Pulti: “Los derechos no se deben vivir con culpa”

El 31 de octubre Gustavo Pulti, dos veces exintendente de Mar del Plata y diputado de Unión por la Patria en la Legislatura bonaerense, recordó el 17 de octubre de 1945. Aquí la transcripción completa.

Los acontecimientos del pasado que no tienen valor actual, salvo por la necesidad de revelar los orígenes de la historia; los que no tienen vida actual, los que se han fosilizado, los estudia la antropología o los estudia la arqueología. Los acontecimientos del pasado que merecen una interpretación los estudia la historia y los registra la historia. Los identifica y los documenta. 

Y la política, entre otras cosas, también se ocupa de buscar el hilo conductor entre los acontecimientos del pasado y las realidades que nos toca atravesar en el presente. La política debe identificar las identidades actuales con su hilo conductor respecto de los acontecimientos que en un momento significaron cosas para los argentinos y argentinas. 

Por eso es importante, en la instancia de los homenajes, encontrar ese hilo conductor e identificar aquellas y estas razones. Lo que pasó, lo que pasa y lo que puede pasar. Para poder hacer una política con identidad. Para poder hacer una política con entidad. Para poder encontrar las razones y las causas de este presente y los objetivos del futuro.

El 17 de Octubre de 1945 no representa un acontecimiento suelto, desencajado de un hilo conductor de la historia. El 17 de Octubre es la circunstancia en la que un pueblo había experimentado cómo era la vida en la nación de unos pocos, cómo era la vida social, cómo era la educación, cómo eran los derechos de las personas en un país donde pequeños grupos disfrutaban de todo y muchos otros no tenían nada. 

El 17 de Octubre significó un hito, un acontecimiento que no se puede circunscribir a los límites de lo partidario. Que incluso no se puede circunscribir a la propia y a la única personalidad del general Juan Domingo Perón. Fue Perón el artífice. Fue Perón el orfebre. Fue Perón el partero de la historia en ese momento, porque decidió lealmente encontrarse con un pueblo respetando y exaltando sus derechos. Pero era un pueblo golpeado, era un pueblo maltratado en un país rico. Era un pueblo pobre y sin derechos en un país que lo tenía todo. 

En esta época, nuevos liderazgos circunstanciales reivindican el país de anterior a la legislación social. Ahora pareciera está de moda denostar los derechos de las personas, denostar la identidad histórica de la Argentina. Sucede cuando se reivindica el país de antes de la Ley Saenz Peña. Cuando se reivindica el país anterior a la legislación social. Cuando se miente. Cuando se contrabandean falseados los datos de la historia, diciendo que hay que volver a esa Nación que no tenía nada más que riquezas para unos pocos.

En tiempos como estos es importante interpretar el 17 de Octubre, el liderazgo del General Juan Domingo Perón, la lealtad de un líder con su pueblo y la importancia de la significación del peronismo en el movimiento nacional argentino.

Hay un hilo conductor entre el discurso encendido de Mariano Moreno y el 17 de Octubre. Hay un hilo conductor entre las epopeyas sanmartinianas y el 17 de Octubre. Hay un hilo conductor entre el país que defendió y ayudó a constituir Juan Manuel de Rosas y el 17 de Octubre. Hay un hilo conductor, hay una relación entre la democratización del poder que trajo Hipólito Yrigoyen y el 17 de Octubre. Hay un hilo conductor entre todos los gobiernos del campo nacional y aquel 17 de Octubre. De Néstor y de Cristina. 

Pero también hay un hilo conductor entre ese 17 de Octubre y el país que soñamos para el futuro. El país que queremos: la Nación con derechos, la Nación que se autopercibe Nación, la Nación que defiende la soberanía, la Nación que cree en la justicia social, la Nación que entiende que hay que alumbrar nuevas etapas para poder dar la batalla que nos haga sentirnos mejor como sociedad. Que reivindique los derechos de la gente sin culpa por tener derechos.

Frente a esa ideología perversa que intenta una culpabilización psicopática del ejercicio de los derechos de nuestra sociedad, el 17 de Octubre tiene valor porque está inscripto en el mañana. Está escrito en el futuro el acontecimiento que produjeron unos millones de argentinos con un liderazgo. 

Hacen falta nuevas etapas, hacen falta nuevos momentos, hace falta padecer la angustia de la incertidumbre para poder tener una nueva etapa luminosa. 

Ese futuro no es esta instancia que muchos, cada vez más, vemos esta etapa oscura, ominosa. Esta etapa en la que se desprecia el contenido de lo nacional. Esta etapa en la que se ha despreciado, con una canciller que acaban de echar, la soberanía argentina en el Atlántico, la soberanía Argentina en las Malvinas. Esta etapa que se ensaña con la educación pública. Esta etapa que ve un peligro en cada trabajador y trabajadora. Esta etapa que se hace aplaudir en Wall Street y se hace llorar en los barrios de cada una de las ciudades. Tiene que mamar, tiene que interpretar esta etapa, lo que significó la vibración, el acontecimiento social cultural y político del 17 de Octubre. Tiene relevancia, como tiene relevancia el yrigoyenismo para los radicales comprometidos con el pueblo argentino, como tienen relevancia todos y cada uno de los acontecimientos que mencionamos y muchos otros que seguramente cometeré el error de no mencionar en este momento. Pero hay un hilo conductor y es la interpretación de la política. 

Hoy, Señor Presidente, no sentimos la necesidad de una militancia partidaria para reivindicar el 17 de Octubre. Lo reivindicamos desde el campo nacional. Desde el campo nacional que integramos: los que producen y los que invierten en la industria nacional; los que estudian, los que enseñan y los que aprenden en la educación nacional; los que creemos en la soberanía argentina; los que creemos que los derechos no se deben vivir con culpa sino con el gozo de la plenitud; los que creemos en un país que se autopercibe como tal y que no quiere ser un mero espacio para los mercados. Eso reivindicamos en el 17 de Octubre: Homenajeamos al pueblo argentino y reconocemos el liderazgo histórico del General Juan Domingo Perón. 

Muchas gracias, señor Presidente.


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