Zaffaroni: “La embriaguez del poder es una droga peligrosísima”

No es un 24 de marzo cualquiera. De hecho, jamás lo fue. Pero este año es evocado en medio del más duro ataque de un Gobierno a la política de Memoria, Verdad y Justicia. ¿Están en peligro los juicios por crímenes de lesa humanidad de la última dictadura? “Con la actual estructura judicial y los de arriba puede pasar cualquier cosa”, responde a Y ahora qué? el exjuez de la Corte Suprema y de la Corte Interamericana de Derechos Humanos Eugenio Raúl Zaffaroni.

Hay personas que, por historia y prestigio, son un hueso duro de roer. Es el caso de Eugenio Raúl Zaffaroni, quien puede hacerse oir en medio del atronar de las ‘tormentas perfectas’ orquestadas por las derechas extremas. A punto de iniciar una serie de conferencias por varias universidades junto con el constitucionalista Raúl Gustavo Ferreyra, Zaffaroni asevera que «la destrucción de la memoria» emprendida por el Gobierno de Javier Milei «es una condición necesaria para avanzar por el camino del totalitarismo».

–¿Cómo define el contexto político, social y jurídico en el cual se recuerda el 24 de marzo, frente al embate del oficialismo a los históricos ‘Nunca más’ y ‘Juicio y castigo’?

–Estamos viviendo una profunda crisis institucional, con un Ejecutivo que muestra una enorme vocación totalitaria, gobernando por decretos. Con un Legislativo pulverizado y que aprueba disparates y un Judicial cuya cúpula también se integra por decretos del Ejecutivo, ante la complacencia cómplice de los otros integrantes.

–¿Es un intento por borrar literalmente de la memoria las atrocidades dictatoriales y su legítimo enjuiciamiento?

–En este contexto, la destrucción de la memoria es una condición necesaria para avanzar por el camino del totalitarismo: la prudencia, el Estado de derecho, el mínimo respeto a la Constitución, el respeto al “otro”, son valores que deben destruirse para avanzar hacia el totalitarismo.

–Mientras no avanzan las causas por la Criptoestafa e incluso las que denuncian abusos represivos en las marchas de protesta ¿están en riesgo también las que restan ser dilucidadas por crímenes de lesa humanidad?

–Con la actual estructura judicial y los de “arriba” puede pasar cualquier cosa. No podemos prever lo que puede hacer la cúpula judicial, con la Corte Suprema más pequeña del mundo y con jueces nombrados por decreto sin acuerdo senatorial.

–¿Como el caso del juez Manuel García-Mansilla quien jura como miembro de la Corte por Decreto y en una ceremonia secreta?

–Creo que hay una sobredosis de poder, una cierta embriaguez del poder, que es una droga peligrosísima, donde todo es posible porque se considera también eterno, hasta que se estrella, momento en el cual hay que recoger los pedazos y restablecer un mínimo de orden legal y constitucional.

–Usted ha declarado recientemente que el ataque no es sólo a la democracia ¿En qué medida?

–No se trata de negar solo valores democráticos, sino de demoler la propia República, aniquilar el sistema de pesos y contrapesos. La política ha caído en un profundo pozo ciego. Seguramente superaremos el trance, pero el momento es muy triste y preocupante.

–Pese al estandarte del ‘Nunca Más’ a una dictadura, ¿aquel lugar de los uniformados no es ocupado hoy por una poderosa alianza de hecho de dirigentes políticos, jueces, corporaciones y medios que intentan demoler sus bases?

–Confluyen los factores reales de poder que en otro momento se valieron de las Fuerzas Armadas, las comprometieron y ensuciaron sin importarles las consecuencias, hasta que las consideraron inútiles y las dejaron a su suerte. No ocupan el lugar de las Fuerzas Armadas en otro momento, sino que siguen ocupando el mismo lugar de siempre, el de los “vendepatrias” y entreguistas de nuestra soberanía nacional, solo que hoy no necesitan a las Fuerzas Armadas, no les son útiles y se valen de la corrupción y el descalabro institucional.

–¿La democracia argentina está cada día más arrinconada por un gobierno con legitimidad de origen pero vaciado de ella por acciones que se interpretan contrarias o al margen de la Constitución?

–Insisto en que no se trata solo de la democracia, sino incluso de la República misma. La mayoría electoral no da derecho a destruir el propio sistema democrático y menos todavía los principios republicanos.

–Suele afirmar que nadie había hecho un abuso de esta naturaleza de los Decretos de Necesidad y Urgencia ¿Qué otro valor republicano está en la mira del Gobierno?

–A toda mayoría se le impone el respeto a la minoría, porque de ese modo se le garantiza a la mayoría a cambiar de opinión. En teoría política quien sostuvo que la mayoría hace cualquier cosa fue Carl Schmitt, el teórico del Dritte Reich, hoy inexplicablemente citado por algunos (no precisamente de derecha), pero a quien la derecha aplica sin citarlo (si es que lo conocen, porque bastante ignorantes son). Hoy no tenemos “gorilas ilustrados” modelo 1955, sino directamente brutos.

–La marcha de los jubilados del miércoles 12 de marzo pudo ser en paz, como aquella de las Universidades ¿Es torpeza del Gobierno o consecuencia de una deriva autocrática y totalitaria para echar más leña al fuego?

–No lo sé, pero me inclino a creer que es producto de la torpeza de una persona poco equilibrada, cuya vocación totalitaria le sale por los poros. Si me coloco hipotéticamente en la acerca oficialista, no veo que esa represión haya sido necesaria ni mucho menos. Creo que en política se suma y no se resta, al menos esa es la regla racional.

–¿Es un mensaje de odio y bala?

–Como si eso fuese poco, considera que la vida de una persona no vale nada, que tiene derecho a tirarle una bomba en la cabeza por el hecho de ser un “militante”, jerarquiza seres humanos, los “militantes” son subhumanos. Nadie un poco equilibrado podría hacer esta declaración pública. Como medida política me parece que se trata de una torpeza en medio de una cadena de torpezas crecientes. No veamos inteligencia en lo que no hay más que desequilibrio.

–¿La denuncia contra la jueza Karina Andrade por haber liberado a detenidos es un intento de amedrentar a todo aquel miembro del poder judicial que ose entorpecer esa deriva autoritaria?

–El ejecutivo se las arregla con unos veinte integrantes de la Magistratura colocados en posiciones claves, incluso por decretos y traslados del propio Ejecutivo. Los restantes miles de jueces y juezas que hay en el país no tienen nada que ver con estos despropósitos.

–¿Quiere decir que la gran mayoría de los magistrados no está implicado en este régimen?

–Se los trata de “domesticar” mediante amenazas de linchamiento mediático y acciones y denuncias de políticos inescrupulosos y en este caso de la ministra de seguridad. Esto no es nuevo y lo de la jueza es un episodio más. Todos sabemos que cuando una resolución judicial no gusta se la apela, porque para eso están las instancias de apelación, pero no se impetra la destitución del juez o jueza. Eso es una tentativa de disciplinamiento totalitario, a mi juicio totalmente torpe, porque les resulta inútil, dado que con los quince o veinte que tienen “arriba” les basta para revocar todo lo que decidan “abajo” los miles de jueces que hay en nuestro país.

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