La gestión actual ha desafiado todos los esquemas establecidos. Algunos la comparan con los períodos de Menem o Martínez de Hoz; sin embargo, su velocidad y falta de límites la hacen única. La oposición, que se siente como una herramienta en manos del poder, enfrenta derrotas menores, pero el enfoque central de la gestión continúa inalterado. Aunque el peronismo, como representante de la oposición, se opone a casi todas las decisiones, ¿qué propuestas innovadoras tiene para ofrecer, más allá de lo tradicional? En un mundo en crisis que no da tregua, ¿estamos realmente preparados para integrar a la nación tanto económica como socialmente?
Un costado del análisis real, cotidiano, es que la reaparición del crédito, específicamente a través de las tarjetas, ha cobrado protagonismo, ya que el crédito bancario resulta excesivamente caro y el de las financieras es aún más dañino. Esta modalidad de obtener dinero anticipado para gastos corrientes proporciona un respiro tanto a la población como a la gestión actual. Se puede comprar hoy y pagar mañana, o incluso no pagar en absoluto.
El empresariado, en su mayoría, confía en las decisiones de la gestión actual y ofrece productos en hasta 24 cuotas fijas, desde artículos electrónicos y electrodomésticos hasta ropa y alimentos. Esto facilita a las personas que enfrentan dificultades económicas, como a aquellas que se encuentran en una mejor situación, para realizar compras. Aunque este mecanismo contribuye a sostener un nivel de actividad económica que es, en esencia, muy frágil, la pregunta que surge es: ¿hasta cuándo podrá mantenerse esta situación?
Las provincias
¿Y la minería? En la provincia de Catamarca, las empresas chinas ya están extrayendo litio, oro y algo de cobre de un yacimiento ubicado a 5.000 metros de altura. La mineralización se procesa en una planta de 3.000 metros cuadrados en Fiambalá, utilizando camiones importados y con trabajadoras chinas que viven en campamentos. El mineral se exporta a través de Iquique, en Chile. Este acuerdo no es de la gestión de Milei, sino del gobierno de Macri, con la complicidad del gobernador de turno. Mientras tanto, la provincia se queda con migajas con una pobreza y una indigencia indescriptibles. ¿Por qué ningún político alza la voz ante este saqueo? ¿Existirán otros acuerdos que aún desconocemos?
Hablando de provincias, el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, le manifestó públicamente a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner que es necesario poner fin al odio, enfatizando que este sentimiento no nos conducirá a ningún destino positivo. Sin embargo, resulta contradictorio que el mismo Sáenz esté casi completamente alineado con un presidente que constantemente emite mensajes de descontento y odio. ¿No es una contradicción notable?
Una situación similar ocurre con el gobernador de La Rioja . Si bien es candidato desde hace tiempo a presidir el Partido Justicialista, sus diputados le dieron carta blanca al ejecutivo para que negocie con el FMI y sus senadores formaron un subbloque. ¿Realmente representan los intereses de sus poblaciones? ¿Creen que la minería será la solución a sus problemas?
En este tablero, el acuerdo con el FMI se suma a una serie de historias, al igual que las relacionadas con las criptomonedas y otros temas en Estados Unidos, donde figuras como Trump y Elon Musk lideran el escenario. A estas personas poco les importa Argentina; ¿qué significan 20 mil millones de dólares para ellos? Son solo cifras menores. Su principal preocupación es la competencia con China y los países emergentes, dejando de lado a naciones como Turquía, India, Israel, entre otras. Argentina, me temo, salvo Brasil, no ocupa un lugar en su agenda; Sudamérica es vista solo como una fuente de recursos, principalmente minerales y energía. Mientras tanto, aquí estamos, en un debate estéril sobre quién es responsable de la inseguridad, la corrupción y la situación de la Corte, cuestiones que parecen irrelevantes ante el verdadero problema.
El ámbito constitucional no carece de problemas. Contamos con una Corte Suprema que no interviene en asuntos que son claramente anticonstitucionales. Un ejemplo de ello es el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) relacionado con el FMI. Es cuestionable que, durante un período de sesiones, se considere constitucional la promulgación de un DNU sin contenido concreto, que permite al Congreso delegar funciones al Poder Ejecutivo, otorgándole la potestad de negociar de manera autónoma un acuerdo con un organismo financiero al que debemos 45 mil millones de dólares.
Las opiniones de los economistas liberales sobre el futuro inmediato y mediato son muy variadas, y no existe un consenso en torno a la política cambiaria y monetaria. Por ejemplo, Miguel Kiguel señala que el equilibrio o superávit fiscal es de suma importancia, pero también enfatiza que son necesarias otras condiciones para lograr un crecimiento sostenible sin inflación. ¿Se considera la implementación de un esquema de devaluación con bandas? ¿Es este el objetivo del ministro de Economía y del presidente del Banco Central? La verdad es que no se sabe con certeza.
Sin embargo, casi todos coinciden en que el FMI desembolsará 20.000 millones de dólares: 12.000 destinados a cubrir los vencimientos de deuda que tenemos en los próximos dos años y 8.000, según Caputo, para fortalecer las reservas. ¿Cuál es la verdad detrás de estas afirmaciones?
Los jubilados siguen marchando los miércoles mientras el Gobierno dio por agotado el plazo de las moratorias previsionales. Más del 10% de los trabajadores formales, es decir, más de 600.000 personas, recibirán, si deciden jubilarse, el 80% del haber mínimo, lo que se traduce en aproximadamente 240.000 pesos. Algunos diputados de la oposición afirman haber hecho todo lo posible para encontrar una solución a este delicado tema. ¿Cuál es la postura de los demás? ¿Qué han solicitado a cambio? ¿Existen reclamos por parte de la CGT y de los sindicatos? No hay noticias relevantes al respecto, salvo algunos reclamos mediáticos que carecen de trascendencia.
Últimamente hemos sentido que la era de nuestras antiguas certezas está llegando a su fin. ¡Bienvenidos a la dura realidad! Los únicos que no hemos querido reconocer muchos de estos acontecimientos somos nosotros, los argentinos. Los tiempos nuevos pronostican una transición difícil hacia una nueva Nación. ¿Cómo será esta transformación? Dependerá de nosotros: de nuestras creencias, de nuestra militancia, de nuestro conocimiento, de nuestras ideas y de nuestra formación e información sobre lo que sucede. De lo contrario, corremos el riesgo de convertirnos en una vieja republiqueta, anhelando lo que podríamos haber sido.
Las movilizaciones en torno a la situación de los jubilados y el 49 aniversario del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 fueron multitudinarias y pacíficas. Sin embargo, el protagonismo de la gestión parece ser suficiente para acaparar la atención de los medios, lo que profundiza aún más la brecha existente.
Uno de los principios más importantes de Perón y Evita es que los trabajadores y la sociedad en general deben disfrutar de los abundantes recursos que posee nuestro país. No podemos conformarnos con esperar los períodos que impone la democracia. ¿Hasta cuándo debemos someternos a la crueldad y a la entrega manifiesta de nuestro patrimonio a intereses foráneos?
¿La CGT respaldó la movilización del 24, tal como prometió? En la protesta había escasos dirigentes, y la participación de los trabajadores se debió principalmente al apoyo de esta institución. La motivación fue expresar el rechazo al acuerdo con el FMI. Sin embargo, las conducciones sindicales enfrentan el desafío de los topes a las paritarias, lo que les impide promover aumentos salariales que igualen o superen la inflación. ¿Qué dirán u opinarán los trabajadores en general, muchos de los cuales votaron por Milei?
Modelos
En una de sus múltiples presentaciones, el ministro de Economía mencionó a Chile y Perú como modelos de estabilidad, afirmando que lograron mantener la inflación a raya gracias a políticas fiscales, monetarias y cambiarias. Sin embargo, el ministro debería tener en cuenta que, aunque Perú ha tenido un mismo presidente del Banco Central durante 19 años, ha habido varios presidentes en el país. Además, es importante señalar que ambos países enfrentan altos niveles de pobreza e indigencia. En esencia, tanto Chile como Perú son economías mineras exportadoras y operan bajo un gobierno unitario, sin la existencia de un federalismo. ¿Es esto lo que busca esta gestión? ¿Es consciente de ello la oposición? ¿Cuáles son sus verdaderas intenciones?
Lo anterior se relaciona con otro andarivel de la política. Se afirma que la imagen de Javier Milei lleva dos meses en declive, debido a diversos problemas surgidos desde su propia gestión. ¿Incluye este desgaste también factores económicos?
¿Cambiará su voto la clase media, que mayoritariamente apoyó a este gobierno? Y, de ser así, ¿cuál sería el punto de inflexión? ¿Una oposición más seria y unificada, sin divisiones internas? ¿Un proyecto renovado, alejado de los modelos del pasado? ¿Qué se necesita para que Argentina logre una gestión verdaderamente inclusiva? Además, ¿existen figuras políticas con suficiente relevancia, discurso sólido y propuestas diferenciadoras que puedan marcar un rumbo distinto?
Los aranceles de Trump
El mundo occidental atraviesa un período de profunda incertidumbre. La decisión de Donald Trump de romper el acuerdo de libre comercio con México y Canadá (T-MEC/NAFTA) y la imposición masiva de aranceles a numerosos países violan uno de los principios fundamentales del comercio internacional.
¿Qué quedó de las bases de la globalización? El libre flujo de mercancías, aquel librecambismo que rigió durante décadas, ¿ha sucumbido definitivamente?
¿Se trata de un cambio de época impulsado por el presidente estadounidense? ¿O es más bien una reacción de las naciones para protegerse de economías depredadoras? ¿Es así de simple?
China y otras economías orientales son actores clave en este modelo de dominación comercial que, lejos de ser neutral, genera efectos devastadores: la destrucción de tejido industrial -especialmente en las pymes- y un impacto directo sobre los trabajadores.
¿Acaso los espacios políticos están debatiendo seriamente estas consecuencias? ¿O prefieren ignorar los costos reales de este sistema?