y emprendieron el camino independiente. Pero además, por otro lado, viene de regentear el Sanatorio Güemes desde hace muchos años. Y también tiene sus compinches. Uno es el exdirigente de la Coordinadora radical porteña Enrique Nosiglia, que un día debió dejar su papel de operador en las sombras porque Raúl Alfonsín lo quiso de ministro del Interior. Otro es el dirigente sindical gastronómico Luis Barrionuevo, que en algún momento hizo gala de mileísmo. Para que quede claro, la dirigencia política con experiencia de este país sabe que ni Lugones padre ni Lugones hijo son simples peones que un ajedrecista maneja a distancia. Tienen intereses y juego propio más allá de que sean profesionales permeables y dúctiles frente a las distintas gestiones en boga en cada momento. La novedad de Lugones es que llega a un gobierno que carece de figuras con experiencia política. El endiosado Guillermo Francos no es un Carlos Corach o un Alberto Kohan, para nombrar dos funcionarios de Carlos Menem, y buena parte de su carrera la hizo al amparo del empresario Estado-dependiente Eduardo Eurnekian. Ahora es un crítico feroz del kirchnerismo después de haber sido representante del gobierno de Alberto Fernández en el Banco Interamericano de Desarrollo por sugerencia de su amigo Gustavo Beliz, que no sólo de Daniel Scioli vive el hombre.

Quienes frecuentaron a Mario Lugones atisban un futuro vinculado a la salud pero no bastará la salud. Quien dice salud habla también de las estructuras sindicales, que para colmo con la crisis actual temen por el futuro de las obras sociales. Sobre ese punto débil es que probablemente opere y orbite Lugones. En cuanto a Nosiglia, fue uno de los negociadores de la integración de la nueva bicameral de Inteligencia, que terminó presidiendo Martín Lousteau luego de la bendición de CFK y la participación en las tratativas del exradical Leopoldo Moreau.

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En su discurso en la Organización de las Naciones Unidas que comentan en esta edición de Y ahora qué el exvicecanciller Alberto D’Alotto, el exsecretario de Malvinas Guillermo Carmona, Enrique Aschieri y Jorge Landaburu, Su Excelencia criticó a la ONU porque supuestamente busca imponer un gobierno supranacional para imponer lo que Milei denomina genéricamente “socialismo”. Lo primero es directamente falso. Ni la ONU se propone gobernar el mundo ni podría hacerlo por distintos motivos, entre otros por la vocación unilateralista norteamericana, a veces revestida de un discurso globalista y a veces sin esa cobertura retórica. O quizás también porque este mundo fragmentado es, también, ingobernable. Lo segundo, el presunto socialismo, es un argumento de propaganda nacional e internacional utilizado por Su Excelencia para colocarse a sí mismo como la encarnación histórica del pico más alto de libertad protagonizado por el ser humano.

Es marcada la influencia de dos ensayistas de extrema derecha, Ignacio Laje y Nicolás Márquez, pero conviene no confundirse con un punto: las críticas al supuesto socialismo o a John Maynard Keynes, e incluso al siglo XX, apuntan a un blanco que es, justamente, el Estado de bienestar. Se trata de una lenta edificación al mismo tiempo humanista y realista, según quien la encabezara, por ideales de solidaridad o por lucidez para evitar movimientos radicalizados, que desde las primeras décadas del siglo XX tuvo en cuenta la necesidad de elevar el nivel de vida, mejorar sueldos, brindar salario indirecto en materia de transporte, vivienda, educación y salud y garantizar una vejez decorosa. Esa construcción fue abrevando en las experiencias escandinavas (en las que se inspiró el Uruguay de José Battlle y Ordóñez), en la salida de la crisis del ’30 encabezada por Franklin Delano Roosevelt, en el primer peronismo y la experiencia europea de la segunda posguerra.

Ese modelo está en crisis, y esa crisis alimenta a los desamparados que buscan refugio en las ultraderechas. Frente a la decadencia del Estado de bienestar –que de todos modos languidece lentamente y no de manera brusca– unos no saben cómo salir y otros eligieron la inocua vía socioliberal. Pero hay otros que martillan, como la herramienta de Thor, para romper todo de una vez. Su Excelencia pertenece a este último grupo y, como cuenta en su nota Guido Aschieri, en la Argentina está martillando con el empuje de un fanático. Políticamente tal vez juegue con fuego: aun quienes detestan el pasado reciente del peronismo, de Alberto Fernández, de Cristina Fernández de Kirchner o el pasado reciente de Mauricio Macri, ¿seguirán esperanzados en que Milei los sacará del pantano cuando cada día hay un nuevo recorte?

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Twitter, o X, es un espacio tóxico para la discusión política pero un sitio interesante al momento de descubrir tendencias. Una vez conocidos los índices de pobreza e indigencia, en ningún otro lugar como en X se vieron tantos matices, tantos enfoques, tantos datos. Parece que el aluvión de trolls o libertarios de carne y hueso cada vez es menos eficaz para tapar la tormenta perfecta de jubilaciones recortadas, caída de la actividad económica y un aumento de las situaciones extremas, que vienen de antes pero empeoran velozmente con la era de Su Excelencia.

*”Si las jubilaciones, como dicen el Presidente y el ministro de Economía, están cinco puntos arriba de la inflación durante este gobierno, ¿cómo fue que las personas mayores de 65 años pasaron de 17,6 por ciento de pobreza en el segundo semestre de 2023 al 29,7 por ciento en el primero de 2024?”, se preguntó Nico Fiorentino.

*Rodrigo Quiroga tuiteó la evolución de índices de pobreza por presidencia: “NK, de 59 a 27. CFK, de 37 a 28. Macri, de 28 a 35. Alberto, de 35 a 41. Milei (seis meses) de 41 a 53”.

*Posteo de Inquilinos Agrupados: “El 72 por ciento de hogares inquilinos compuestos por una persona es pobre. El 80 por ciento de hogares inquilinos compuestos por tres integrantes es pobre. El 88 por ciento de los hogares inquilinos compuestos por cuatro integrantes es pobre”.

*”Más pobreza es menos libertad. 5.400.000 argentinos en la indigencia”, escribió Horacio Rodríguez Larreta.

*Juan Manuel Karg: “Néstor Carlos Kirchner asumió con más pobres que votos (CSM se bajó de la segunda vuelta). Javier Gerardo Milei es la antítesis: nueve meses después de asumir ya tiene casi la misma cantidad de pobres (53 por ciento) que los votos que sacó en el balotaje (55 por ciento). La Argentina circular”.

*Pablo Ibáñez: “El dato detrás del dato: hay más pobres y son más pobres. Línea de pobreza: $ 709 mil. Ingreso promedio de los pobres: $ 407 mil. Línea de indigencia: $ 349 mil. Los pobres están más cerca de ser indigentes que de salir de la pobreza”.

*”De los 20 quirófanos que tenemos, podemos hacer funcionar cinco porque no tenemos la plata que se necesita”, dijo el director del Hospital de Clínicas de la UBA, Marcelo Melo a Romina Manguel.

*”Hacemos unos meses vendíamos cuatro mil pizzas por mes y ahora bajó a 900. Tenía 17 personas laburando y quedamos 8. La boleta de agua pasó de $ 478.000 a $ 1.027.000. Con estas tarifas duro dos meses” (pizzero de Boulogne entrevistado en elDiarioAR).

*Posteo de Raúl Kollmann: “Fuerte caída del índice de confianza en el gobierno de Javier Milei. El peor desde que asumió como Presidente”.

*Daniel Schteingart: “La tasa de pobreza por ingresos del primer semestre de 2024 (52,9 por ciento) es la más alta en 20 años. Desde 2017, cuando era del 25,7 por ciento, subió 27 puntos. Nunca en los últimos 30 años logramos estar por debajo del 25 por ciento”.

*Carlos Rodríguez, exfuncionario de Roque Fernández y Menem y exasesor de campaña de Su Excelencia: “Ministro Caputo: celebró el dato de pobreza. ‘Podría haber llegado a 80 o 90 por ciento’. Presidente Milei: ‘En 6 meses redujimos la inflación del 17.000 al 50 por ciento anual’. Se creen que además de pobres somos estúpidos”.

*”¿Los argentinos fingirán demencia? ¿Como con la dictadura, como con Malvinas? Hablemos de nosotros, de la sociedad”, propuso Félix Crous.

Buenas preguntas.

Fin.

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